EL EQUILIBRIO DE LA OFERTA Y DE LA DEMANDA

EL EQUILIBRIO DE LA OFERTA Y DE LA DEMANDA

Apuntes Prof Hugo Lavados

El mercado

Por mercado se entiende, generalmente, un lugar físico donde demandantes y oferentes intercambian bienes, ya sea que están demandando en función de sus necesidades o produciendo con el objeto de obtener alguna ganancia. Este concepto de lugar sin duda ha cambiado a través del tiempo, principalmente debido a las profundas y rápidas transformaciones tecnológicas que se han sucedido en los últimos años. Basta mencionar como ejemplos, el  comercio electrónico para intercambiar bienes tangibles a través de una plataforma virtual, y los mercados virtuales creados en la red de redes para transar los llamados bienes electrónicos, como son las canciones en algún formato digital, los libros electrónicos, o las películas que pueden verse en línea. En este sentido, el lugar físico no necesariamente existe en la realidad como nosotros estamos acostumbrados a observar, sino que se materializa en sistemas de plataformas computacionales interconectadas a través de redes de datos, que cumple las mismas funciones de poner en contacto a oferentes y demandantes y permite que se efectúen transacciones de algún bien o servicio, incorporando también como innovación tecnológica el poder usar como medio de pago el llamado dinero electrónico.

Esto entonces, nos lleva a definir mercado como un mecanismo, más que como un lugar, mediante el cual demandantes y oferentes se ponen en contacto para comprar y vender bienes, servicios y valores como acciones, bonos, etc.

Productos y Mercado

Si bien hemos definido mercado como un mecanismo mediante el cual demandantes y oferentes se ponen en contacto para comprar y vender algún bien económico, merece la pena profundizar un poco en la relación que existe entre bien económico y mercado. Al respecto, definiremos que un producto que se transa en un mercado es “un conjunto de características” más que “el producto en si mismo”. Esta definición permite entender de mejor manera por qué existen productos idénticos que se transan a precios distintos. Imagine, por ejemplo, una botella de agua mineral de medio litro de la marca “BonAgua”. El producto ha sido definido con lujo de detalles: se ha especificado de qué se trata, la cantidad y hasta la marca. Uno podría pensar que el precio de equilibrio del producto recién especificado debiese ser el mismo en todas partes: cualquier intento por parte de los oferentes por vender el producto a un precio mayor al de equilibrio resultaría en que los consumidores comprasen en otra parte, forzando al oferente a bajar el precio, y cualquier intento por parte de los consumidores de comprar el producto a un precio menor al de equilibrio terminaría en la no adquisición del producto, ya que los oferentes pueden venderlo a otros consumidores con una disposición a pagar igual al precio de equilibrio. Sin embargo, esa misma botella de agua mineral “BonAgua” 500ml puede costar menos de un dólar en un supermercado, y más de 3 en el frigobar de la suite en un hotel 5 estrellas. Esto ocurre porque, en realidad, hablamos de dos mercados distintos. Lo que se transa en el supermercado no es lo mismo que se transa en el hotel. El producto –en nuestro ejemplo, la botella de agua- es apenas una de las características del producto que se transa en ambos mercados. En un hotel, los consumidores valoran el no tener que desplazarse para conseguir el bien, el no tener que hacer fila en una caja para adquirirlo, etcétera… Podríamos pensar en varias características que representan lo que se transa en un mercado y en otro, aunque en ambos se venda y compre la misma botella de agua mineral. Ejemplos similares son encontrados con frecuencia. La distancia para adquirir el producto, la valoración del tiempo y la comodidad en la compra son solo algunos de las características que los consumidores valoran en un producto, y que originan estas aparentes diferencias de precios en un mismo mercado. El desarrollo del marketing intenta explotar esta característica de la relación entre producto y mercado, diferenciando un mismo producto, haciéndolo único, con el objetivo de poder aumentar la percepción de valor de los consumidores y lograr vender a un precio mayor.

La determinación del precio y de la cantidad de equilibrio

Ya se han estudiado los elementos de los cuales depende la cantidad de un producto determinado que los demandantes desearán comprar a cada precio. También se han analizado los elementos de los que depende la cantidad de un producto dado que la empresa o la industria estará dispuesta a producir a cada precio. En otras palabras, se han determinado los elementos de los que dependen la demanda y la oferta.

SUGERENCIA: IMAGEN QUE REPRESENTE IGUALDAD O ACUERDO ENTRE DEMANDA O DEMANDANTES Y OFERTA U OFERENTES

La demanda y la oferta se equilibran en el mercado cuando la cantidad que los consumidores quieren comprar a cierto precio coincide con la que los productores desean vender a ese precio. Así se determina un punto de equilibrio. A ese precio, la cantidad demandada es igual a la cantidad ofrecida. El mercado es el mecanismo mediante el cual se hace posible que al enfrentarse la oferta con la demanda, se determine el precio y la cantidad de equilibrio.

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El precio de equilibrio en cualquier mercado no debe entenderse como un precio estable. Permanentemente están ocurriendo cambios en la demanda, como gastos, ingreso, etc., y en la oferta (precios de materias primas, tecnología, etc.), que llevan cambios en el precio relativo que equilibra el mercado. Por eso se observa que los precios relativos cambian frecuentemente.

Lo importante es que, en un momento dado, el mercado es un mecanismo que logra ajustar las situaciones cambiantes.

Si tanto los consumidores como las empresas pueden elegir libremente lo que desean comprar y vender, y si hay muchos consumidores y muchas empresas que producen, entonces ninguna empresa podrá vender a un precio más alto que el precio de equilibrio, porque los consumidores comprarían a otras que estuviesen dispuestas a venderles el producto más barato. Por otra parte, ningún consumidor podrá comprar a un precio inferior al precio de equilibrio, porque las empresas hallarán otros consumidores dispuestos a pagarles el precio de equilibrio. Esto es lo que se llama mercado competitivo: las empresas entran en competencia entre sí para vender sus productos, a la vez que ningún comprador tiene gran influencia en el mercado.

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