EL FRIJOL EN MEXICO
lioneruiz19 de Septiembre de 2012
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INTRODUCCION
El presente trabajo consta en la investigación de lo que viene siendo el frijol, esto a base de precios tanto por kilo, mayoreo y menudeo en lo que viene siendo las diferentes entidades de la zona de Apaseo el alto y Apaseo el grande (San Pedro Tenango).
Esto con base a determinar y mostrar lo que viene siendo las alzas, bajas y mantenimiento del precio del frijol. Además de mostrar los factores por los cuales surgen estos cambios como lo son.
Zona geográfica (zona de ubicación).
Inflación.
Sobre producción (oferta).
Escases del producto.
Demanda.
HISTORIA
El frijol es una planta originaria de Mesoamérica (que incluye México), la cual
se viene cultivando desde hace alrededor de 8 mil años, desarrollándose durante ese tiempo una diversidad de tipos y calidades de frijoles. Se considera
que en total existen alrededor de 150 especies, aunque en México estas ascienden a 50, destacando las cuatro especies que el hombre ha domesticado, como son el Phaseolus vulgaris L. (frijol común), Phaseolus coccineus L. (frijol ayocote), Phaseolus lunatus L. (frijol comba) y Phaseolus
acutifolius Gray (frijol tepari). En nuestro país las especies más importantes en cuanto a superficie sembrada y producción son las dos primeras.
El frijol es un cultivo estratégico para México, ya que ocupa el segundo lugar en superficie a nivel nacional, con un promedio de 1.85 millones de hectáreas. Su producción es de 1.31 millones de toneladas, con un valor de 7.5 mil millones de pesos.
Tiene gran importancia social porque de acuerdo con cifras oficiales, existen 570 mil productores, además de que genera un total de 76 millones de jornales, que equivalen a 382 mil empleos permanentes.
Por la preferencia del consumidor el frijol se clasifica en muy preferente:
Azufrado, Mayocoba, Negro Jamapa, Peruano, Flor de Mayo y Flor de Junio;
preferentes son las variedades Garbancillo, Manzano, Negro San Luis, Negro
Querétaro y Pinto. Y por último los no preferentes que son: Alubia Blanca, Bayo
Blanco, Negro Zacatecas, Ojo de Cabra y Bayo Berrendo.
En la zona norte de México se consume las variedades azufradas, que se
Cultivan principalmente en Sinaloa mientras que una gran parte de frijol negro
se cultiva en Nayarit y Zacatecas, con una demanda mayormente concentrada
en las zonas centro y sur del país.
Por su gran importancia económica y social, el frijol es un producto estratégico
dentro del desarrollo rural de México, ya que ocupa el segundo lugar en cuanto
a superficie sembrada nacional y representa además la segunda actividad
agrícola más importante en el país por el número de productores dedicados al
cultivo. Es así, que como generador de empleo es relevante dentro de la
economía del sector rural.
Asimismo, es un alimento fundamental en la dieta de la población mexicana,
sobre todo para las clases más desprotegidas del país, ya que constituye la
fuente principal de proteínas para dicho sector, siendo un alimento que no
puede sustituirse con el consumo de algún otro. Adicionalmente, la importancia
ancestral de su cultivo en el campo mexicano radica también en que forma
parte de la cultura gastronómica de México, de ahí la amplia aceptación del
producto en la cocina mexicana, por lo que posee una gran demanda a nivel nacional.
A pesar de la pérdida en la producción de frijol, los productores continúan
sembrando, pues no consideran el costo de oportunidad de su mano de obra, la tierra, y la depreciación de su maquinaria. Una probable explicación sobre la permanencia del cultivo, es que el apoyo de Procampo impacta en la rentabilidad de la actividad. Pero ante esta situación, surge la pregunta de si esto se podrá mantener ante la amenaza que representa la competencia con los productores de Estados Unidos, sobre todo a partir del año 2008, cuando el frijol quedará libre de gravamen y podrá importarse libremente, y además está la conclusión de Procampo, que también será en el 2008. genera un total de 76 millones de jornales, que equivalen a 382 mil empleos permanentes.
En México, el cultivo del frijol junto con el maíz, representa toda una tradición productiva y de consumo, cumpliendo diversas funciones de carácter alimentario y socioeconómico que le han permitido trascender hasta la actualidad. Su presencia a lo largo de la historia de México, lo han convertido no sólo en un alimento tradicional, sino también en un aspecto de identificación cultural, comparable con otros productos como el maíz y el chile, los que son básicos para explicar la dieta alimentaria de ayer, hoy y muy probablemente del futuro. Se trata de uno de los cultivos de mayor importancia en el país ya que representa para la economía de los productores una fuente importante de ocupación e ingreso, a la vez que es una garantía de seguridad alimentaria. El 68 por ciento de su producción se destina en forma directa al consumo final. Representando una de las principales fuentes de proteína para amplias capas de la población mexicana. Asimismo, su consumo es generalizado entre amplias capas de la población de ingresos bajos, medios y hasta superiores. Por esto, la importancia de este grano en la dieta actual del país sigue siendo fundamental. El frijol, producto agrícola tradicional de América, es para México uno de sus principales elementos nutricionales y por eso su producción alcanza un 8.3 por ciento de las cosechas mundiales, pero que se ha visto disminuida en los últimos años a raíz de problemas climáticos.
El frijol se cultiva en todas las regiones del país bajo todas las condiciones de suelo y clima. A nivel nacional existen alrededor de 500 mil productores de los cuales se estima que el 75 por ciento destinan una parte de sus cosechas al autoconsumo y el resto a la comercialización. De esta forma, existe un sector poblacional campesino constituido por pequeños propietarios, ejidatarios, comuneros y colonos que siembran frijol y también maíz para su subsistencia.
la siembra de frijol, representa en promedio el 11.1 por ciento del total nacional.
En esta década se ha cosechado en México una superficie de frijol de 1.9 millones de hectáreas en promedio anual, reportando un rendimiento aproximado de 631 kg/ha, el cual puede considerarse bajo y factible de incrementar a corto plazo. A pesar de la importancia nutricional del frijol, el crecimiento de la producción se ha estancado.
Los productores encuentran apoyo financiero y técnico en los programas
gubernamentales y posteriormente colocan de manera fácil y rápida al frijol en el mercado debido a la gran demanda existente. Adicionalmente, la población consume frijol de importación que llega a México al amparo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La producción de frijol en el ámbito nacional es muy vulnerable a las condiciones climatológicas que prevalecen durante el ciclo productivo, debido a que aproximadamente el 87 por ciento de la superficie destinada a este cultivo se ubica en áreas de temporal.
La producción de frijol es representativa de la variedad de formas productivas que caracterizan al campo de México, ya que en ella coexiste la agricultura comercial, de transición y de subsistencia. La producción temporalera de frijol actualmente se encuentra en crisis, que se caracteriza por factores socioeconómicos y geoclimáticos que la circunscribe.
Para los agricultores de frijol, la industria tiene características que la constituyen como una posible forma de manejar sus condiciones productivas, ya que les puede garantizar la colocación del grano y estimular mejores prácticas agronómicas y de manejo.
La agroindustria más importante es la envasadora, que puede constituir un mecanismo para agilizar la transacción comercial y regular el mercado.
A nivel mundial, nuestro país se encuentra entre los cinco principales productores de frijol conjuntamente con la India, Brasil, China y los Estados Unidos de América, países que en conjunto aportan el 63.3 por ciento de la producción mundial. México contribuye en la década, con el 7.0 por ciento en promedio de las cosechas mundiales.
El frijol en México se produce en los ciclos agrícolas: primavera-verano y otoño invierno. En el primero se siembra la mayor superficie, siendo los principales estados productores Zacatecas, Durango, Chihuahua, San Luis Potosí y Guanajuato, con aproximadamente el 77 por ciento de la superficie total y el 75 por ciento de la producción. En el otoño-invierno se siembra menos superficie, pero se obtiene un mayor rendimiento unitario, destacando como productores de este ciclo los estados de Sinaloa y Nayarit.
PRINCIPALES REGIONES PRODUCTORAS
El frijol prácticamente se produce en todos los Estados de la República Mexicana; destacando las regiones templada-semiárida y la cálida con invierno seco, tanto por la superficie sembrada como por el volumen de producción.
La región templada-semiárida comprende los estados de Chihuahua, Durango,
Zacatecas y Guanajuato, en donde se siembra
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