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ENSAYO BRANDWASHED


Enviado por   •  24 de Octubre de 2018  •  Ensayos  •  1.471 Palabras (6 Páginas)  •  163 Visitas

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Desde nuestra procreación el mercadeo ha logrado su estrategia de involucrarnos con las marcas y volvernos sus compradores fieles, que en muchos casos como los destaca el autor Martin Linstrom en su libro Brandwashed, logran causar en las personas efectos en la conducta, que resultan asombrosos si son vistos desde la perspectiva de un ser racional, como lo es robar en el trabajo, solo con la intención de adquirir productos de cierta marca específica. Así pues, en los primeros capítulos de este libro, se dejan ver claras tres cosas: un mercadeo que nos involucra desde el vientre materno, un mercadeo que logra sus mejores resultados a través del miedo y un mercadeo que nos vuelve adictos a algo. Si se menciona algo, es porque ya no solo el mercadeo involucra lo palpable, lo material; ya logra involucrar y bien que lo hace con lo virtual, con lo imaginario, con jugar y pagar hasta el cansancio en tu computadora por tener una granja, esa que está hecha solamente a bases de algoritmos y logra perfectamente ser muy rentable para los bolsillos de sus creadores.

Si se adopta una postura frente al tema, a ojos de muchas personas parecería un hecho horripilante el escuchar que gran parte de la lista del mercado que la gente hace o compra, está condicionada a lo que una mamá consumió durante la gestación y lo que la televisión y los videojuegos hacen en los primeros años de vida de un niño; parecería que los expertos juegan cada vez en la carrera del tiempo de llegar de primero con el objetivo de quedarse para siempre; ya que como lo destaca Armando bastida “Está estudiado que los niños, desde los dos años, son capaces de reconocer una marca por sus colores y formas.” (bastida, 2008). Los expertos llevan años entendiendo y trabajando con esto pues se han logrado fascinantes resultados en la historia y así lo relata Juliet B. Schor en su libro: Nacidos para comprar, donde destaca que “la historia de los niños y el consumo es larga. Algunos productos infantiles, como los cuentos y la ropa, llevan siglos existiendo. Los historiadores destacan que ya en 1870 los juguetes empezaron a usarse como símbolo de Status” (Schor, 2006) y es algo sorprende si de épocas se habla, pues el mercadeo en sí, data del siglo XX, cuando en 1950 se empezaba a conceptualizar el termino Mercadeo; pero ya varias décadas atrás los expertos en marcas se empezaron a aprovechar en el concepto de inocencia infantil para proyectar todos sus expectativas en los niños. Bien lo destaca el libro sobre el cual se centra este escrito, no es de extrañarse que el autor prefiera vestir siempre de negro y hospedarse en hoteles que guarden cierto misterio, si en su niñez fue influenciado por el agente 007. Pero ciertamente esta es la realidad, y no hay porque escandalizarse cuando cada vez los niños crecen rápidamente al lado de sus amigos virtual en lugar de los reales, y no está mal pues siempre cada compañía va a tener un objetivo claro y adoptara los medios necesarios llegar allí, siempre y cuando se tome el tema con responsabilidad.

Es allí donde se hace necesario hablar de otro tema que con varias ejemplificaciones destaca el libro, y ante lo cual, la sociedad y las autoridades tienen que adoptar una postura clara. En realidad, parece menos grave el tema del mercadeo en la niñez que el tema de generar miedo y aprovechar situaciones de emergencia para ganar clientes, pero pasa a diario desde el ejemplo claro del libro por una pandemia o la situación real de los embarcadores internacionales, en donde un futuro GRI en las tarifas de flete internacional genera que los clientes quieran embarcar el mayor número de contenedores antes de que eso ocurra.

Y es que está comprobado, tal como lo menciona Juan Jaramillo en la revista P&M “Las emociones revisten de recordación de las comunicaciones y sacan al producto de la escena mercantil racional y lo vinculan emocionalmente con el consumidor. Eso es construir marca y revestir de sentido emocional la compra”. (Bitar, 2016)

En estos casos el cliente ya está dejando a un lado su posición racional, y es influenciado por un miedo futuro o quizás inexistente que notoriamente beneficia y galardona a los vendedores y expertos en marcas. Allí si se adopta una postura no es claro el bienestar que se genera en mi como lector, pues por un lado esta vender aprovechándose de la inocencia de los niños, pero por otra, está el generar miedo y confusión para sacar lucro... y es que aquí cabe una pregunta ¿A quién le gusta descubrir que ha sido engañado? De seguro que a nadie y es donde la responsabilidad social

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