“El lado humano de la Empresa”

Introducción.

La teoría de la administración de las organizaciones surgida en el año de 1960 por Douglas McGregor, descrita en su publicación “El lado humano de la Empresa”, postuló la influencia que tienen respecto al tipo de gestión de las empresas, así como los relativos a los individuos, la motivación y comportamiento que mantienen durante su estancia en la misma. Dicho teórico señala dos puntos importantes opuestos, en donde las premisas sobre la naturaleza de los seres humanos y las relaciones organizacionales son descritas en una “Teoría X” y una “Teoría Y”.

La “Teoría X y Teoría Y describen dos actitudes que integran diferentes concepciones prácticas de acuerdo con la gestión de las personas. La idea que se tenga respecto a las personas y el trabajo de estas van a determinar su comportamiento y estilo de dirección conforme a su equipo.

Este mismo teórico, Douglas McGregor, describió las dos premisas de acuerdo con la relación que tienen las personas respecto al trabajo, especificando las características que las diferencian.

El enfoque descrito por McGregor, es un opuesto al “taylorismo”, pues fundamentaba el desviamiento de la planificación y la ejecución, la diligencia de un sistema de pago, el referente al pago a destajo o unidades producidas, así como un punto de vista mecanicista de las actividades. De igual manera, el trabajador era la extensión de la máquina, por lo tanto, pensaba que el único factor motivacional era el dinero.

Taylor, consideraba que los individuos tienen antipatía por el trabajo y buscan todas las formas posibles para evitarlo, por lo que no asumen la responsabilidades y por lo tanto son pocos ambiciosos, lo que significa la necesidad de contar con seguridad, por lo tanto, hay que encaminarlas y controlarlas, no deponiendo dicha responsabilidad en sus manos dicha planificación, por lo tanto, al elaborar un sistema de pago por pieza, se podrá reducir la tendencia de los individuos a mantener una producción libertina.

Tal contraste, el planteamiento del taylorismo aún ocupado en las organizaciones, McGregor señaló una perspectiva alternativa: la Teoría Y, en donde se puede considerar que el individuo promedio puede ejecutar la autodirección, aceptando la responsabilidad sin necesidad de ser controlado, así como no considerando el trabajo como desagradable.

Esta orientación predominante, tendrá que aplicarse en diferentes esquemas de liderazgo en la gestión de los individuos.

Teoría X – Teoría Y

El teórico McGregor establece dos enfoques diferenciales de acuerdo con la relación a las personas respecto al trabajo Teoría X y Teoría Y.

La teoría X tiene la concepción tradicional representada por los principios del taylorismo; asimismo, el trabajo es considerado como una mercancía, el  cual debe ser adquirido así como todo tipo de material; de igual manera, el individuo no se encuentra dispuesto para trabajar, evitándolo lo más posible, por lo tanto, el individuo se motivará a través de incentivos externos y económicos; de igual forma, los individuos no tienen la capacidad de tener el autocontrol y la autodisciplina, entonces se tiene que establecer el medio a través del cual se pueda obtener un control efectivo del individuo relacionado con las presiones y castigos.

Así también, los objetivos de los individuos de forma individual, son opuestos a los de las organizaciones, por lo tanto, huyen de las responsabilidades, no tienen ambiciones y buscan ser dirigidos; de igual manera, se percibe la resistencia al cambio, y tratando de hallar la seguridad; de igual manera, las organizaciones tendrán que ser estructuradas mediante las emociones y aspectos imprevisibles de la conducta que se encuentran bajo control.

Por lo tanto, McGregor, señala en la Teoría X una visión más real del individuo dentro de la empresa, describiendo el estado de las organizaciones a causa a través de la concepción de los individuos frente al trabajo.

Respecto a la Teoría Y, se puede observar una visión alternativa respecto a los individuos frente al trabajo, en el cual, el trabajo físico o intelectual es natural tal como lo es el descanso. El individuo medio no rechaza al trabajo, sino que puede disfrutar y lograr la satisfacción con él. Del mismo modo, el individuo puede dirigir sus esfuerzos para lograr los objetivos organizacionales con controles ni amenazas, ejecutando el autocontrol; por lo tanto se puede observar que bajo ciertas condiciones, se pueden buscar responsabilidades. El alejarse de las responsabilidades es consecuencia del aprendizaje de cada individuo, por lo tanto, no es cosustancial a la naturalieza del individuo.

La imaginación, el ingenio y la creatividad son cualidades de la mayoría de los individuos, por lo tanto, tienen que dirigir los esfuerzos respecto a los objetivos de la organización así como el potencial de desarrollo, localizados en los individuos. La organización concibe el desplegue de las políticas que pueden tener la concurrencia de las condiciones las cuales son suficientes para que los factores se desenvuelvan. La dirección facilita las situaciones organizacionales, con la relevancia de que los objetivos individuales son congruentes con los organizacionales, por lo tanto existe la convergencia de objetivos, sin embargo, no implica que las cosas tengan que coincidir entre los objetivos organizacionales y los personales, por lo tanto se propiciaría una condición en grado crítico.

Las Teorías en el Trabajo.

Respecto a los problemas referentes a la motivación si las actividades fueran de mayor interés y diversificadas, los individuos podrían alcanzar la satisfacción de sus necesidades propias, tales como la autorrealización.

A diferencia que la Teoría X, la Teoría Y señala un estilo democrático y participativo, en donde se aplica la descentralización y delegación, se amplía de forma vertical y horizontal el puesto y la participación y dirección se vuelve consultiva.

Aún cuando la visión respecto a los individuos en el trabajo se encuentra acercada a la Teoría Y que la X, se debe considerar que no siempre hay que ocupar el estilo de liderazgo participativo. De acuerdo con las características de la situación, las tareas y de los colaboradores, tendrá que aplicar el estilo más autocrático o de mayor participación.

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