En la actualidad las empresas se encuentran compitiendo en mercados globalizados y los clientes piden que se respondan a sus exigencias de manera más rápida

En la actualidad las empresas se encuentran compitiendo en mercados globalizados y los clientes piden que se respondan a sus exigencias de manera más rápida. Para poder cumplir con estos objetivos, las empresas utilizan diversas estrategias con el fin de aumentar la calidad de sus productos o servicios, aumentar la productividad, reducir los costos y aumentar la eficiencia y eficacia de sus procesos.

Es común sentir incertidumbre al cambio, las nuevas ideas producen resistencia en cualquier ámbito, implementar nuevos patrones o modelos para solucionar problemas puede ser difícil cuando las personas tienen dificultad de ver o aceptar datos que no se apegan al modo en la que ven el mundo, como consecuencia las empresas que tienen dificultad para manejar los cambios son incapaces de anticipar el futuro (Stiever, 2001).

Una de las influencias de mayor impacto en nuestro tiempo son las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como concepto general se refiere a la utilización de múltiples medios tecnológicos o informáticos para almacenar, procesar y difundir todo tipo de información, visual, digital o de otro tipo con diferentes finalidades, como forma de gestionar, organizar y sobre todo coordinar diversas actividades laborales, de investigación, académicas, etc. (PNUD, 2002).

Para (Escalante, 2013) las TIC son una conjunción de tres elementos fundamentales, en primer lugar, las telecomunicaciones, el área de la informática y la menos visible, la micro-electrónica, las cuales abarcan todos los ámbitos de la sociedad, cambiando y afectando directamente nuestro entorno y las capacidades del proceso de comunicación entre las personas, las máquinas y la integración de ambos.

El cambio en la estructura de las empresas se basa cada vez más en redes de colaboración de producción, gestión e intercambio de información mediante el uso de internet, esto refuerza la idea de que las TIC no se superponen a las empresas modernas, sino que forman parte de la misma y como consecuencia otorgan mayores facilidades para la mejora de sus procesos productos o servicios que ofrecen, venciendo las barreras de la distancia y el tiempo, además, ofrecen exactitud, menores riesgos y menores costos (Caballero, 2001).

Las nuevas tecnologías están impactando a las empresas en los paradigmas que estas utilizan. Modelos como el soporte técnico especializado, la capacidad de conectarse remotamente a cualquier equipo de cómputo brindan oportunidades laborales no sólo como una forma de laborar desde fuera de la oficina, sino que también abren la posibilidad a personas con diferentes discapacidades de tener condiciones laborales deseables para su condición (S.L., 2016).

Los nuevos retos que ocasiona la aplicación de nuevos paradigmas en la cultura empresarial, nos hace preguntarnos qué competencias laborales deben tener los empleados de hoy, cómo la empresa debe afrontarlas y establecer pautas, normas y procedimientos que permita a los trabajadores interactuar con las redes sociales, optimizar tiempos, fortalecer competencias, capacitarse y ser más productivos; en donde se tengan en cuenta brechas tanto generacionales como de conocimiento frente a las TIC (PNUD, 2002).

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