Estructura del mercado de trabajo
Diego QuintanaEnsayo22 de Febrero de 2022
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UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO
CARRERA DE ECONOMIA EN LINEA
Estructura del mercado de trabajo
NIVEL:
Primer semestre
ASIGNATURA:
Introducción a la Economía
AUTOR:
Quintana Franco Diego Orlando
DOCENTE AUTOR:
Econ. Walter Franco Vera
TECNICO DOCENTE:
Econ. Elías Muñoz Mawyin
FECHA DE ENTREGA:
Sábado, 4 de setiembre2021
PERIODO:
Junio 2021 a septiembre 2021
MILAGRO – ECUADOR
LA PANDEMIA DEL COVID 19 Y SUS CONSECUENCIAS EN LA ESTRUCTURA DEL MERCADO LABORAL ECUATORIANO.
- INTRODUCCIÓN
De pronto el mundo fue asolado por una pandemia apocalíptica que, que vino a trastocar la precaria estabilidad económica en el mundo. Los tentáculos del COVID 19, ha repercutido seriamente en el mercado laboral tanto en la oferta como en la demanda. Su incidencia ha afectado ampliamente a las cadenas de suministros de bienes y servicios en todo el globo. La aviación, el turismo y la hotelería han sido los grupos más golpeado; la gran empresa, la mediana y la pequeña, y la imposición de medidas de cuarentena se ven afectada en sus ingresos. Para las Pymes será difícil recuperar su actividad comercial. La pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo tiene al borde del colapso a la familia, especialmente de la clase media y baja.
La Pandemia del COVID-19 ha tenido un fuerte impacto sobre las condiciones de vida de los ecuatorianos. No hay una familia que no hay perdido a un ser querido, la pérdida humana golpea a los ancho y largo de todo el Ecuador. Esta dificultad afecta también de manera específica a otros aspectos principales para el bienestar de las personas, como los ingresos, el empleo, el acceso a la educación. La precipitada caída del crecimiento económico es uno de los principales factores que podrían incidir sobre la pobreza. Las estadísticas económicas indican que el PIB de Ecuador registró una caída de 6.3% en el 2020, en consecuencia se podría esperar un aumento de los niveles de pobreza que podría llegar al 7.5. Los impactos sobre las condiciones de vida de los ecuatorianos son alarmante.
Las provincias de la costa, junto con Pichincha en la sierra, son las que siguen sufriendo las consecuencia de las pandemia del COVID -19. En los últimos días se han producido protesta social en el sector campesino, porque el gobierno no regula el precio del arroz y del banano. Los agricultores que, deben ser el sector mejor atendido, porque gracias a su actividad que nunca se ha detenido, el país no ha sufrido desabastecimiento de los víveres de primera necesidad. El mercado laboral en el Ecuador ha tenido repercusiones en tres aspectos fundamentales: 1) la cantidad de empleo, (tanto en materia de desempleo como de subempleo, 2) la calidad de trabajo (con respecto a los haberes y el acceso a protección social; y 3) los efectos en los grupos específicos más vulnerables frentes a las consecuencias adversas en el mercado laboral.
La prensa del país nos informa de más de un millón de desempleados y de cinco millones en condiciones precarias a consecuencia del COVID-19, solo el 17% de la población económicamente activa tiene un trabajo digno y bajo los parámetros legales. Según el gobierno anterior se destruyeron 507.000 plazas de trabajo, pero, al mismo tiempo se han firmado miles de contratos de trabajos nuevos, principalmente para los sectores agrícolas, ganadería, silvicultura y pesca. El comercio y la industria manufacturera están recobrando su actividad, dando una cifra considerable de empleos salvados.
Por lo antes expuesto es necesario que investiguemos pormenorizadamente los efectos y consecuencia de la pandemia y estudiar alternativas que se podría aplicar a escala nacional a fin de limitar la incidencia directa en la salud de los trabajadores y su familia, realizar una investigación de las afectaciones que ha tenido la estructura del mercado laboral ecuatoriano en la pandemia, conocer la tasa de desempleo, la tasa de subempleo y la tasa de empleo es el objetivo, para luego estudiar alternativas confiables para reactivar la economía del país. Es fundamental la protección de la clase trabajadora susceptibles de perder sus ingresos como consecuencia de la reducción de su actividad económica. Se pide al gobierno de turno una respuesta a nivel político y económico de forma rápida y coordinada a escala nacional.
En el siguiente trabajo se especifican los niveles de desempleo a nivel nacional a causa de las dificultades del COVID-19, las condiciones del desempleo, las causas, consecuencias y efectos. La metodología es de tipo descriptiva y fundamentada, mediante la revisión de fuentes bibliográficas y datos de instituciones gubernamentales como el INEC y el Banco Central del Ecuador y no gubernamental como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se pudo explicar las diferenciaciones y niveles de desempleo y el impacto que está causando.
- DESARROLLO
Los estragos del COVID-19 se han desarrollado por todo el mundo, tanto en la estructura sanitaria, social, y económica. Estos efectos, exigen a revisar las proyecciones e indicadores de crecimiento económico, de estructura de mercado laboral y variable de carácter social. Ante esta crisis, la gran mayoría de países han reaccionado activando paquetes de impulso fiscal con el objetivo de mitigar y contener los efectos macroeconómicos con el objetivo de mitigar y contener los efectos macroeconómico del confinamiento. En este sentido, el peculio ecuatoriano tiene características únicas, que hacen que su repuesta sea limitada. Primeramente, no posee espacio fiscal, no posee ahorros fiscales, en términos de algún mecanismo de cobertura ante la contingencia como la drástica caída del precio del petróleo (OCDE, 2020)
De igual forma, es un estado dolarizado, por lo cual su manejo monetario es limitado y la forma de expandir su oferta monetaria primaria es mediante la atracción de dólares del exterior. En este contexto, el nivel de existencias internacionales en el Banco Central del Ecuador se ha visto afectado por la disminución abrupta de exportaciones, puerta de entrada directa de dólares frescos a la economía. Y posteriormente, a pesar de la necesidad de atraer dinero hacia la economía, el indicador de riesgo país es 24 y 12 veces más alto que el de sus vecinos Perú y Colombia, respectivamente, quienes, a su vez recurren a la devaluación de sus monedad con el fin de hacer más competitivas sus exportaciones (OIT, 2020)
El COVID-19 se constituyó en una amenaza concretamente destacable para el empleo, tanto en término de reducción de la cantidad de empleos como deterioro de su calidad. Por eso muchas entidades han reducido su demanda de colaboradores debido a la paralización o disminución de su actividad económica. Precisamente, por ese motivo varios trabajadores no han podido desempeñar sus labores debido a las medidas de confinamiento, en especial aquellos que no tienen acceso a las tecnologías necesarias para ello. El impacto que la crisis tuvo sobre el empleo es aun altamente incierto. Ciertamente, el efecto sobre el empleo dependerá no solo de la duración de la crisis, sino que también viene determinado por algunas debilidades estructurales del mercado laboral ecuatoriano (OCDE, 2020).
En los primeros dos meses de la emergencia sanitaria el 80% de los mercados y empresas de Ecuador no realizaron ninguna actividad. A diferencia de permitirle un descanso, restan aún más la liquidez de las empresas y la capacidad de compra de la población ecuatoriana. El ambiente laboral en el país agrava a raíz de la baja actividad y paralización de la mayoría de sectores económicos, en medio de la emergencia por la pandemia del COVID-19. La evaluación ejecutada por el Estado ecuatoriano, en este argumento (OIT, 2020), es que alrededor de 508.000 personas podrían perder su empleo y otras 233.00 pasarán a la informalidad. A un mes de la declaratoria del estado de excepción en el Ecuador, cerca de 70% del aparato productivo y comercial seguirá paralizado (Rocío, 2021 )
Desde la perspectiva de la falta de protección laboral, la informalidad en el mercado de trabajo se observa también desde el punto de vista de la falta de protección social de los trabajadores, pues mantiene a una buena parte de la fuerza laboral en condiciones de flaqueza ante la crisis. Estos colaboradores se encuentran atrapado: en una trampa de vulnerabilidad social, un círculo vicioso de trabajos informales, con bajos acceso a seguridad social y otras formas de protección, y bajo nivel de reservas u otros tipo de seguros de desempleo que puedan mitigar la pérdida de ingreso que están experimentando. En el país, el 59.6% de los trabajadores son informales, un nivel similar al promedio de ALC, del 58%. De estos trabajadores informales el 70% tiene entradas que los catalogan dentro de la pobreza (OCDE, 2020).
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