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Familias empresarias y empresas familiares en América Latina


Enviado por   •  6 de Junio de 2022  •  Resúmenes  •  3.531 Palabras (15 Páginas)  •  53 Visitas

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CARLOS, PROFESOR DE HISTORIA: 985-876-938

Familias empresarias y empresas familiares en América Latina (Paloma Fernández – Andrea Lluch)

Introducción

  • En los últimos siglos ha habido períodos de mayor o menor aceleración y de desaceleración en la globalización de la economía mundial. Cada transición hacia uno de estos períodos ha comportado incertidumbre, riesgo, y ha conllevado el declive o aparición de potencias económicas, el hundimiento de algunos sectores y el surgimiento de nuevas tecnologías y actividades económicas.
  • Hasta el año 2008, algunas voces proponían que se transitaba una etapa de optimismo económico iniciado tras la desregulación financiera de fines de los años ochenta e inicios de los años noventa. Esa etapa de la globalización fue promovida, entre otros fenómenos, por el aumento de la desregulación, de las privatizaciones y de los flujos mundiales de capital.
  • Con el apoyo de bancos y gobiernos se impulsó el surgimiento de gigantes globalizados que crearon oligopolios mundiales difíciles de analizar, estudiar y fiscalizar.
  • Un gran número de estos gigantes globalizados están, controlados por familias, tanto en Europa y Norteamérica como en Asia y en América Latina.
  • La heterogeneidad que presentan los negocios familiares en América Latina es significativa. Obviamente, no todas las organizaciones empresariales controladas por familias son similares.
  • Para un atento observador, poco o nada tienen que ver las pequeñas tiendas de alimentos o las explotaciones agrarias regentadas por varias generaciones de la misma familia, tan frecuentes entre los pequeños propietarios de viñedos y bodegas en Argentina, Chile, Perú, con los grandes grupos empresariales globalizados que hoy dominan los rankings de las llamadas “multilatinas” o de mayores empresas de la región.
  • Ni en cuanto a tamaño, gobierno corporativo, estrategias, especialización, valores u objetivos parecen pertenecer a una misma tipología de organización empresarial.
  • A pesar de la gran heterogeneidad ente las firmas familiares y las singularidades de cada país, hay cuatro aspectos que queremos proponer como punto de partida.
  • Primero, que las formas que adoptan los negocios familiares varían enormemente, desde empresas informales a empresas formales y con estructuras definidas; de micropymes a holdings y/o grupos empresariales.
  • Segundo, las familias empresarias de la región han utilizado la flexibilidad organizativa y la diversidad en la especialización de su actividad para sobrevivir a los frecuentes shocks económicos y políticos que ha registrado el continente.
  • Tercer punto a tener presente es que, aunque la tendencia dominante es que las familias empresarias prefieran la propiedad plena de sus negocios, existen numerosas ocasiones en que las oportunidades o las necesidades las han motivado a compartir la propiedad de una empresa o grupo.
  • Cuarto punto, proponemos que los recursos que las familias quieren transmitir no son exclusivamente patrimoniales sino también intangibles: el conocimiento de un mercado, la forma de tratar a los clientes o de dotar de calidad a un producto, el modo de controlar un proceso productivo, una cultura sobre recursos humanos y trato a los empleados, los criterios y valores para incluir o excluir personas en la administración y/o propiedad del negocio, y sin duda alguna y ante todo, el nombre o la reputación vinculada con la familia.

Familias empresarias y empresa familiar

  • No hay una sola o única definición de empresa familiar. Sin embargo, los expertos en organización de empresa familiar tienden a aceptar en primer lugar, que: “empresa familiar” indica un negocio jurídicamente independiente donde la propiedad y gestión es controlada estratégicamente por una o varias familias a lo largo de, por lo menos, dos generaciones.
  • En segundo lugar que “grupo familiar” tiende a identificar la participación parcial o total en la propiedad de varias empresas jurídicamente independientes en las que se controla de forma estratégica la dirección.
  • En tercer lugar que “familia empresaria” es un concepto por el que se define a familias con diverso grado de lazo de parentesco consanguíneo o espiritual que, a lo largo de varias generaciones, tienden a realizar inversiones productivas en distintos negocios en los que no necesariamente se controla ni propiedad ni gestión, con el objetivo de hacer perdurar los valores y la continuidad de dicha familia en el tiempo.
  • La heterogeneidad de la empresa familiar ha llevado a que los académicos en economía, administración de empresas e historia empresarial se hayan acercado a las empresas familiares de maneras metodológicas muy diversas, con diferentes supuestos teóricos, fuentes, información y objetivos.
  • Se han analizado y estudiado los negocios familiares en el mundo bajo tres grandes ópticas diferentes.
  • Comparando sus negocios con empresas no familiares, para tratar de determinar si sus estrategias, organización y desempeño son realmente tan diferentes de las empresas no familiares como uno podría esperar, y por lo tanto si realmente existen empresas “familiares”.

Negocios familiares y familias empresarias en la era del crecimiento hacia fuera, 1870-c1930

  • América Latina se insertó a la primera economía global como exportadora de materias primas e importadora de productos manufacturados. La expansión del sector primario generó eslabonamientos en el conjunto de las economías, aunque con enormes diferencias al interior de América Latina.
  • En los países más favorecidos por la integración temprana a la economía global se desarrolló el mercado interno mediante la construcción de una red de transportes y la diversificación de las inversiones hacia actividades industriales, comerciales y de servicios.
  • Este crecimiento implicó, asimismo, una sostenida demanda de capacidades empresariales y gerenciales.
  • Durante la etapa del crecimiento “hacia fuera” (1870-1930c), las familias emprendedoras desempeñaron un papel central como impulsoras de los desafíos y oportunidades característicos del desarrollo capitalista temprano de América Latina.
  • Algunas de ellas han podido sobrevivir hasta el día de hoy y representan ejemplos notables de durabilidad y capacidad de adaptación.
  • Diversas ramas de familias como los Wiese (Perú), los Zambrano (México), los Yarur (Chile), los Braun (Chile), los Wolmann-Arrieta (Argentina), los Matte (Chile), los Edwards (Chile) y los Roshental (Honduras) siguen hoy activas, pues se fueron reconvirtiendo, mudando perfiles, creando nuevas empresas, aunque no todas con el mismo impacto que lograron sus antepasados.
  • Su know-how acumulado y sus redes de contactos les han permitido sobrevivir, y han influido tanto respecto de su capacidad financiera, como en los sectores en los que invierten y en las empresas con las que han establecido alianzas o fusiones.
  • Un segundo rasgo notable, sobre todo en las economías más grandes (Argentina, Brasil, México, pero también Perú y Colombia), es la alta diversificación de los negocios familiares, lo cual dio origen a los llamados grupos económicos diversificados.
  • En Perú, si bien los grupos se consolidaron más tarde, en los años 1960, algunas empresas surgieron en este primer período fundadas en gran medida por inmigrantes, y algunas de ellas estaban vinculadas entre sí no sólo por control accionario sino por otro tipo de alianzas, frecuentemente a través del matrimonio.
  • Durante este periodo, la mayoría de las empresas familiares peruanas se concentró en el sector agroindustrial (azúcar y algodón), el comercio y un grupo más pequeño en la industria.
  • La actividad empresarial siempre ha sido diversificada en términos de inversión, no solo entre los países de la región, sino también entre los sectores económicos de un país determinado y dentro de la cartera de inversiones y actividades empresariales de los empresarios individuales.

Negocios familiares y familias empresarias en la era de la industrialización sustitutiva, 1930-c1970

  • Esta etapa ha sido caracterizada en América Latina como de la industrialización liderada por el Estado (también llamada industrialización por sustitución de importaciones –ISI-).
  • En conjunto, abarca varias décadas –aunque con periodización desigual– en las que las economías de América Latina experimentaron cambios en términos de su estructura productiva y de su marco regulatorio. Ello fue el resultado, tanto de las transformaciones en el contexto internacional, como de la reorientación de las políticas públicas internas.
  • La industrialización no era un fenómeno nuevo en la región (particularmente en las economías más grandes, como las de Argentina o Brasil) y también cabe indicar que los sectores primarios de exportación continuaron teniendo un papel relevante en el proceso de desarrollo regional.
  • Pero en general, después de la Gran Depresión, surgió una nueva estrategia de desarrollo que combinó la promoción de la industrialización con una mayor intervención estatal.
  • Desde la década de 1940, la industrialización se transformó en política de Estado, con el fin de incrementar la autarquía de la economía, siguiendo los postulados de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
  • Ello se expresó en diversos tipos de medidas, entre las que se incluyeron altos aranceles, controles de cambios, controles de las importaciones mediante cupos y prohibiciones, ampliación de la oferta de crédito a la industria a tasas altamente favorables y regímenes de promoción sectorial y regional.
  • Como consecuencia, y en un escenario global cada vez más complejo, las economías se cerraron más que en décadas anteriores.
  • Después de la Segunda Guerra Mundial, las políticas estatales a su vez promovieron el desarrollo de nuevas industrias, en particular las de bienes de capital intensivo e intermedios, con los objetivos de integrar la producción y reducir los desequilibrios en el sector externo.
  • En algunos países, estas políticas económicas incrementaron la participación de las empresas familiares en industrias tradicionales (como el cemento), pero también en otras nuevas (como la metalmecánica, el acero y la farmacéutica).
  • En toda América Latina, aunque con claras diferencias de escala y alcance, estas nuevas oportunidades abrieron la puerta a la creación de nuevas empresas familiares en actividades industriales.
  • En Perú, hasta la década de 1930, la mayoría de las empresas familiares pertenecían al sector agroindustrial (azúcar y algodón) y al comercio, y solo un número pequeño, a la industria. Sin embargo, durante el período 1960-1990, las grandes familias empresarias se movieron con más énfasis hacia el sector industrial o comercial. Caso que demuestra que la actividad económica del grupo familiar podía cambiar si aparecían mejores perspectivas de inversión en otros sectores o si la familia necesitaba protegerse de alguna acción del Estado.
  • En el mismo caso del Perú, se ha propuesto –y en tanto fue una etapa particularmente convulsa en términos políticos y económicos– que las grandes familias buscaron elaborar estrategias de inversión para cubrirse de los riesgos que la implementación de políticas económicas pudiera traer.
  • Parte importante de estas tácticas fue la diversificación de las inversiones (entre ellas, a la industria) y la vinculación con el capital financiero para poder afrontar las crisis de liquidez. Esto, además, aumentaba su tamaño, y con ello el poder de negociación frente al gobierno de turno. Claro que también trajo un recambio de los actores más importantes entre uno y otro período.
  • En estos años, también se fundaron empresas constructoras que se convertirían en actores dominantes en el siguiente período, como la brasileña Norberto Odebrecht y la peruana Graña y Montero que surgió en 1933.
  • En general, la gran empresa familiar de América Latina tuvo que adaptarse a una nueva etapa, y fue determinante en su supervivencia la capacidad para adaptarse y beneficiarse de las políticas de industrialización, en tanto fueron cambiantes y no siempre coherentes. Fue importante implementar nuevas estructuras organizativas en el contexto de una economía más cerrada y regulada.

Negocios familiares y familias empresarias en la segunda economía global 1980-c2010

  • En la década de 1970, comenzó un nuevo período de reformas económicas en América Latina. Varios hechos contribuyeron a este nuevo cambio de paradigma en América Latina.
  • El rápido crecimiento de Asia, basado en las exportaciones de manufacturas, condujo a una revaluación del modelo de desarrollo vigente.
  • La crisis de la deuda de los años ochenta fue fundamental para invertir el consenso anterior: el gobierno fue visto por algunos sectores como un obstáculo para el desarrollo, mientras que el sector privado se erigía como el actor principal; el comercio exterior (exportaciones), como motor del crecimiento; y la inversión extranjera directa, como una prioridad.
  • El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional promovieron esta nueva agenda de reformas. Sin embargo, no se trató de un proceso lineal, sino de una gran diversidad de políticas entre los países, que implicaron muchos avances y retrocesos.
  • La diversidad fue evidente tanto en los modelos de gestión macroeconómica como en la velocidad y alcance de algunas reformas estructurales.
  • Durante esta etapa se produjo un primer intento de liberalización y desregulación de la economía, con lo que se puso fin gradualmente al período en que la industrialización había sido una política estatal sostenida.
  • En este contexto disruptivo hubo casos de éxito, pero también de fracasos e incertidumbre para las empresas familiares. En Chile, la dictadura militar de Augusto Pinochet, quien asumió el poder en 1973, condujo a un giro de 180 grados en la estrategia económica chilena –y también en las relaciones con los empresarios– por medio de la adopción de políticas de mercado, privatizaciones a gran escala, liberalización financiera y desregulación de los mercados.
  • Para adaptarse al nuevo contexto, que implicaba entre otras condiciones la reducción de aranceles, las empresas debieron encarar procesos de ajustes internos, racionalización de operaciones y aplicación de nuevas técnicas de gestión administrativas, en muchos casos como un movimiento defensivo para enfrentar la apertura comercial.
  • En los noventa, luego del aprendizaje de la crisis de 1982 y ante la aplicación de las mencionadas políticas neoliberales (o de reforma), se observa una conducta más activa aún en la búsqueda de oportunidades de negocios entre las empresas familiares, facilitada por las condiciones de una mayor estabilidad de precios, aflojamiento de restricciones financieras y disponibilidad de insumos y bienes de capital.
  • En Perú, los primeros años de la reforma del mercado fortalecieron a las empresas extranjeras, las que se beneficiaron de las privatizaciones e invirtieron directamente en el sector primario de exportación, sobre todo en la minería.
  • Algunas familias emprendedoras de este sector, como el Grupo Benavides, comenzaron en los años noventa a implementar políticas de alianzas estratégicas o joint ventures, con el objetivo de obtener capital para grandes proyectos mineros, como Yanacocha con la empresa New Mont.
  • Una estrategia para sobrevivir fue también convertirse en socios menores de las multinacionales mediante el proceso de adquisición de empresas privadas.
  • Para otras familias empresarias, no fue fácil competir ante la afluencia masiva de empresas extranjeras. Un resultado fue el notable aumento de las adquisiciones extranjeras.
  • En Perú, cinco de los diecinueve grupos económicos peruanos quebraron (Galski, Lucioni, Nicolini, Picasso Salinas, Wiese); dos fueron absorbidos por empresas extranjeras (Bentín y Wong); y tres (Piaggio, Piazza y Wu) vieron sus posiciones económicas degradadas.
  • En el caso argentino, hubo también un importante proceso de venta y transferencia de activos locales hacia empresas extranjeras, lo que ha sido motivo de debate. Para algunos autores, el contexto abierto por las reformas de los años noventa –en el marco de una economía internacional en que la competencia se hizo mucho más globalizada– fue incierto y difícil de controlar por parte de los grupos locales, incluso más que otros de las décadas previas.

Crisis, supervivencia y perdurabilidad

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