Indicadores de la Gestión Logística . Eficiencia y Productividad de los Procesos Logísticos

Indicadores de la Gestión Logística

Eficiencia y Productividad de los Procesos Logísticos

Lo que no se mide no se puede controlar y lo que no se puede controlar no se puede mejorar (Thomson, 1907). En esto radica la importancia de contar con elementos de gestión que permitan identificar actividades críticas de la operación logística con el fin de controlarlas y lograr mejorar los eslabones débiles para que se vea reflejado en la utilidad y eficiencia de la empresa.

El principal motivo de medir el mejoramiento de los procesos se relaciona con el análisis de los datos y el pronóstico de los resultados, para prever la ocurrencia de posibles dificultades, así como para identificar las oportunidades de mejora (Mora, 2008, p.3). A través de la evaluación de los indicadores se pueden conocer a fondo los procedimientos y por tanto abrir la posibilidad de optimizar las actividades de la cadena logística.

Los indicadores se convierten en una pieza fundamental de la organización puesto que, al enfocarse en su monitoreo continuo se pueden establecer los niveles o condiciones mínimos para la eficiencia de los procesos. La gestión de la calidad y productividad para medir el desempeño de una organización requiere de indicadores que interpreten las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas; aquí es donde está la relevancia de seleccionar los indicadores que sean realmente útiles para el desarrollo de las organizaciones.

Para lograr que un proceso tanto logístico como de producción sea exitoso es necesario implementar un sistema adecuado de indicadores para medir la administración de los mismos, con la finalidad de implementarlos en posiciones estratégicas que puedan reflejar un resultado óptimo a mediano y largo plazo.

Mora (2008) menciona que: “Actualmente, las empresas tienen grandes vacíos en la medición del desempeño de las actividades logísticas de abastecimiento y distribución a nivel interno (procesos) y externo (satisfacción del cliente final)” (p.79). Parte primordial donde las organizaciones tienen que enfrentar esta fragilidad para identificar los principales problemas y los posibles cuellos de botella que se presentan en la cadena y que impactan negativamente en la competitividad de las empresas en el mercado y finalmente en la pérdida de clientes.

Un factor clave en la gestión de los procesos logísticos es el conocimiento de su estructura, la identificación de las actividades asociadas a ellos y los recursos que requieren (personal, equipos, maquinaria, materiales, espacio, etc.), para que una vez que se identifique su magnitud se puedan cuantificar los recursos en términos de sus unidades de uso.

La medición de la gestión logística es un instrumento esencial desde la planeación de las operaciones a nivel interno y externo de las organizaciones que emplean los indicadores como regulador de control y benchmarking para su optimización continua (Mora, 2008, p. 109). Este proceso de comparación (benchmarking) busca contrastar la eficiencia y productividad de los procesos frente a los de los competidores o compañías que son líderes del mercado para encontrar los eslabones frágiles en su cadena de valor y adoptar las mejores prácticas.

Con esto las organizaciones pueden desarrollar sus estándares de calidad y servicio al enfrentarse a un mercado internacional mucho más competitivo y que requiere procedimientos más eficientes, con cadenas de abastecimiento que generen un mayor valor agregado, de modo que las relaciones con proveedores, clientes y todos los socios comerciales deben ser mucho más estrechas.

De acuerdo con lo anterior, los indicadores de gestión tienen un papel relevante dentro de la gestión logística, puesto que por medio de ellos se identifican los procesos cruciales de la operación y los puntos en los que se puede mejorar para alcanzar los objetivos organizacionales de satisfacer a todos los actores que conforman el ambiente de la organización.

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