Introducción a las Finanzas Corporativas ¿Por qué saber finanzas corporativas?
Alvaro CastilloEnsayo4 de Septiembre de 2015
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Introducción a las Finanzas Corporativas
Las finanzas corporativas o también llamadas las finanzas empresariales en la actualidad han ido tomando importancia por muchos factores, ya sea por el crecimiento de industrias, población, tecnología… Si bien muchos no tienen conocimiento de esto es momento de preguntarse el ¿Por qué saber finanzas corporativas? Pues no importa si se preguntan o no, pero lo que sí se sabe, es que deben de saber finanzas corporativas para poder enfrentar a esta sociedad moderna que demanda de la economía para poder sobrevivir en el mercado como empleador o empleado. Como dice (Berk & DeMarzo, 2008) no importa cuál sea el papel que juegue el lector en una corporación, es esencial que comprenda por qué y cómo se toman las decisiones financieras. Ya que hasta los mejores gerentes no son capaces de responder a los cambios por el hecho de no saber a cabalidad, tomar decisiones dentro de una corporación. La toma de decisiones para un financista en una corporación hoy en día, es de mucha responsabilidad es por ello que muchos escritores lo señalan a las finanzas corporativas como el ente que puede crear valor y mantenerlo a través del uso eficiente de los recursos financieros. Si las finanzas corporativas generan valor y mantenerlo, ¿Cuál es la manera correcta de generar valor? Porter & Kramer (2011) definen que “la manera correcta de generar valor compartido es implementar políticas y prácticas operacionales que mejoren la competitividad de una empresa al mismo tiempo que ayudan a mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde operan”.
Las finanzas corporativas necesitan de decisiones, tal como se puede ver líneas atrás, pero es necesario saber las características que tiene el elemento a emerger que en este caso es la corporación. Berk & DeMarzo (2008) menciona que “las característica distintiva de una corporación es que es una entidad artificial (Persona moral o entidad legal), definida en lo legal, es diferente de sus propietarios. Como tal, tiene muchos de los poderes jurídicos de las personas. Puede celebrar contratos, adquirir activos, incurrir en obligaciones y, además gozar de la protección de una constitución”. Debido a que la corporación es una entidad legal separada y diferente de sus dueños, es la responsable única de sus propias obligaciones. Sobre el tema específico y señalado vemos a dos variables incorporadas como dependientes una de otra para alcanzar los objetivos de una gestión financiera, por un lado vemos a las finanzas como actividades que tienen relación con el dinero (generar valor) mediante decisiones financieras; por otro lado vemos a la corporación que cuenta con cualidades favorables como el amparo legal y además es la única responsable de sus obligaciones. Entonces ya sabiendo las cualidades de estos elementos más utilizados dentro de un estudio a este tema, veremos sus objetivos y consecuencias de las decisiones.
Las Finanzas Corporativas o Finanzas Empresariales es la rama que se ocupa de las decisiones financieras de la empresa. Es decir, determina los flujos de fondos o dinero, su obtención y la distribución de ellos con el propósito de maximizar el valor de mercado de la empresa, maximizar la riqueza de los accionistas, maximizar el precio por acción común de la empresa, maximizar el valor descontado de los flujos futuros esperados, así mismo, maximizar el valor presente de los flujos de efectivo operativos netos futuros de la empresa, en pocas palabras, debemos identificar un objetivo general, que es maximizar el valor económico de la entidad (empresa) y un objetivo particular que es maximizar el valor de los accionistas (las cursivas son mías). Por ende, examinar y evaluar estos puntos antes mencionados en una corporación, brindará como resultado el incremento del valor de las acciones, esto significa que el mercado lo percibe de forma positiva. Entonces, el objetivo del equipo directivo de una empresa debe ser la máxima creación de valor posible, es decir, que la compañía valga cada vez más. Los directivos que persiguen este objetivo consiguen que sus empresas sean más saludables de manera económica lo que genera beneficios como economías más fuertes, mejores niveles de vida, y más oportunidades de empleo. Las empresas crean valor cuando el capital invertido genera una tasa de rendimiento superior al coste del mismo. El valor de la empresa viene representado por el valor de mercado de su activo; como es lógico, éste debe ser igual al valor de mercado de su pasivo que, a su vez, es igual a la suma del valor de mercado de sus acciones más el valor de mercado de sus deudas. Si tenemos en cuenta que, en condiciones normales, el valor del endeudamiento fluctuará en las cercanías de su valor contable, parece lógico pensar que la creación de valor en la empresa se reflejará básicamente en el aumento del valor de sus acciones o fondos propios. Éste depende de las decisiones de inversión, financiación y reparto de dividendos (cursivas son mías) que tome su equipo directivo. En palabras de Van Horne (1995) “la creación de valor se producirá siempre que el equipo directivo haga algo por los propietarios de la empresa que ellos no pueden hacer por sí mismos” Consecuentemente una mejor situación de la empresa implica que ésta puede acometer operaciones de endeudamiento para financiar sus inversiones, aunque en algunas ocasiones pueden existir conflictos de intereses entre la gerencia de la empresa (Directivos) y sus propietarios (Accionistas). Según Donaldson (1984) los objetivos de los directivos son supervivencia, independencia y autosuficiencia.
Y si hablamos de las decisiones tenemos que mencionar a los estados financieros ya que constituye el punto de partida para el análisis económico y financiero. Los estados financieros principales tienen como objetivo informar sobre la situación financiera de la empresa en una fecha determinada, y sobre los resultados de sus operaciones y el flujo de fondos por un periodo dado. Los estados financieros principales deben servir para tomas las decisiones de inversión la cual se centran en el estudio de los activos reales (tangibles e intangibles) en los que la empresa debería invertir. Las decisiones de financiación estudian la obtención de fondos (provenientes de los inversores que adquieren los activos financieros emitidos por la empresa para que la compañía pueda adquirir los activos en los que ha pensado invertir, en otras palabras consiste en determinar las mejores fuentes de financiamiento valga la redundancia, para lograr una estructura de capital óptima (Minimizar los Costos de los Recursos Obtenidos). Las decisiones de dividendos balancea aspectos cruciales de la entidad, por un lado, implica una remuneración al capital accionario y por otro supone privar a la empresa de recursos financieros, por lo que se puede decir que determina la relación económica entre la empresa y sus accionistas, entendiendo que aquí se establece el porcentaje de pago de utilidades obtenidas y esto es maximizar la riqueza de los accionistas, lo que conlleva a ser el objetivo de la empresa y por lo tanto de todos sus empleados en específico del Director Financiero. Añadiendo a estas decisiones, hay una más que muchos no la consideran pero que es bueno mencionarla, que son las decisiones directivas quienes palpan a las decisiones operativas y financieras del día a día como por ejemplo: el tamaño de la empresa, su ritmo de crecimiento, el tamaño del crédito concedido a sus clientes, la remuneración del personal de la empresa, etc. Todas estas decisiones deben de tener en cuenta al manejo eficiente de sus responsabilidades, como por la producción, manejo y flujo adecuado de la información contable y financiera, la administración eficiente del capital de trabajo, la selección y evaluación de inversiones a largo plazo, especialmente en lo relacionado con los activos fijos, la consecución y manejo de fondos requeridos por la empresa, la participación activa del administrador financiero en el desarrollo normal de la empresa, el manejo administrativo de las áreas de la empresa involucradas en la función financiera (Planeación, organización, dirección y control) sobre áreas como tesorería, mercadeo y ventas, la gerencia financiera, la gerencia administrativa, la gerencia de producción, la gerencia de talento humano porque sin ello sería dificultoso enfrentar problemas y decisiones tomadas en un objetivo (Chiavenato, 2004).
Muchos mencionan que las finanzas giran y muestran a las decisiones como un mecanismo para lograr el objetivo, lo cual puede estar bien, pero no se debe olvidar una parte importante de Correa Sanchez (2012) quien dice que “el estudio de las finanzas constituye una parte de la economía que se preocupa por dar énfasis y llevar a la práctica los conceptos económicos teóricos. Las finanzas corporativas o finanzas empresariales parten del conocimiento de las variables macroeconómicas y microeconómicas”. Las variables macroeconómicas establece el manejo de las relaciones con la estructura del sistema bancario, las cuentas nacionales, las políticas económicas internas y externas. Mientras que las variables microeconómicas, establecen aquellas relaciones que permiten conocer el funcionamiento de las empresas, su naturaleza funcional, el origen de su capital, su estructura de origen o naturaleza legal, las estrategias en la reducción de los costos, la administración de los riesgos del entorno, la planeación estratégica, la gestión del conocimiento o capital humano, la administración de los recursos físicos y financieros, las características de los productos y los servicios, la fijación de precios y su regulación, las estrategias de promoción y los canales de distribución”. Entonces se puede decir que El estudio de las finanzas constituye una parte de la economía que se preocupa por dar énfasis y llevar a la práctica los conceptos económicos teóricos. La escuela normativa americana señala que las funciones de la Dirección financiera de la Empresa giran en torno a la obtención de fondos y su uso, y consisten en dar una respuesta racional y adecuada a una serie de preguntas como saber ¿Cuál es el volumen total de activos que se debe invertir en cada período, y a qué ritmo debe crecer este volumen?, ¿Qué clase de activos debe adquirir la empresa? y ¿Qué fuentes de financiación debe utilizar la empresa y cuál debe ser la composición de ese pasivo? Esta actitud normativa establece, en primer lugar, las reglas para que las decisiones tomadas por los directivos en función de estas reglas sean óptimas para la consecución del objetivo fijado por la empresa. Por el contrario, la actitud positiva consiste en la actuación de los directores financieros para establecer posteriormente las reglas de actuación. Y todo ello nos lleva a pensar en los objetivos de la empresa. Se ha discutido mucho sobre cuáles son los objetivos de la empresa sin llegar a ningún acuerdo unánime. Tradicionalmente se ha fijado el objetivo de maximización del beneficio. Sin embargo, el concepto de beneficio es muy ambiguo, puesto que podemos considerar el beneficio anual, en los cinco próximos años, bruto, neto, asimismo los directores de la empresa pueden influir en su determinación modificando su política de amortizaciones u otras partidas. Todo ello ha llevado a una variación del objetivo, tan sólo en definición, éste es la maximización del valor de mercado de la empresa para sus accionistas, una vez cumplidas sus obligaciones en el marco de la normativa vigente. Para lograr su objetivo, la empresa deberá elegir la combinación más adecuada de inversiones, estructura de financiación y política de dividendos. Esta información sobre la rentabilidad y riesgo de la empresa, que llega a los inversores bursátiles, les hace apreciar más o menos unos títulos frente a otros. Sin embargo, la separación entre los propietarios de la empresa y los directores de la misma, algunos autores consideran que las decisiones de éstos últimos no van encaminadas a maximizar el valor de mercado de la empresa, sino a otros objetivos que les resultan más interesantes. Esta divergencia de objetivos será mayor cuanto más fragmentado y disperso sea el conjunto de accionistas. Una teoría mencionada por personajes muy conocidas llamados Cyert & March (1965), es la conductista. Éstos consideran que el conjunto de objetivos de la empresa es el resultado de las negociaciones entre las personas y los grupos que la componen, fijándose para cada objetivo un mínimo a alcanzar, con lo cual se abandona el principio de maximización. Estos dos autores citados introducen el concepto de "organizational slack" que viene a medir el excedente que recibe cada parte, que interviene o influye en la fijación de los objetivos, respecto al mínimo que desean para permanecer en la empresa.
Otros objetivos que pueden considerarse son la obtención de un nivel satisfactorio de beneficios, el de maximización del volumen de ventas, la maximización de la utilidad para los dirigentes asegurando previamente un nivel mínimo de beneficios, la supervivencia de la empresa, etc. Estos objetivos no son en absoluto incompatibles con el de maximización del valor de mercado de la empresa, e incluso podemos decir que la consecución de éste último lleva a la consecución de los anteriores. Además, para lograr el objetivo global de la empresa tenemos que establecer políticas y líneas de actuación de los diferentes departamentos lo que puede llevar a la aparición de conflictos sobre el cual de ellos tiene un peso más importante. Nosotros tomaremos como objetivo el de la maximización del valor de la empresa para los accionistas, lo cual no es incompatible con el resto de planes o políticas que se persigan.
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