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La Apertura De México Y La Paradoja De La Competitividad: Hacia Un Modelo De Competitividad Sistémica.


Enviado por   •  13 de Julio de 2015  •  1.444 Palabras (6 Páginas)  •  593 Visitas

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La política de cambio estructural y la estabilización macroeconómica son consideradas las estrategias de transición adecuadas para promover un crecimiento eficiente y competitivo de las empresas y la economía. El modelo es simple: en primera la apertura al exterior permitirá que la competencia internacional obligue a las empresas a ser competitivas y así, el mecanismo de precios del mercado favorecerá una asignación más eficiente de recursos y la visualización de un patrón de especialización en el comercio internacional basado en las ventajas competitivas.

México ha realizado acuerdos de libre comercio, pero esto no se ha reflejado en la eficiencia y la competitividad. El modelo exportador industrial es dinámico, aunque con bajo poder de arrastre porque esta desarticulado y concentrado en un solo mercado, hay pocas empresas y es de baja tributación. La razón fundamental es que se ha basado en una ventaja competitiva de mano de obra barata, importaciones baratas y aranceles bajos por el TLCAN, lo cual genera una competitividad temporal.

La paradoja de la competitividad

Hoy por hoy, México es uno de los países más abiertos y menos competitivos, de acuerdo con el último Informe mundial de competitividad 2000 se ubica en el lugar 43 entre 59 países.

El índice de competitividad (ICC) por Jefrrey Sachs y Andrews Warner como parte del Informe mundial de competitividad, mide los factores que contribuyen a sostener una tasa elevada del crecimiento PIB per cápita basado en tres indicadores con la misma ponderación: Índice de apertura al exterior; índice de competitividad del sistema financiero e índice de creatividad económica.

La competitividad macroeconómica

Los acuerdos de libre comercio de México facilitan las exportaciones; esto es considerado una ventaja competitiva. Sin embargo no significa un beneficio permanente o palpable para el país, también interviene la competitividad cambiaria. Esta competitividad tiene que ver no sólo con la apreciación del peso sino con la depreciación de otra monedas. Una política cambiaria flexible pero administrada es viable y más conveniente que una política de libre flotación. La apreciación o sobrevaluación del TCR genera un crecimiento del déficit comercial del país, pues significa un impuesto implícito al exportador y un subsidio implícito al importador por el mismo monto de la apreciación. El subsidio al precio del dólar no sólo frena la exportación y estimula la importación.

De igual forma hay que tener en cuenta que no es suficiente una macroeconomía con estabilidad de precios para generar un crecimiento competitivo con equilibrio externo, menos si la estabilidad de precios se obtiene mediante una apreciación del tipo de cambio real.

Sin duda, la estimación del índice del TCR tiene algunas dificultades prácticas reales, sin embargo la tendencia de la apreciación cambiaria es clara y consistente y su efecto en el déficit comercial no maquilador es evidente. En lo que respecta a la competitividad del sistema financiero México está ubicado en los últimos lugares. Esto se observa en las elevadas tasas de interés, la escasez y el alto costo del crédito, el elevado diferencial entre las tasas pasivas que recibe el ahorrador y las activas a que prestan los bancos.

La competitividad microeconómica

México, es sin duda una de los países con mayor dificultad para poder abrir una empresa. Porter argumenta que una ventaja competitiva de las empresas, depende más de la innovación de productos y procesos, que de la abundancia de mano de obra barata. Algo interesante dentro de la lectura es lo que señala Enrique García, presidente de la Corporación Andina de Fomen “La macroeconomía no crea riqueza, pero sí puede destruir la riqueza y a las empresas”. El problema de la anti competitividad macroeconómica con ausencia de una visión de competitividad sistémica conduce a errores de política cambiaria y genera el fenómeno de la enfermedad holandesa, como lo llama Max W. Corden. De igual forma en el modelo de competitividad sistémica, la competitividad macroeconómica no sólo significa inflación baja (6.5% en México) sino un tipo de cambio real competitivo de manera permanente y baja volatilidad cambiaria. Entraña también competitividad financiera, fiscal y de crecimiento estable y sostenido de la demanda agregada. Por otra parte El modelo de industrialización sustitutiva de importaciones se basó en una política industrial con tres pilares fundamentales: protección, regulación y fomento. El modelo funcionó durante cuatro décadas (1940 a 1980), la economía creció 6.5% anual y la industria alcanzó una fase superior, pero el modelo se agotó en 1976 y entró en crisis en 1982 por las siguientes razones: 1) la sobreprotección fue excesiva; 2) la sobrerregulación de los mercados dio lugar a monopolios y oligopolios. y 3) el

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