La Economia
julianamarinz9 de Agosto de 2014
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LA CRISIS DEL SUDESTE ASIÁTICO Y LA CRISIS RUSA
La crisis económica de los tigres asiáticos iniciada en 1997 ha sido una de las más traumáticas que se han vivido en el mundo en los últimos años y una de las que mas ha tenido alcance en cuanto al número de países afectados se refiere. Colombia no escapo a esta crisis, por el contrario se vio gravemente desfavorecida por los efectos negativos de la misma, a tal punto que la crisis económica en nuestro país de 1999, es considerada por muchos analistas, como el mayor desastre económico en la historia colombiana contemporánea.
Con la inserción de nuestro país al proceso de globalización y con la consecuente apertura económica, Colombia se vio obligada a dejar su papel aislacionista en la economía mundial y empezó a participar activamente en el juego de la economía mundial. La inserción mas activa en la economía mundial, que en un principio se presentó como la mejor forma para mejorar la productividad y los ingresos del país, resultó siendo un dolor de cabeza durante los primeros años de este proceso aperturista debido a que el país no estaba preparado para ser lo suficientemente competitivo frente a la competencia mundial y porque su estructura económica general no estaba adecuada para afrontar los nuevos desafíos que suponían la apertura económica. No todos los efectos de la apertura económica fueron negativos, nuevas realidades como la ampliación en las posibilidades de consumo, sumada a una mayor posibilidad de financiamiento proveniente del exterior, fueron algunos de los efectos positivos que generó la globalización para Colombia.
Los efectos tanto positivos como negativos del proceso de apertura económica emprendida por nuestro país a finales de los años ochenta y principios de los noventa, han sido determinantes para explicar la evolución económica de nuestro país desde la década pasada. Los procesos inflacionarios, las reformas tributarias, los ciclos económicos del país y sus crisis económicas durante los últimos quince años tienen como causa principal el proceso de apertura y de globalización, el cual ha hecho que el país, en últimas, sea hoy en día más vulnerable a los efectos producidos por los sucesos económicos que se presentan en todo el planeta.
Unos de los sucesos más importantes en el ámbito de economía internacional que se ha presentado en los últimos años, ha sido el de la crisis económica de los tigres asiáticos. Para poder entender como afecto esta crisis mundial a la economía colombiano, es necesario remitirse a los orígenes mismos de la crisis, es decir en el interior de Tailandia, ver sus causas primarias, su proceso de evolución y finalmente como llegó a afectar la economía de un país tercermundista como Colombia.
Vale la pena aclarar que los tigres asiáticos son aquellos países del sudeste asiático que han tenido un crecimiento económico sobresaliente desde los años setenta, y cuyos productos manufacturados han penetrado los mercados internacionales y han influido en los cambios registrados en la producción a nivel mundial. La importancia actual de los tigres asiáticos (Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, Singapur, Indonesia, Filipinas y Malasia), es que han dejado de ser simplemente receptores de inversión extranjera directa y han pasado a ser exportadores de capital hacia el resto del mundo.
Como lo indica su nombre, la crisis del sudeste asiático empezó en esa región y más específicamente en Tailandia. El 2 de Julio de 1997, estalla una crisis financiera sin precedentes, la cual comienza con una salida de capitales o una liquidación por parte de los especuladores extranjeros en divisas, lo cual genera en la semana siguiente una devaluación en un 15% del Bath (Moneda Tailandesa). Otras monedas del Sureste asiático como el peso filipino, el ringgit malés y la rupia de Indonesia, experimentaron también una gran devaluación producto de un efecto domino en la región. En menos de treinta días, las devaluaciones llegaron a un 32%.
La crisis en el sudeste asiático no tiene como precedente único la devaluación en las monedas de esa región, sino que tiene como causa más sobresaliente el proceso de globalización emprendido por los tigres asiáticos desde los años setenta. Mientras que países como Corea del Sur, Hong Kong y Singapur adelantaron su proceso de apertura de manera eficiente convirtiendo sus exportaciones de materias primas a bienes con un alto valor agregado, países como Tailandia, Indonesia o Filipinas se vieron obligadas a insertarse a la globalización como simples productores de bienes primarios y de poco valor agregado. Las diferencias entre el proceso de apertura de los países del sudeste asiático se debió al apoyo que obtuvo de Estados Unidos las economías que exitosamente sortearon la globalización, países como Corea del Sur por ejemplo, crearon prácticamente un monopolio en lo que se refiere a la producción de bienes con alto valor agregado y se convirtieron en los mayores receptores de inversión extranjera directa. Por su parte los nuevos tigres asiáticos como Tailandia o Indonesia siguieron dedicados a la exportación de materias primas y de productos primarios como el arroz que hacían que su cuenta corriente fuera negativa. Mientras que Corea del Sur y Hong Kong recibían inversión extranjera directa, Tailandia y los nuevos tigres asiáticos sólo recibían inversiones especulativas, las cuales podrían fugarse en cualquier momento de esos países y no solucionaban el déficit de los mismos.
El déficit en la balanza de pagos de países como Tailandia se daba porque sus importaciones, intensivas en capital y en tecnología, eran más costosas que sus exportaciones de materias primas. Para cubrir este déficit Tailandia pretendió ofrecer unas tasas de interés por encima del 30% para atraer inversionistas que pudieran financiar sus gastos. La imposición de una tasa de interés del 35% en 1996 hacia parte de unas políticas desesperadas para aumentar sus ingresos y reducir su déficit presupuestario. El primer efecto que se generó al ofrecer tasas de interés del 35% fue la de un aumento de los flujos de capitales hacia los países de esa zona.
Los gobiernos de Asia del Sureste habían Estado asediados no solamente por un crecimiento del comercio y de los déficit en las cuentas corrientes sino que también por los déficit presupuestarios. Una insuficiencia en los ingresos de los impuestos y tasas presiona a esos gobiernos a liquidar los bienes del Estado, lo que les permitió obtener ingresos no renovables. Llevados por un desaliento constante, ellos emiten de las obligaciones del Estado o bonos de tesoro provistos de tasas de interés extraordinariamente atractivas ya que ellas llegaban hasta el 35%. Ellos se convirtieron en blancos perfectos para de los especuladores. “Los flujos totales de capitales hacia Asia del Este solamente por el año 1996 (justo antes del desencadenamiento de la crisis del Sureste asiático) se elevaban a 156,8 mil millones de dólares americanos, es decir tres veces más que en 1990. Los tres cuartos, a lo menos, de ese monto consistían en capitales especulativos antes que en inversiones directas” . El hecho de que la mayoría de este flujo de capitales fuera especulativo generaba la posibilidad de que cualquier coyuntura negativa hiciera que se presentara un flujo masivo de capitales, situación que finalmente fue el detonante de la crisis en el sudeste asiático.
La composición de los capitales que entraron a las economías de los nuevos tigres asiáticos, estaba conformada mayoritariamente por inversiones japonesas y de la Unión Europea. “La parte de Japón en el mercado de capitales del conjunto de Asia del Este y de Asia del Sureste en particular (especialmente en Tailandia, en Filipinas, en Malasia y en Indonesia) era respectivamente de 35,4 y 43%. Por el contrario, la parte de los Estados-Unidos no era que apenas de 6,3 y 10,3%. Los países de la Unión europea tomaban el resto a su cargo” .
Ya a mediados de 1997, cuando se presentó la fuga masiva de capitales que dieron inicio a quince meses de expansión de la crisis a gran parte del planeta, la coyuntura de estos países hacia insostenible la situación económica y el inicio de la crisis fue inevitable. Las economías de esa zona crecían de forma desbocada, las importaciones eran altísimas, había una merma de la competitividad internacional representada en el aumento en los costes salariales por encima de la productividad, el retraso tecnológico de Tailandia, Filipinas e Indonesia, la escasez de mano de obra en Tailandia y un exceso en la capacidad productiva mundial, hicieron que la crisis estallara finalmente el 2 de Julio de 1997.
En un principio se creyó que esta crisis se iba a solucionar rápidamente debido a que no se evidenciaban grandes problemas estructurales en los países del sudeste asiático, fueron muy pocos los que llegaron a creer que la crisis de los tigres asiáticos alcanzaría los efectos tan amplios que llegó a tener finalmente. Para explicar el porque de esta expansión a nivel mundial se puede citar la importancia de las devaluaciones competitivas, es decir, que los países devaluaron sus monedas pretendiendo atraer mas inversionistas al país pero en últimas afectaron sus economías internas al hacer mas caras las importaciones y perjudicar la cuenta corriente. La expansión de la crisis a nivel mundial también se dio por la actividad de los fondos especulativos que ponían sus capitales en economías emergentes y que los retiraban en cualquier momento, lo cual generaba cambios bruscos en la liquidez de las economías que se traducía en un estancamiento de la producción. Otra causa posible de la expansión
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