La Polar

La Polar

La Polar es una sociedad anónima administradora de muchas tiendas destacadas en Chile y en Colombia.

Esta tienda nace el 1920 como una sastrería en lo que hoy es conocida como estación central y ya el 1953 este negocio crece y se convierte en una tienda al ofrecer muchos productos a los clientes chilenos, creando una expansión en varios locales para convertirse en una cadena de grandes tiendas, al igual que otras de gran importancia en la actualidad en nuestro país y en el extranjero, como los son Falabella, París y Ripley. Al formar esta gran expansión de locales y su crecimiento como empresa el 1985 y 1986 comienzan su negocio en locales ubicados en el centro Santiago, en el año 1989 la tienda comienza a implementar la tarjeta de crédito para sus clientes para que así ellos puedan acceder a una buena facilidad de pago a través del crédito en compras en toda la cadena de locales La Polar. Más tarde en el año 2002 a través de una tienda virtual que crearon en internet comenzaron a establecer alianzas con otras empresas permitiendo el uso de la tarjeta de crédito en sus distintos locales de tienda, esto produjo un aumento de gran importancia en sus ganancias creciendo significativamente sus ingresos obteniendo en nuestro país una cuenta con 12 locales, 24.100 m2 y 350.000 clientes con tarjeta.

Debido a su rápido crecimiento económico la empresa la Polar se expandió obteniendo distintos logros como lo fue el 2003 en ese año la empresa inició la transacción de sus acciones en la Bolsa de Comercio de Santiago. En 2007 la tienda la Polar comienza a participar en centros comerciales luego de una alianza con Mall Plaza. Ya en 2010, La Polar llega a obtener 40 tiendas y una superficie de 160.000 m². En el año 2008 se comenzó con la internacionalización de la empresa, sus primeros pasos hacia el extranjero fueron Colombia, lo que se concretó en 2010 cuando inauguraron su primera tienda en uno de los principales centros comerciales de Bogotá el Centro Mayor. En 2011, se creó la segunda tienda en Colombia, en la ciudad de Medellín, ubicada en el sector Carabobo. En 2012 se inauguraron otras dos tiendas en las mismas ciudades, una en el sector de Floresta en la capital colombiana y otra en el sector Molinos de la capital antioqueña, así fue creciendo esta tienda denominada La Polar.

Comienzo de la gran polémica de La Polar

Luego de esos buenos años de crecimiento y expansión económica, la tienda La Polar sufre un dilema ético. Todo comenzó cuando la tienda fue acusada durante el año 2011 por el abogado Andrés Sepúlveda Jiménez quién presentó un informe ante las autoridades regulatorias que acusaba la existencia de repactaciones unilaterales a distintos clientes que habían pedido créditos a la empresa, todo esto fue de forma masiva con el fin de aumentar su ganancias. El caso adquirió una amplia propagación luego de que el Servicio Nacional del Consumidor presentase una demanda colectiva por el reclamo de muchos clientes que acusaban repactaciones unilaterales. El caso generó una crisis de grandes proporciones, muchos directivos de la empresa renunciaron sin poder sobrellevar el dilema y las acciones de la Polar llegaron a alcanzar el valor más bajo en muchos años de su existencia en nuestro país, ante toda esta problemática la Superintendencia de Valores y Seguros presentó una querella a 18 ex directivos y al ex auditor de la compañía por no cumplir debidamente el deber que como profesionales tenían en esas circunstancias.

Los afectados no solamente fueron las personas que estaban atrasadas con sus deudas, sino que también fueron los clientes que tenían el pago de su deuda normalizada, la cifra real de los estafados alcanzó aproximadamente los 5 millones de chilenos perjudicados. Esto porque está estimado que un delito de esta envergadura afecta sin duda a toda una familia y, en promedio, en nuestro país los integrantes de un núcleo son cinco, esto produjo grandes crisis en muchas familias debido a que hubieron bastantes personas que quedaron sin trabajo o bien tuvieron que endeudarse aún más para pagar a la tienda La Polar. Así, con estos datos, los engañados son una gran cantidad de chilenos, convirtiéndose de paso en la mayor estafa ocurrida en nuestro país en toda su historia.

La repactaciones unilaterales consistía en renegociaciones de las deudas, renovando el crédito actual, colocando nuevos intereses, este proceso lo realizaban con el fin de que en los registros contables no se presentasen pérdidas, sino ganancias. De todo este asunto los clientes no tenían ningún conocimiento de la acción que realizaba la empresa, sino solamente la tienda La Polar tenía noción de ello.

Durante el proceso de amplias investigaciones la tienda reconoció que utilizaban un software computacional que funcionó entre 2008 y 2009, éste que repactaba las deudas de los clientes de forma unilateral modificando así la morosidad de muchos clientes, quienes por supuesto ignoraban lo que ocurría con sus cuentas, ya que nunca se les consultó si necesitaban repactar, ni los montos, ni nada, lo que modificaba los resultados de la compañía mostrando siempre ganancias para la empresa, este sistema fue denominado como normalizaciones o renegociaciones en línea, el cuál era programado de manera que realizara las repactaciones de manera automática.

También existía otro método de repactación usado por esta entidad el cual consistía en que los supervisores le entregaban a los ejecutivos para ser normalizada una cartera de aproximadamente 1000 clientes. Solamente los supervisores realizaban de forma ordenada su trabajo cumpliendo órdenes de sus superiores, pero en el caso de los ejecutivos cuando comenzaban a ordenar los documentos, los manipulaban como ellos encontraban que era la mejor forma de aumentar las ganancias de la empresa colocando nuevos intereses bastante altos, con el único fin de alcanzar las metas, ya que la tienda les entregaba un bono a sus trabajadores medida que aumentaban los ingresos de La Polar.

Otro método utilizado por La Polar fue el proceso denominado como bicicleteo, que básicamente consistía en convertir, a un cliente moroso, en una ganancia para la compañía. La empresa renegociaba todo lo que tenía pendiente con sus clientes como los son intereses, moras, gastos de cobranza y otros, luego todo eso se registraba como pagado por un crédito nuevo y de mayor cantidad de dinero. Así la empresa, no sólo termina en un corto plazo con la morosidad del cliente, el cual estaba registrando una pérdida, sino que después de este proceso es registrado como una ganancia financiera, obteniendo nuevos ingresos para La Polar, a través de los intereses.

Caso

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