La comercialización de materiales reciclables

1El tratamiento y el destino final de los residuos sólidos municipales (RSU) en Brasil ha sido un problema a la espera de una solución para aliviar los impactos negativos ambientales y de salud pública, ya que casi todos los MSW recolectados se vierten en vertederos y vertederos cubiertos. Específicamente en Campinas, una metrópoli con más de un millón de habitantes, el relleno sanitario local se cerró desde 2014 y, desde entonces, los RSU recolectados se vierten en el vertedero perteneciente a una ciudad vecina. En un intento de contribuir a la solución del problema, los autores elaboraron dos escenarios para el tratamiento de residuos con recuperación de energía e inclusión social. Los datos de caracterización más recientes del municipio se utilizaron para evaluar los dos escenarios propuestos de incineración y biodigestión y reciclado del 20 por ciento de los materiales reciclables disponibles.Los resultados comparativos indican que la biodigestión y la incineración pueden generar electricidad suficiente para el 1% y el 39% de las residencias de Campinas, respectivamente. La comercialización de materiales reciclables corresponde a 1120 salarios mínimos nacionales, lo que es suficiente para mantener las doce cooperativas de recicladores. A partir de la evaluación comparativa, los autores creen que la incineración y el reciclaje pueden ser una posible solución para  minimizar el problema de los RSU en la ciudad.

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Palabras clave

Residuo sólido

Reciclaje

Incineración

Biodigestión

Energía

Económico

Emisiones

Introducción

El aumento de la población mundial, las innovaciones tecnológicas y los profundos cambios en los hábitos y patrones de estilo de vida en las últimas décadas estimularon el consumo con un fuerte reflejo en la tasa de generación de desechos sólidos. Las estimaciones del Banco Mundial [1] muestran los desechos sólidos generados diariamente de aproximadamente 1,3 × 10 9 toneladas con un aumento de la perspectiva de aproximadamente 2,2 × 10 9 toneladas hasta 2025. Los desechos sólidos deben recolectarse diariamente y tratarse adecuadamente para cuestiones sanitarias y de salud pública. es una de las mayores dificultades que enfrentan actualmente las autoridades públicas, principalmente en los países en desarrollo [2] ,[3] .

WHO / UNICEF [4] informa que muchas ciudades en el mundo aún no tienen una solución adecuada para sus desechos sólidos. En Brasil, por ejemplo, la mayoría de los 5570 municipios disponen de sus RSU en aproximadamente 4200 vertederos (cubiertos y descubiertos). La disposición de RSU en vertederos es un problema grave debido a los riesgos para la salud pública debido a las emisiones y la contaminación del agua subterránea y del suelo [4] , [5] . La ONU estimó una pérdida anual del Producto Interno Bruto (PIB) de los municipios del 3% al 7% debido al saneamiento público inadecuado, que afecta principalmente a la población pobre en los países en desarrollo [6] .

Además de los impactos negativos sobre la salud pública y el ecosistema, el tratamiento inadecuado de los RSU también contribuye al calentamiento global.Durante la descomposición, los desechos orgánicos liberan gases ofensivos ambientales, principalmente metano (CH 4 ) y dióxido de carbono (CO 2 ) denominado como gases de efecto invernadero (GEI). El poder de calentamiento de CH 4 es 28 veces más que el de CO 2 [7] . Las emisiones mundiales de vertederos representan el 11% de las emisiones antropogénicas [8] . De acuerdo con el IPCC [9], los gases liberados en la atmósfera están aumentando desde 1950 causando el calentamiento de nuestro planeta. Los resultados son cambios climáticos, observados por el calentamiento del agua de los océanos, el aumento del nivel del agua del mar, el derretimiento de los icebergs y los bloques de hielo. Los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) alertan sobre las posibles consecuencias drásticas y proponen recomendaciones relevantes y urgentes para aliviar estos problemas [9] . Por lo tanto, la reversión de esta situación es el mayor desafío del siglo XXI.

La ruta hacia la sostenibilidad local y global requiere, en general, cambiar el paradigma de la sociedad para adoptar prácticas individuales y colectivas adecuadas comenzando con sus propios residuos generados [3] , [10] , [11] . Las mejores acciones son siempre las buenas iniciativas, como las 3R (Reducir, Reutilizar y Reciclar) y los tratamientos térmicos o biológicos del resto de RSM para producir energía y neutralizar sus efectos ofensivos ambientales. La literatura es rica en estudios relacionados con el potencial energético, económico y ambiental de los residuos sólidos que, si se los trata adecuadamente, pueden tener una gran contribución al bienestar general, la inclusión social y la salud pública [12] , [13] , [14].

Los investigadores como Lino e Ismail [2] , Lino [3] , Reddy [10] , Rada [14] , Jones[15] , maíz [16] , Rada et al [17] , [18] , Ozbay y Durmusoglu [19 ] , Consonni et al.[20] y muchos otros defienden la idea del tratamiento de los RSU para la producción de energía y también como un mecanismo para la inclusión social. Las experiencias relacionadas con el tratamiento térmico y la biodigestión de RSU con generación de energía y reciclaje se informan en países de Asia, Europa y América [2] , [14] , [21] ,[22] , [23] , [24] , [25] ] , [26] , [27] , [28] , [29] .

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