La mínima Unidad Productiva En Una Organización No Es El Individuo

La mínima unidad productiva realmente indivisible (atómica) en una organización es el equipo de proyecto. Una empresa es un conjunto de personas organizadas en pequeños grupos donde cada uno de los integrantes de cada uno de esos grupos guardan un fin en común.

Desde los equipos que conforman el área de ventas hasta los de producción, pasando por los de marketing, cada equipo es una célula que da vida a ese gran sistema llamado organización.

El éxito de la empresa está íntimamente ligado al éxito de esos pequeños equipos, uno a uno suman y dan por resultado la forma en la que la organización trabaja, la suma de sus limitaciones derivan en las limitaciones organizacionales, así como sus virtudes conforman las grandes virtudes de la organización.

El lector podrá preguntarse porque repito el concepto de “equipos de proyecto”. Y esto es debido a que el real éxito organizacional depende del éxito de esos pequeños proyectos que tienen entre manos los diferentes equipos de la organización. Con esto no hago referencia a que las personas siempre deban de cambiar o que no aplique en puestos de permanencia indefinida. Así se trate de un área que se encarga de administrar las compras de la empresa donde las personas que trabajen ahí sean las mismas y se encuentren empleadas por un tiempo indefinido, siempre existirán pequeños proyectos con un inicio y un fin.

Por ejemplo, imaginemos que se aproxima un proceso de auditoría externa que tendrá una duración de tres semanas y donde una sección será el auditar las compras de la empresa, proceso que deberán de soportar estas personas (un equipo en el área de compras), pues en este momento parte del éxito organizacional depende del éxito que tengan estas personas en este proyecto. Por definición un proyecto se da en un espacio de tiempo único y tiene un entregable definido en ese tiempo, es decir, es evidente que el medir si fracasó o fue exitoso es algo factible.

Desde la administración del correcto registro de un nuevo proveedor de la empresa, hasta el diseño del planeamiento estrátegico de los siguientes dos años de la organización, todos son proyectos que son diseminados por toda la organización con un presupuesto asignado y un tiempo establecido. Definitivamente no todos tienen el mismo grado de criticidad para con la empresa, pero todos suman algo hacia el logro del objetivo organizacional.

Repito, el éxito organizacional depende directamente de la conjunción del éxito de estos equipos en esos proyectos, por otro lado, el fracaso organizacional (pérdidas, lentitud en los procesos, sobrecosteo de actividades, disminución en ventas) no es más que un conjunto de fracasos por parte de diferentes equipos en diferentes proyectos de la organización.

Por otro lado, es también cierto que estos equipos hasta cierto punto segregados por tener objetivos principales diferentes, pertenecen a un mismo ente y por ende responden al logro de un gran objetivo en común a nivel organizacional, sin embargo no podemos esperar que equipos desalineados internamente logren integrarse a través de áreas y llegar a un nivel de comprensión global de la realidad operativa y de proceso de la cual forman parte.

Adicionalmente, es también cierto que cada individuo responde a objetivos personales y percibe desde su punto de vista el clima organizacional y todo su alrededor en general. Aún así, la real unidad de producción, de real creación y aporte de valor ante la cual siempre debemos estar atentos son los equipos de proyecto.

Hace unos años diseñé un ejercicio práctico para demostrar esta atomicidad de los equipos de trabajo en una organización.

Al iniciar un nuevo año, en una empresa de aproximadamente 300 personas, en la cual formaba parte de la mesa directiva, realicé la propuesta de entregar un bono especial a las tres primeras áreas que habían conseguido el mayor

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