La perspectiva de capacidad dinámica

La perspectiva de capacidad dinámica

La perspectiva de capacidad dinámica amplía el argumento de vista basada en recursos en Cómo abordar los recursos valiosos, raros, difíciles de imitar e imperfectamente sustituibles. Se puede crear y cómo se puede actualizar el stock actual de recursos valiosos en ambientes cambiantes. El concepto de capacidades dinámicas surgió en la década de 1990, y en el campo ha avanzado considerablemente desde que este documento presenta una revisión, así como una síntesis de La literatura existente. Esta síntesis primero destaca, que las capacidades dinámicas están conformadas por habilitar e inhibir variables dentro y fuera de la empresa, incluidas las percepciones y motivaciones de los directivos; en segundo lugar, identifica procesos que crean capacidades dinámicas; y en tercer lugar, explica que las capacidades dinámicas no conducen automáticamente al rendimiento mejoras Finalmente, el documento aborda algunas áreas de confusión y contradicción que obstaculizar el desarrollo de la literatura.

El campo de la gestión estratégica se ocupa en gran medida de cómo las empresas generan y mantienen una ventaja competitiva. La visión basada en recursos (RBV) sostiene que los recursos que son simultáneamente valiosos, raros, imperfectamente imitables e imperfectamente sustituibles (VRIN) son una fuente de ventaja competitiva (Barney 1991, 1995). Los supuestos subyacentes en los que se basa el RBV de la empresa son que los recursos son heterogéneos en todas las organizaciones y que esta heterogeneidad puede sostenerse con el tiempo. Es una teoría para explicar cómo algunas empresas pueden obtener super-beneficios en equilibrio y, como tal, es esencialmente una visión estática (Barney 2001a, b; Priem y Butler 2001; Lockett et al. 2009). No aborda específicamente cómo se podrían crear recursos futuros valiosos o cómo se puede actualizar el stock actual de recursos VRIN en entornos cambiantes: esta es la preocupación de la perspectiva de capacidad dinámica. Se argumenta que esta perspectiva es una extensión de la RBV; comparte suposiciones similares (Barney 2001b) y nos ayuda a comprender cómo evoluciona el stock de recursos de una empresa a lo largo del tiempo y, por lo tanto, cómo se mantiene la ventaja. La perspectiva de capacidad dinámica se centra en la capacidad que tiene una organización que se enfrenta a un entorno que cambia rápidamente para crear nuevos recursos, renovar o alterar su combinación de recursos (Teece et al. 1997), y reconoce que "el equipo de la alta dirección y sus creencias acerca de la evolución puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de capacidades dinámicas "(Rindova y Kotha 2001, 1274).

La forma en que las empresas cambian, mantienen y desarrollan la ventaja competitiva y la captura de valor son preocupaciones críticas tanto para los profesionales como para los académicos y, si bien muchos campos abordan problemas relacionados con el cambio (por ejemplo, aprendizaje de la organización, cognición, innovación, etc.) ninguno, excepto la perspectiva de capacidad dinámica. se enfoca específicamente en cómo las empresas pueden cambiar sus valiosos recursos a lo largo del tiempo y hacerlo de manera persistente. Por eso la perspectiva está atrayendo cada vez más atención. Cada vez más artículos de revistas, números especiales y presentaciones de conferencias se han dedicado a las capacidades dinámicas, y por lo tanto creemos que este es un buen momento para hacer un balance de esta literatura. Al hacer una pausa para revisar dónde estamos con este constructo, esperamos poder proporcionar alguna orientación sobre cómo los académicos pueden progresar en estas ideas a través de un mayor desarrollo empírico y conceptual, y mediante el desarrollo de recetas útiles para los ejecutivos.

Hacemos varias aportaciones en este trabajo. Primero, extraemos de la literatura los elementos necesarios que nos permiten desarrollar una comprensión profunda de lo que trata la perspectiva de la capacidad dinámica. Esto nos permite resaltar lo que está dentro de su alcance y lo que está más allá de él. En segundo lugar, revisamos algunas de las inconsistencias en la literatura y ofrecemos algunas sugerencias. Enfatizamos que las capacidades dinámicas no equivalen a una ventaja competitiva sostenible y que "dinámica" se refiere al medio ambiente en lugar de la capacidad. En tercer lugar, explicamos que las capacidades dinámicas y sus antecedentes son construcciones diferentes, y proporcionamos una lista de los principales "habilitadores e inhibidores" externos e internos que impactan en el despliegue de capacidades dinámicas. En cuarto lugar, evaluamos críticamente la utilidad del concepto en el campo de la gestión estratégica y, finalmente, sintetizamos la literatura y nuestro pensamiento en un modelo que se centra en la posición de las capacidades dinámicas en el proceso de creación de valor.

La figura nos permite considerar las capacidades dinámicas en el proceso de creación de valor de la empresa. Muestra los diversos impactos en el rendimiento que pueden tener, además de indicar variables moderadoras que afectan el despliegue de capacidades dinámicas. Nuestra síntesis de la literatura también nos lleva a la idea de que, aunque ha habido avances teóricos en este campo, todavía son preguntas bastante incompletas o sin respuesta. Esto reduce la capacidad del campo para impactar la práctica de gestión. Identificamos cinco preguntas clave al final del documento que podrían beneficiarse de algunas investigaciones teóricas y empíricas adicionales. Llegamos a la conclusión de que una perspectiva de capacidades dinámicas proporciona un enfoque valioso en los procesos de cambio dentro de la empresa. Sin embargo, debido a la falta de trabajo empírico y los problemas para derivar las prescripciones gerenciales desde la perspectiva, actualmente tiene una utilidad limitada.

El documento de trabajo de Teece et al. (1990) es probablemente la primera contribución que desarrolla explícitamente la noción de capacidades dinámicas. Escribieron (1990, 11) que "nuestra visión de la empresa es algo más rica que la visión estándar basada en los recursos ... no es solo el conjunto de recursos lo que importa, sino los mecanismos por los cuales las empresas aprenden y acumulan nuevas habilidades y capacidades, y las fuerzas que limitan la velocidad y la dirección de este proceso '. Estas ideas fueron publicadas formalmente por primera vez en 1994 por Teece y Pisano. Explicaron que la RBV no pudo proporcionar explicaciones sobre cómo algunas empresas exitosas demostraron 'capacidad de respuesta oportuna e innovación rápida y flexible de productos, junto con la capacidad de gestión para coordinar y redistribuir de manera efectiva las competencias internas y externas' (Teece y Pisano 1994, 537). ). Señalaron que es esencial considerar la naturaleza cambiante del entorno externo y, por lo tanto, el papel de la gestión estratégica, que se centra principalmente en "adaptar, integrar y reconfigurar las habilidades organizativas internas y externas, los recursos y las competencias funcionales hacia el entorno cambiante" ( 1994, 537). Su argumento se derivó de la constatación de que muchas empresas que alguna vez tuvieron éxito estaban luchando o fracasando a medida que cambiaban sus entornos; no pudieron adaptarse con éxito (Harreld et al. 2007). El trabajo de 1990 y 1994 fue luego desarrollado en Teece et al. (1997) cuando argumentaron explícitamente cómo la vista de capacidad dinámica podría superar las limitaciones de la RBV. Luego definieron las capacidades dinámicas como "la capacidad de la empresa para integrar, construir y reconfigurar las competencias internas y externas para hacer frente a los entornos que cambian rápidamente" (1997, 516).

Si bien Teece y Pisano podrían verse como los instigadores de la perspectiva de las capacidades dinámicas, su trabajo extiende la Teoría evolutiva del cambio económico de Nelson y Winter (1982), que abordó el papel de las rutinas y cómo configuran y restringen las formas en que las empresas Crecer y hacer frente a los entornos cambiantes. Tanto Teece et al. (1997) y Nelson y Winter (1982) adoptan un enfoque de eficiencia para el desempeño de la empresa en lugar de un enfoque de posición de mercado privilegiado (este último es el fundamento de la teoría de la ventaja competitiva de Porter (1980)). Ambos también enfatizan los factores internos de la empresa en lugar de los externos como fuentes de ventaja competitiva. También como Nelson y Winter (1982), Teece et al. (1997) resaltan la importancia de las dependencias de ruta y la necesidad de reconfigurar los recursos de una empresa para permitirle cambiar y evolucionar. Como era de esperar, dado que la perspectiva de la capacidad dinámica trata en última instancia de comprender la supervivencia y el crecimiento de una empresa, inevitablemente se basa en una gama de perspectivas teóricas, no solo en la economía evolutiva. El enfoque también se basa en el trabajo de Schumpeter (1934) sobre procesos de destrucción creativa y competencia basada en la innovación, el trabajo de Cyert y March (1963) sobre los aspectos de comportamiento de las empresas, Williamson (1975, 1985) sobre mercados y jerarquías y especificidad de activos. , y Teece (1982) y Rumelt (1984) sobre el papel de los activos específicos de la empresa y los mecanismos de aislamiento.

Finalmente, para cerrar esta sección, nos gustaría abordar la relación de la perspectiva de capacidad dinámica con la RBV. Como se mencionó en la Introducción, la vista de capacidad dinámica comparte suposiciones similares a la RBV, y puede considerarse como una extensión del pensamiento de RBV, al igual que otras teorías relacionadas, en particular la visión basada en el conocimiento (Grant, 1996) y la competencia central. Perspectiva (Prahalad y Hamel, 1990). Todos consideran que la empresa es un conjunto de recursos heterogéneos y dependientes de la trayectoria, y todos abordan la manera en que esto permite que una empresa genere una ventaja competitiva sostenible (Lockett y Thompson, 2001). Para usar la expresión de Hoskisson et al. (1999), todos están en el mismo lado del péndulo y sus fundamentos se remontan a Penrose (1952, 1959) y su teoría del crecimiento de la empresa. 

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