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Capacidades Dinamicas


Enviado por   •  24 de Junio de 2015  •  7.884 Palabras (32 Páginas)  •  274 Visitas

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Una capacidad dinámica es el potencial de la empresa para resolver sistemáticamente los problemas, formado por lo propenso a tener oportunidades y amenazas, para tomar decisiones oportunas, orientadas al mercado, y para cambiar su base de recursos."1 Este es la más reciente y completa definición, la integración de la mayoría de las investigaciones pasadas dispersas sobre el tema.

Procesos

Tres capacidades dinámicas son necesarias para afrontar los nuevos retos. 1.- Organizaciones y sus empleados necesitan la capacidad de aprender rápidamente y construir activos estratégicos. 2.-Nuevos activos estratégicos, como la capacidad de retroalimentación, la tecnología y los clientes tienen que ser integrados dentro de la empresa. 3.- Activos estratégicos existentes se deben de encontrar en un dinámico proceso de transformación y reconfiguración.2

1.1 Capacidades dinámicas

En la década de 1980 se empieza a cuestionar la idea tradicional de que la ventaja competitiva se adquiere simplemente estableciéndose en mercados atractivos (perspectiva externa), y adaptando básicamente dos estrategias genéricas: el liderazgo en costes y la diferenciación de producto (Porter, 1981). Retomando algunos planteamientos estratégicos iniciales (Selznick, 1957; Penrose, 1959), emerge la teoría de recursos y capacidades sobre la que se explica la obtención de ventajas competitivas (Wernerfelt, 1984; Barney, 1991; Grant, 1991; Amit y Schoemaker, 1993; Peteraf, 1993). Esta aproximación implica que la empresa debe intentar conocerse a sí misma, profundizando en la comprensión de sus recursos estratégicos, para poder formular una estrategia que permita explotarlos al máximo y desarrollar aquellos que necesita para el futuro.

Algunos autores utilizan el término recurso en un sentido amplio, englobando tanto recursos como capacidades (Barney, 1991; Hall, 1992; Cool et al., 2002). De esta forma, los recursos se pueden definir en un sentido amplio como el medio que sirve para alcanzar un objetivo marcado de antemano (Camisón et al., 2000). Este planteamiento considera que la acepción de recurso aportada incluiría también el concepto de capacidad, siendo las capacidades de una empresa también recursos con los que esta cuenta. Otros autores, por el contrario, distinguen explícitamente entre recursos y capacidades, y les otorgan características diferenciales (Grant, 1991; Amit y Schoemaker, 1993; Teece et al., 1997). Con base en estos planteamientos, se puede inferir que los recursos y las capacidades son elementos interrelacionados que representan dos niveles distintos de análisis en el tratamiento de los factores determinantes de la ventaja competitiva.

Amit y Schoemaker (1993) definen los recursos en sentido estricto como los stocks de factores disponibles poseídos o controlados por la empresa. En cambio, la capacidad sería la facultad de gestionar adecuadamente los recursos para realizar una determinada tarea dentro de la empresa. En este contexto, las capacidades se refieren a las competencias de una empresa para desplegar los recursos, usualmente en combinación, y producir un fin deseado. En este sentido, Grant (1991) sostiene, por una parte, que los recursos son entradas del sistema productivo y la unidad básica de análisis a nivel interno de la empresa. Por otra parte, que capacidad es la habilidad para emplear un conjunto de recursos para realizar alguna tarea o actividad. Así pues, mientras que los recursos son la fuente de las capacidades de la empresa, las capacidades son la principal fuente de ventajas competitivas. Sin embargo, las capacidades no solo se limitan a organizar coordinadamente un conjunto de recursos, sino que incorporan interacciones complejas entre personas y otros recursos de que se compone la empresa.

Dicho esto, se pueden definir las capacidades como el conjunto de habilidades que despliega una organización para llevar a cabo una actividad o tarea. Se trata de un concepto dinámico, ya que implica la conjunción de los recursos y las habilidades para conseguir la eficaz realización de una tarea (Grant, 1991). Estas habilidades residen en las rutinas de la organización y están integradas por secuencias de acciones coordinadas, por el conjunto de relaciones y pautas de interacción, que involucran procesos de aprendizaje y contienen el conocimiento de la organización (Nelson y Winter, 1982). La relación

entre las capacidades y las rutinas organizacionales es recogida por Grant (1991), al afirmar que una capacidad es en esencia una rutina, o un número de rutinas interactuando. En este sentido, Cuervo (1995) afirma que las capacidades son básicamente consecuencias de la acción de la dirección para movilizar los recursos mediante la generación de un sistema de rutinas organizacionales y de una cultura, resultado de un proceso de aprendizaje colectivo en el que las personas ocupan un papel esencial.

De forma similar al caso de los recursos, también se han propuesto distintas clasificaciones de capacidades. Entre ellas destaca la que emplea un criterio de clasificación jerárquico. En un primer nivel se encuentran las capacidades relacionadas con las actividades funcionales de la empresa, responsables del desarrollo de los diferentes saberes esenciales de la empresa (García y Martín, 2003); en el segundo, las capacidades dinámicas que permiten a la empresa el desarrollo de nuevas capacidades para ser competitivas en un entorno cambiante (Teece et al., 1997; Eisenhardt y Martín, 2000; García y Martín, 2003); y en el tercer nivel, la capacidad de aprender y de hacerlo más rápidamente que la competencia (Collis, 1994). En algunas ocasiones, este último nivel se relaciona con el concepto introducido por Hamel y Prahalad (1990) de competencias nucleares o de competencia distintiva (Selznick, 1957), basado en el aprendizaje colectivo en las organizaciones. Sin duda, la relación existente entre los conceptos de capacidad y competencia, puede resultar tan estrecha (Hamel y Prahalad, 1993)

como borrosa (Stalk et al., 1992).

Para los efectos de este estudio, nos centramos en el enfoque de capacidades dinámicas que busca superar las limitaciones del enfoque de las fuerzas competitivas (Porter, 1981) y el enfoque de la empresa basada en recursos (Wernerfelt, 1984, Barney, 1991). El enfoque de capacidades dinámicas estable¬ce que aquellas capacidades que favorecen la adaptación y desarrollo de las empresas, responden a un determinado conjunto de criterios que explican su valor y escasez, fruto de su heterogeneidad entre empresas y de su imperfecta movilidad, y son, al mismo tiempo, insustituibles,

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