Las pequeñas y medianas empresas en México

PYMES EN MEXICO

Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) son compañías pequeñas locales o regionales con el propósito de promover el desarrollo económico nacional. En México las Pyme son un asunto muy importante. Hasta ahora son el motor del crecimiento de la economía del país. Ayudan a incrementar el trabajo en la población de bajos recursos, son el principal generador de empleo, el mejor distribuidor de ingresos entre la población y entre regiones; además, son indispensables para que las grandes empresas existan. Se han convertido en las protagonistas de la nueva economía mundial y en el desarrollo del país. Pueden clasificarse de acuerdo al número de empleados en la empresa y pueden ser de cuatro formas: Micro, Pequeña, Mediana y Grande.

Las Pymes en México constituyen el 97% del total de las empresas, generadoras de empleo del 79% de la población y generan ingresos equivalentes al 23% del Producto Interno Bruto (PIB), lo anterior es una clara señal de debemos poner atención a este tipo de empresas y verlas como lo que en realidad son: la base de la economía mexicana. (INEGI, 2005)

Un factor muy importante en las PYME es la administración, no se puede avanzar en la empresa sino se tiene en claro el objetivo deseado. Para ello el dueño de dicha empresa debe tener el conocimiento suficiente sobre la gestión administrativa, así como una preparación adecuada para ayudar u orientar a los empleados cuando se presente un problema. Debe conocer, utilizar y aplicar técnicas de planeación y control de su empresa. Sérvulo Anzola Rojas (2002) explica que la organización y administración efectiva de este tipo de empresas genera un potencial de bienestar social y económico. Las decisiones diarias respecto a actividades de administración, mercados, producción, contables, financieras y de recursos humanos, es necesario centrar la atención en la forma de administrarlas.

Más del 70% de las empresas cierran o desaparecen debido a factores no adecuados de administración. En México varias empresas quiebran cuando apenas han comenzado sus operaciones, por que la administración por parte de su propietario es inadecuada, alrededor del 85% de las nuevas empresas quiebran a los cinco años de su inicio. Así pues, toda empresa durante sus primeras etapas necesita superar todos los problemas o en un futuro pueden afectarle, solo así puede lograr el éxito a largo plazo.

Las pequeñas y medianas empresas tienen serias dificultades para sobrevivir y desarrollarse en un mercado cada vez más competitivo. La competitividad se determina por una serie de factores cuya combinación varía de una empresa a otra. Depende del dinamismo del propietario o director de la empresa, la tecnología desempeña un papel muy importante entre estos factores de competitividad, los productos y las técnicas de producción, los métodos de gestión, la organización y la formación de recursos humanos. Otro factor es respecto al propietario, no siempre tiene una visión muy clara de los datos de orden estratégico. La naturaleza y la calidad de la información científica y tecnológica constituyen condiciones esenciales de esta competitividad de las PYME.

Actualmente el país se encuentra inmerso dentro de un esfuerzo cotidiano por establecer las bases de una estructura económica, cuyo proceso sea dinámico y creciente. Hay ramas de la industria donde los procesos obligan a la automatización y a la gran escala productiva; en este tipo de empresas, la capitalización por trabajador es muy elevada y por lo mismo el índice de ocupación es muy baja. En las pequeñas y medianas empresas es más fácil reemplazar el factor capital por mano de obra con resultados positivos en la economía y la calidad.

La pequeña empresa se caracteriza por las funciones de planeación financiera, producción, administración del personal y comercialización, pueden estar a cargo de una sola persona con poca especialización. Por otro lado, la mediana empresa a diferencia de la pequeña, tiene mayor acceso a fuentes de financiamiento; es capaz de obtener asistencia técnica, posee una mayor organización y sus funciones se encuentran a cargo de especialistas.

El establecimiento y operación de este tipo de empresas es el resultado del deseo humano de poder satisfacer necesidades de carácter material. El propietario de la empresa busca lograr una utilidad a través de la fabricación y venta de un producto o de la realización de un servicio, y a su vez el que compra dicho producto o servicio busca satisfacer una necesidad. El factor determinante que motiva al empresario a establecer una empresa por un lado y por el otro a aceptar el riesgo que esta decisión implica, es el de obtener cierta utilidad por medio de la operación de la empresa.

El éxito de una empresa depende, en gran medida, de su conocimiento de técnicas administrativas modernas y de su

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