Ley De Precios Justo

En teoría, la Ley de Costos y Precios Justos fue aprobada para regular no solo el valor de los artículos, sino las ganancias máximas de quienes participan en la economía, con el objetivo de proteger los ingresos de todos los ciudadanos.

En la práctica, el instrumento no promueve la producción ni el abastecimiento, sino que establece un conjunto de alcabalas adicionales al proceso normal que lejos de incentivar las inversiones las aleja.

Esta herramienta no solo afecta a las pequeñas industrias, sino también a los nuevos emprendimientos, porque el espíritu del documento legal es sancionatorio, rompe con la eficiencia, con la ley de funcionamiento de los mercados y con la libertad de los empresarios de colocar el valor a los bienes que producen.

La Ley de Precios fue creada para cumplir con el lineamiento del Plan de la Patria y establecer una economía de tipo socialista que busca generar la sensación de que se está resolviendo el problema, cuando en realidad busca ocultar los resultados ineficientes de las políticas implementadas hasta el momento por el Ejecutivo Nacional.

Quieren instalar un modelo de forma caprichosa y con muchos errores, situación que impide al sector empresarial planificar su producción.

Igualmente sucede con las subastas de divisas; no se tiene información sobre cuáles sectores participarán y en cuánto tiempo podrán acudir nuevamente a solicitar estos recursos, lo cual afectará las provisiones de cada una de las empresas que garantizan los productos básicos.

La Ley no define con claridad términos como usura, acaparamiento y boicot, lo que significa que deja a discrecionalidad de unos funcionarios que no cuentan con la experiencia las sanciones, lo cual es delicado.

Ejemplo: Si un supermercado tiene varios bultos de harina en el depósito previendo las ventas de la semana, el dueño puede ser catalogado como acaparador o delincuente, sin serlo, porque el instrumento no establece las cantidades de mercancía permitidas en los depósitos.

-¿Qué resultados genera este instrumento?

-Esta Ley de Precios Justos busca asfixiar a los productores, no brinda una salida que satisfaga a toda la población.

Los únicos que se han beneficiados con todas estas regulaciones son los trabajadores de la economía informal, quienes venden los artículos a tres y cinco veces más sobre el precio real, generando una perversión en el mercado que no se solucionará hasta tanto se estabilice el valor de la moneda.

Lo que se está viendo en el país es la aplicación de una mala regulación, que lo único que deja son distorsiones e impacta el funcionamiento de la economía como un todo.

Todas estas trabas ponen la situación cada vez peor; es como el caso del paciente que se le da un medicamento que en vez de curarlo lo enferma más y lo está matando. La pregunta es: ¿hasta dónde se puede seguir con este tratamiento?

Si este modelo y medidas aplicadas por el Gobierno fueran efectivos, se observarían buenos resultados en las empresas del Estado y se está viendo todo lo contrario, pues estas compañías no tienen una buena producción.

Todo esto lo que evidencia es que los precios no pueden decretarse; la regulación no es mala, es la forma en cómo se aplica, la cual pervierte cada vez más el sistema y afecta a los consumidores.

-¿Es falso el argumento del precio justo?

Sí, porque el Gobierno está estableciendo un tope en los precios de los productos y no se está dando cuenta de que se están fabricando a un monto mayor. La Ley no aclara cuáles son los parámetros para fijar el precio ni cómo se calculará el margen de ganancias del 30 %.

La administración nacional busca asociar la idea de los precios justos con las regulaciones, sin darse cuenta de que los controles no han funcionado, pues han generado mayor desabastecimiento e inflación. A medida que haya una canasta de productos regulados más amplia, los artículos que la integran desaparecerán. Hay información de que parte de los insumos que utiliza Lácteos Los Andes son importados y lo que hacen en el país es envasarlos, situación nunca antes vista en la historia económica de este país.

Ley no garantiza mayor oferta, pues si se comparan las canastas de los bienes regulados con la de los que no están controlados, se observará que la inflación ha hecho que la variación de los montos sea mayor en los primeros, porque las medidas que se están aplicando son ineficientes.

Se espera que las amenazas que establece el instrumento legal no se concreten, porque pueden generar el cierre de muchas compañías y paralizarían las inversiones de otras y a los que se quedan hay que esperar ver cuánto aguantan, porque son muchas las sanciones, lo cual deteriorará el clima de negocios del país y puede incrementar el desabastecimiento en los próximos meses del año. Los más afectados con este instrumento seguirán siendo los pequeños industriales.

-¿Cuál es el propósito de esta Ley?

El instrumento parece ofrecer precios justos a la población, pero la peor forma de regular es estableciendo márgenes sobre el costo, porque esto atenta contra la eficiencia de la empresa.

Si se dejara a las compañías fijar sus precios, tal vez sería mucho menos del que establecen el trabajador de la economía informal y el Ejecutivo.

Las distorsiones que se han dado en el mercado son porque el Gobierno busca intervenir la economía para solucionar un problema que pudo haberlo resuelto sentándose a la mesa con los representantes del aparato productivo.

Esta Ley de Precios Justos no es el primer intento del Ejecutivo en establecer una regulación en los productos, y la pregunta que queda en el aire es: ¿qué pasó con el anterior instrumento que se redactó?

Cuando se lee este nuevo instrumento se puede llegar a la conclusión de que la Ley de Precios y Costos Justos anterior no sancionaba lo suficiente al empresariado, y nos entra la duda de si es que la solución al problema que tiene el país es castigar más a los productores. Esta arremetida contra el aparato productivo afecta a los trabajadores de las compañías, que a la final son quienes acuden a los establecimientos a comprar los productos.

El Gobierno con sus prácticas está dejando a un lado su bandera socialista de proteger al obrero y al trabajador, porque se está cerrando las puertas a la propia manutención.

-¿Están

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