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MERCADO

antonioairamgtuTesis31 de Mayo de 2015

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Miguel Sandoval (1911)

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Nicolás Meléndez (1911)

Juan B. Carrasco (1911–1913)

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Rafael Espinosa (1914–1915)

Francisco Coss (1915)

La Decena Trágica: asesinan a Madero y a Pino Suárez

Hace un siglo se consumó la infamia: ante su gabinete, el presidente Huerta le dio la estocada final a la zozobra producida por los rumores

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COMPARTIR 22/02/2013 05:58 Sonia Ávila

CIUDAD DE MÉXICO, 22 de febrero.- Era medianoche. El presidente Victoriano Huerta hizo un llamado urgente a todo su gabinete y con apenas unas palabras dio por terminada la zozobra producida por los rumores: Francisco I. Madero y José María Pino Suárez estaban muertos.

Fueron atacados por un grupo armado que intentó asaltar los automóviles en que eran trasladados de Palacio Nacional a la Penitenciaría de Lecumberri. En la confusión los prisioneros quisieron escapar.

Así decía el primer reporte que Huerta leyó de los hechos ocurridos minutos después de las 23:00 horas, del 22 de febrero de hace cien años.

“Sobre las diez de la noche, se acostaron los prisioneros: a la izquierda del centinela, el catre de Ángeles; el de Pino Suárez al frente; a la derecha, el de Madero. Apagáronse las luces. A los pocos minutos, un oficial Chicarro penetró con el mayor Francisco Cárdenas y ordenó a Madero y Pino Suárez que los acompañaran a la Penitenciaría. Con huella de lágrimas en el rostro, “don Pancho” abrazó al fiel Ángeles y subió al auto que lo llevaría a la muerte”, narra Manuel Márquez Sterling en su libro Los últimos días del presidente Madero.

Los reportes policiacos, que la prensa nacional publicó al día siguiente, relataron que al llegar los coches a un costado de Lecumberri hombres armados se acercaron con intención de robarles y de inmediato comenzaron a disparar. Los escoltas respondieron el tiroteo, en el que dos agresores resultaron heridos y uno muerto.

“Los señores Madero y Pino Suárez cayeron atravesados por las balas de uno y otro bando, seguramente”, informaron. Al escuchar el tiroteo, guardias de Lecumberri salieron para apoyar a los lesionados y llevaron los cuerpos de los prisioneros a la enfermería de la cárcel.

Pensaron que aún vivían.

Pero Virgilio Villanueva, médico cirujano que realizó la autopsia de ambos cadáveres, confirmó que Madero y Pino Suárez fallecieron en el momento del ataque: “…el ciudadano Francisco I. Madero falleció a consecuencia de dos heridas penetrantes de cráneo. El licenciado José María Pino Suárez falleció a consecuencia de trece heridas penetrantes de cráneo”, se lee en la autopsia, que recoge Antonio Saborit en su libro Febrero de Caín y de metralla.

Dos días después, cuentan las crónicas del libro, los familiares pudieron recoger los cuerpos de los muertos. El de Madero se llevó, en un ataúd forrado de seda y agarraderas de plata, al panteón Francés, donde el sepelio lo presidió Jesús González, magistrado de la Suprema Corte de Nuevo León, el periodista Leopoldo Zea y el fotógrafo Agustín Casasola. Nadie más acudió.

Mientras el cadáver de Pino Suárez lo recogió el diputado Albino Acereto y lo llevó al panteón Español.

“El asesinato de Madero evidentemente no estaba planeado cuando inició el levantamiento armado, el 9 de febrero. El asesinato es más bien una consecuencia de cómo se van dando los alineamientos políticos una vez que es asesinado Bernardo Reyes”, reflexionó Carlos Martínez Assad, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Pues a pesar de que se mantuvo la versión de que el ataque era resultado de un asalto y que los prisioneros intentaron escapar, meses después el departamento británico de investigación Foreign Office envió un informe en que aseguró fue un crimen planeado.

“A las cinco de la tarde de ese día, cierto ciudadano británico recibió un mensaje telefónico de parte de un acaudalado terrateniente llamado Ignacio de la Torre, yerno del general Porfirio Díaz. El mensaje decía que enviara un auto de inmediato a su casa. Tras una larga espera se le indicó que se dirigiera al Palacio Nacional. A las 11:00 horas, Madero y Pino Suárez fueron subidos al automóvil.

“Los automóviles avanzaron por un camino tortuoso en dirección a la Penitenciaría, pero pasaron de largo la entrada principal. Mientras bajaba Madero, Cárdenas le puso su revólver a un lado del cuello y lo mató de un balazo. Pino Suárez fue conducido hasta el muro de la Penitenciaría y fusilado ahí. No hubo intento de escapar y no se produjo intento de rescatarlos.”

Para Martínez Assad la muerte de Madero se vislumbró desde que su hermano Gustavo acusó de traición a Huerta.

“Si bien se puede anunciar que lo que sí se sabía desde varias semanas antes era el golpe de Estado, creo que finalmente el asesinato fue motivo de las contradicciones que estaba viviendo el grupo que asumió el control de la Presidencia”, añadió el investigador.

Con la muerte de Madero, continuó, el intento de un gobierno democrático en el país se truncó y en su lugar llegaron varios años de incertidumbre política.

“La inmediata consecuencia de esta ejecución está en la respuesta que dio una parte del norte del país a semejante cobardía. El auténtico inicio de la llamada Década Armada, está ahí”, concluyó Saborit.

El senderismo, una especialidad del montañismo, es una actividad deportiva no competitiva que se realiza sobre caminos balizados y homologados por el organismo competente de cada país.

Busca acercar a las personas al medio natural y al conocimiento de la zona a través del patrimonio y los elementos etnográficos y culturales tradicionales, utilizando preferentemente el sistema tradicional de vías de comunicación,1 tales como cañadas reales, caminos vecinales y senderos.

Equipamiento del senderista

El senderista se vale de una vestimenta particular además de un conjunto de accesorios y artefactos conocidos como equipo. Si bien el senderismo puede variar mucho por el tipo de recorrido, se describe la vestimenta y el equipo general necesario.

Un aspecto muy importante en el senderismo es el peso del equipamiento. Se buscan objetos útiles y portátiles, del menor peso y volumen posible.

Alimentación

Bebida: indispensable cantimplora para llevar agua y beber cuando se necesite. Importante llevar también alguna bebida isotónica.

Comida: si no es probable encontrar donde abastecerse de alimentos, además en caso de retrasarse o perderse es importante contar con comida (preferentemente liofilizada). Vale la pena llevar elementos energéticos como chocolate, frutos secos o barras de cereales, ya que proporcionan bastante energía ocupando muy poco espacio y peso.

Vestimenta

Unas buenas botas de montaña son indispensables para prevenir resbalones y problemas lumbares.

Esta debe de ser adecuada al medio o los medios por los que se va a transitar. Por regla general debe seguir la teoría de capas cuyos elementos son:

Calzado: Lo más común son unas botas bajas con el fin de que protejan de las torceduras de tobillos, con suela antideslizante y que sean cómodas.

Ropa: Adecuada al clima y al lugar que se visitará. Siempre es mejor pantalones largos y prendas de manga larga para protegernos de los rayos solares, plantas y picaduras leves. Y dependiendo del lugar, una chaqueta que corte el viento y sea impermeable para protegernos de las inclemencias ocasionales del tiempo. Guantes.

Sombrero y [gafas]: Cuando sea necesario un sombrero que es siempre mejor que la gorra, para protegernos del sol o lluvia.

Pañuelo: un pañuelo de cierto tamaño, aproximadamente del que se usa para taparse la cabeza, puede ser muy útil, como para mojar y refrescar a alguien que se ha desmayado por un golpe de calor, para recoger frutos silvestres si no llevamos bolsa, para taponar una herida, realizar una inmovilización en caso de lesión de articulación o fractura, realizar un torniquete, etc.

Accesorios básicos

Equipo básico indispensable para un senderista:

Bastón de caminata: de aluminio, madera o bambú. Generalmente se utilizan unos muy parecidos a los de esquí pero con la diferencia de que se les coloca en el extremo una roseta de mayor tamaño, esto nos proporciona mayor estabilidad y agarre, además de proteger de posibles lesiones.

Mochila: de tamaño y con cualidades de acuerdo a la duración de la excursión y al equipo que se portará, el clima y la comodidad. Una mochila de senderismo debe ser de calidad para que resista el maltrato y el esfuerzo propio de la actividad, de preferencia impermeable. Debe poder sujetarse a la espalda dejando las manos libres totalmente. Además es muy conveniente que tenga ajuste de cintura y de pecho para acomodarse totalmente al cuerpo y evitar que con el movimiento propio de la actividad se golpee o estorbe. Las correas deben ser anchas y algo rígidas. Así mismo ésta puede portar un depósito de agua con un tubo para hidratarnos en el camino.

Navaja: muy útil en diversas situaciones a lo largo de la actividad (se recomienda llevar una navaja que se cierre y se abra bien, tipo navaja suiza,

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