Memo Ejecutivo

Horatio Nelson tenía un problema. La flota del almirante británico fue

superados en número en Trafalgar por una armada de naves francesas y españolas

Napoleón ordenó interrumpir el comercio de Gran Bretaña y preparar

para una invasión de cross-channel. Eran las tácticas imperantes en 1805

para que las dos flotas opuestas a permanecer en línea, disparando andanadas en cada

otros. Pero Nelson tuvo una visión estratégica de cómo lidiar con la

superados en número. Rompió la flota británica en dos columnas y manejó

ellos a la flota franco-española, golpeando su línea perpendicular. El

barcos británicos plomo tomaron un gran riesgo, pero Nelson juzga que la less trained

Franco-español artilleros no sería capaces de compensar

la pesada se llenen ese día y que la flota enemiga, con su coherencia

no perdido, sería ninguna coincidencia para los más experimentaron capitanes británicos y

artilleros en el tumulto subsiguiente. Él fue dado la razón: los franceses y

Perdido 22 barcos españoles, dos tercios de su flota. Los británicos perdieron none.1

Victoria de Nelson es un clásico ejemplo de buena estrategia, que casi

siempre se ve tan simple y obvio en retrospectiva. No salte

de alguna herramienta de gestión estratégica, matriz, triángulo o fill in theblanks

esquema. En cambio, un talentoso líder ha identificado el uno o dos

temas críticos en una situación — los puntos de pivote que pueden multiplicar la

eficacia del esfuerzo — y luego enfocado y concentrado de acción y

recursos sobre ellos. Una buena estrategia más nos instan hacia adelante

Abunda la mala estrategia, dice UCLA

Profesor de gestión Richard Rumelt.

Altos ejecutivos que pueden detectarlo

stand de una mejor oportunidad de crear

buenas estrategias.

Los peligros del mal

estrategia

Richard Rumelt

1 Nelson propio fue mortalmente herido en Trafalgar, convirtiéndose, en la

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