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Organización Económica En Un Campo De Concentración


Enviado por   •  27 de Abril de 2014  •  7.050 Palabras (29 Páginas)  •  254 Visitas

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R.A. RADFORD - "THE ECONOMIC ORGANIZATION OF A P.O.W. CAMP”, ECONOMICA, NOVEMBER 1945, VOL. 12. PP.180-201.

Introducción

Excepto en circunstancias anormales las instituciones sociales, ideas y hábitos del mundo exterior se ven reflejados en un campo de concentración. Se trata de una sociedad poco común, pero de gran vitalidad. La organización de un campo y su política, son asuntos que preocupan considerablemente a sus habitantes, ya que estas son cuestiones que afectan la existencia presente, y quizás también a la futura, de los mismos. Esto no es ninguna exageración.

Nadie pretende que los asuntos de un campo de concentración tengan más importancia que la puramente local, pero dentro de ese mundo de horizontes que es el propio campo, su importancia es tan grande, que resulta mucho más fácil para el observador minimizar su importancia que exagerarla. Los asuntos humanos son fundamentalmente problemas prácticos, y el criterio para valorar su importancia en un determinado momento y lugar, es en gran medida el de los efectos inmediatos que tengan sobre las vidas de los afectados por ellos. A un prisionero le pueden parecer muy importantes problemas como el de si las latas de carné van a ser entregadas frías o calientes, sin que por eso pierda de vista la importancia del Pacto del Atlántico.

Un aspecto de la organización social es el de la actividad económica, y ésta, junto con otras manifestaciones de la existencia de grupos humanos, puede encontrarse en cualquier campo de concentración. Es cierto que un prisionero no depende de sus esfuerzos para la provisión de sus necesidades, e incluso los pequeños lujos de la vida, pero a través de su actividad económica intercambiando bienes y servicios, su nivel de vida material mejora considerablemente. y éste es un asunto muy serio para un prisionero: él no está ”jugando a tiendas”, aunque la pequeña escala de las transformaciones y la expresión de comodidades y necesidades en términos de artículos tan simples como los cigarrillos, el jamón, las hojas de afeitar y el papel de escribir, hace que la urgencia de estas necesidades sea difícil de apreciar incluso para un ex-prisionero que lleve fuera del campo más de tres meses. De todos modos, hay que destacar que la actividad económica no tiene un peso tan grande en una sociedad de prisioneros como en el mundo en general. La producción posible es muy restringida; ya hemos dicho que el prisionero no depende de su esfuerzo para cubrir sus necesidades ni para proporcionarse lujos; el énfasis recae más bien sobre el intercambio y los medios de intercambio. Un campo de concentración no puede compararse con el regateo bullicioso de un mercado callejero sino más bien con la inercia económica de una familia sentada alrededor de la cena.

Lógicamente los entretenimientos, los intereses académicos y literarios, los juegos y discusiones referentes al "otro mundo” tienen más importancia en la vida diaria que la que tienen en sociedades normales, pero sería erróneo subestimar la importancia de la actividad económica. Cada uno recibe aproximadamente la misma cantidad de bienes esenciales; por medio del comercio las preferencias individuales se expresan y el nivel de vida mejora. Todos ocasionalmente y la mayoría con regularidad, realizan intercambios de un tipo o de otro.

Aunque un campo de prisioneros proporciona un ejemplo vivo de una economía muy simple que puede usarse como alternativa a la economía tipo Robinsón Crusoe tan querida en los libros de texto, y aunque su simplicidad hace divertida e instructiva la demostración de ciertas hipótesis económicas, mi opinión es que su principal significación es sociológica. Es cierto que es interesante observar el crecimiento de las costumbres e instituciones en una sociedad nueva, suficientemente pequeña y simple como para impedir que los detalles obscurezcan las líneas fundamentales y como para que las situaciones de desequilibrio obscurezcan el funcionamiento del sistema. Pero lo más importante es la universalidad y espontaneidad de esa vida económica; surgió, no por limitación consciente sino como respuesta a necesidades y circunstancias inmediatas. Cualquier parecido entre la organización económica de los campos de prisioneros y la organización económica del mundo exterior proviene de que estímulos semejantes provocan respuestas semejantes.

A continuación incluyo los datos esenciales para que el relato resulte inteligible.

Los campos de los que el autor tiene experiencia eran Oflags (o gierslager, campo de concentración alemán para oficiales prisioneros de guerra ), y en consecuencia la economía no se complicaba con pagos al trabajo de los prisioneros por parte de las autoridades. Se componían normalmente de una población de unas 1200 a 2500 personas alojadas en cierto número de barracones separados pero comunicados, con una compañía de unos 200 aproximadamente en cada barracón. Cada compañía formaba un grupo separado dentro de la organización principal y dentro de las compañías los prisioneros se agrupaban en unidades voluntarias y espontáneas que compartían la misma habitación y comían juntos.

Existía un activo comercio entre individuos en todos los bienes de consumo y algunos servicios. La mayor parte del comercio consistía en intercambio de comida contra cigarrillos ú otra clase de comida, pero los cigarrillos subieron del status de mercancía normal al de moneda. Existía moneda alemana, pero no circulaba excepto para saldar deudas de juego, ya que eran pocos los artículos que se podían comprar con ella en la cantina.

Nuestro aprovisionamiento consistía en las raciones suministradas por las autoridades y principalmente en el contenido de los paquetes de la comida de la Cruz Roja: leche condensada, jamón, mantequilla, galletas, carne en lata, chocolate, etc. y cigarrillos. En lo que a las raciones se refiere las cantidades recibidas por cada individuo eran regulares e iguales. Se recibían también paquetes privados de ropa, artículos de aseo y cigarrillos y aquí desaparecía la igualdad, debido a las diferencias de los envíos ya las veleidades del reparto postal. Todos estos artículos eran objeto de comercio e intercambio.

El desarrollo y organización del mercado

Poco tiempo después de ser capturado, cada prisionero se daba cuenta de que era tanto indeseable como innecesario, en vista de la igualdad y escasez del aprovisionamiento, el regalar o aceptar regalos de cigarrillos y comida. La buena voluntad se transformó en comercio como una forma más equitativa de maximizar la satisfacción individual.

Llegamos a un campo provisional en Italia aproximadamente 15 días después de ser capturados y recibimos cada

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