¿Que se requiere para ser un líder?

¿Que se requiere para ser un líder?

Una de las clásicas preguntas que siempre se realizan en cuanto al tema liderazgo… “Nace o se hace”; existen muchas definiciones al respecto, lo cierto es que la respuesta esta enmarcada a que un líder debe ser carismático, entre muchos otros factores. Pero finalmente esto implica contar con una capacidad de convocatoria sobre las personas, la capacidad de incentivar, para que trabajen de forma entusiasta por un bien común, toma de decisiones acertadas con el fin de realizar una labor eficiente donde todos ganen.

Para empezar a hablar del tema, sabemos que actualmente y desde los tiempos remotos hemos conocido personas que ejercen influencia sobre otros con una naturalidad que se puede llegar a pensar que nacieron para ser líderes, pero antes de eso es necesario definir este concepto y esto no más que un conjunto de destrezas y habilidades que tiene una persona para guiar a otras e influenciarlas para que trabajen con dedicación y entusiasmo, con la intención de lograr sus objetivos.

Por lo tanto, si el líder nace o se hace ha sido un planteamiento discutido por muchos autores y cada uno mantiene su postura al respecto, así como hay quienes lo definen como “Los líderes no nacen, se hacen. Y se hacen de la misma manera que todo lo demás: a través del trabajo duro”, el líder debe elegir si quiere serlo, debe sentir pasión por lo que hace y tener muy buenas relaciones humanas. En cuanto a la postura que si se nace siendo líder considero que   un bebé al momento de nacer no tiene idea de lo que le tocará vivir y tampoco sabe qué papel deberá desempeñar en su vida futura.

Es de suma importancia considerar también cuales son aquellas características con las que un líder debe contar, pues siempre se piensa en que estas pertenecen a personas con voz de mando (autoritarias, fuertes, militar) y con templanza en su forma de tratar, pero realmente, estos conceptos predominantes no concuerdan con las características de un buen líder. En el pasado, era visto como un personaje individual prepotente y autoritario, cerrado en sus decisiones y muy firme en sus conceptos, pero este punto de vista ha ido cambiando a lo largo del tiempo desde que entramos a la era de la democracia moderna global, donde las características son vistas de manera amigable, colaborativa, participativa y comprometida con la causa u objetivo a cumplir, y no de manera predominante ni prepotente.

Aunque las características de un buen líder pueden variar dependiendo de la cultura de la sociedad en que viva y de los puntos de vistas del grupo que tiene a cargo, en la actualidad se concuerda con las mismas características principales, las cuales pueden identificarse a continuación:  Debe ser comunicativo, inteligente, conocer sus fortalezas y debilidades, sobre todo creativo, intuitivo, orientado a metas, siempre estar informado, persistente e innovador.

Paralelas a las características indicadas anteriormente, las competencias cognitivas (atención, percepción, memoria, resolución de problemas, comprensión entre otras) también son importantes, pues permiten dar respuestas sensatas a las problemáticas y tomar decisiones estratégicamente, evaluando las distintas opciones de solución. Un claro ejemplo son las personas que actualmente están a cargo de naciones, pues algunas carecen de las habilidades para proponer e implementar soluciones viables y sostenibles, lo cual limita las posibilidades de prosperar para sus países y el cumplimiento de objetivos de interés social.

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