¿Qué desarrollo....qué bienestar ...?

Introducción:

¿Qué desarrollo….qué bienestar ...?

Autor: Orlando del Río P.

Hablar de nuevos paradigmas implica hablar de cambio. Los paradigmas son los supuestos fundamentales que explican cómo funcionan los negocios y establecen la forma de competir entre los integrantes de una disciplina determinada. Cuando un paradigma cambia, establece nuevas condiciones y supuestos, que traen consigo retos y oportunidades. El éxito de cada persona u organización dependerá del entendimiento y/o adaptación a los nuevos paradigmas.(1)^[1]

Se escribe mucho  que estamos  en el siglo xxi, que esto nos lleva a considerar el cambio como una constante en nuestras vidas y hasta se describe en detalle  todos los cambios de mentalidad, de actitud, de aptitud que se deben propiciar en las personas y las organizaciones, si quieren ser competitivas.

En ese cambio de percepción del mundo, es de vital importancia la concepción que  se  tenga de desarrollo, para así establecer los supuestos que serán la base de todo el plan de desarrollo  de un país y por consiguiente de los planes regionales, sectoriales, subsectoriales y empresariales; no sólo basta tener clara la connotación de desarrollo que se emplea,  sino que debemos ser coherentes con las estrategias y actividades que se deben implementar para conseguir los objetivos que se planteen en ésta concepción.

El mundo de hoy, en este siglo del conocimiento, la tendencia es buscar como premisa principal el bienestar de la sociedad; la tendencia es la de ser más colectivo. Detrás de esta nueva concepción del mundo se encuentra el hecho de analizar los escenarios  con base en la incertidumbre, no en la certeza; se premia la iniciativa, la capacidad de riesgo, el disenso, la creatividad. Todos estos atributos, que ahora se resaltan en la economía del conocimiento pasaban desapercibidos o en concreto no se tomaban en cuenta; estas cualidades no se requerían como indispensables en los escenarios que se planteaban en la sociedad de la segunda ola.

Estamos ante nuevos escenarios, en los que los diferentes actores de la economía no son conscientes y no han interiorizado; que para poder propender por el desarrollo de los países, las soluciones a todas las oportunidades no están  dadas sino que deben buscarse con una mentalidad diferente ya que los paradigmas de la sociedad industrial o de la segunda ola, no propician el catalizador suficiente para generar nuevas ideas de negocios que impulsen el bienestar social y el desarrollo sostenible en los países del mundo.

El desarrollo de los países y de las regiones no puede seguir fincado en: bajos salarios, sobreexplotación de los recursos naturales, depreciación de la tasa de cambio y del subsidio  a los precios de los factores de producción; todo lo anterior va en contravía de lo que debe ser el desarrollo social y sostenible. Los países tiene que actuar concibiendo  un nuevo concepto del desarrollo, donde se integran tres grandes propósitos: el desarrollo económico, la sostenibilidad ecológica y la equidad social.

Cada uno de esos aspectos indicados nos lleva a establecer formas de pensar diferentes a las del pasado

Con base en las anteriores reflexiones, se debe impulsar los planes de desarrollos para así ser coherentes con la política económica del gobierno que respalde programas, proyectos e investigaciones en los diferentes sectores y regiones. Se debe integrar esta nueva visión del bienestar para así escoger aquellos proyectos que más impacten a la región; pero algo muy importante es que el gobierno no los desestimule, con su incoherencia en la  formulación de política económica o en la implementación de las políticas sectoriales.

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