Razonamiento lógico. El NGP

Introducción

     Colombia es un país que carga un legado bastante extenso de modelos burocráticos excesivamente tediosos, mismos que han estado inmersos en un mar de leyes que poca eficiencia han generado en cuanto al funcionamiento del país como tal.

    Dentro del marco de esta problemática, un fenómeno en especial se ha manifestado de varias maneras; el de favorecer sin debida justificación a determinadas personas, organizaciones o partidos políticos para lograr su apoyo. Esta práctica siempre ha sido vista como una amenaza al sistema democrático, ya que se sesga la capacidad de las personas de elegir a sus líderes basándose en sus méritos y logros.

      Actualmente el país se enfrenta a diversas coyunturas que buscan que los ciudadanos satisfagan sus necesidades por medio de un modelo de gestión pública eficaz y eficiente, el modelo de nueva gestión pública(NGP) busca contribuir con el alcance de este objetivo atacando el paradigma burocrático tradicional, mismo dentro del cual se encuentra plenamente arraigado el fenómeno del clientelismo, por lo que uno de sus principales retos es atacarlo de manera eficaz. Sin embargo, el NGP no está exento de posibles fallas y desaciertos, por lo que dentro del marco de la discusión sobre la pertinencia o no de la NGP en reemplazo del modelo burocrático tradicional, es oportuno establecer una comparación que permita desglosar los pros y los contras, de esta manera sería más objetiva la discusión y se pueden tomar decisiones más certeras sobre un asunto que le concierne a todos los sectores del país.

Marco Teórico

     De acuerdo con Schröter(2009), clientelismo se define como un intercambio extraoficial de favores e intereses entre representaciones políticas y de comunidades, a través del cual, los funcionarios públicos buscan apoyo electoral, a cambio de bienes y servicios para los miembros de la comunidad. No se debe ver como una patología, sino como un fenómeno propio de la región, como parte de los procesos de construcción de democracia y bajo la categoría de “otra institucionalidad.

     Se identifica el clientelismo tradicional, como el que existió antes y después de la creación del Frente Nacional, en el cual se identifican 2 rasgos fundamentales, poca o nula intervención de recursos del estado, ya que los “patrones” daban mayor uso a sus recursos privados para alimentar esta relación. En este tipo de clientelismo, el intercambio material de bienes y servicios por votos ocupó un lugar importante, pero fueron más importantes las adhesiones y lealtades personales que pasaban por vínculos fuertes establecidos.

      En el clientelismo moderno, se construye a partir del pacto del Frente Nacional y perdura con sus características hasta 1991, se construye sobre la base de que el Frente Nacional contempló que los partidos políticos compartieran el poder, lo que hizo que no hubiera competencia entre partidos, sino que esta se desplazara a su interior, desarrollándose la lucha por obtener puestos de poder a los cuales se podía acceder.

     Por su parte la NGP:

“Agrupa las siguientes tendencias administrativas: I. la voluntad de detener o reducir el crecimiento del gobierno en términos de gasto público y planta de personal; II. el cambio hacia la privatización y cuasi privatización, distanciamiento de las instituciones centrales de gobierno; y III. la relevancia de la automatización, particularmente en lo relacionado con las tecnologías de la información. (Isaza, Redondo, 2016, p.126)

Análisis del caso

    Se observa que claramente el enfoque burocrático tradicional y el de NGP, van en contravía en cuanto a lo que respecta al alcance de la administración pública. Ante la realidad que vive el país y dado el largo historial de malas decisiones políticas y el alto grado de ineficiencia por parte del estado, es de comprender que exista en el ambiente una necesidad de cambio, es algo que reclama tanto la sociedad civil como las nuevas generaciones de líderes políticos, la NGP plantea reformas que al menos en el papel, parecen ser muy atractivas para lograr una reforma, pero hay aspectos que se deben tener en cuenta, sobre todo en el contexto de la realidad política latinoamericana y en específico, la colombiana. Una de las principales críticas de la NGP es la del “principio de estado mínimo” que pretende implementar en pos de la simplificación que busca. En resumidas cuentas, se cuestiona que bajo el modelo de la NGP, el estado pierda gobernabilidad y capacidad de maniobra, lo que naturalmente representa un riesgo para el orden y buen funcionamiento del país.

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