Secretos Del Dinero
r1jcv29 de Abril de 2015
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Secretos del dinero
El libro que los banqueros no quieren que leas
José Manuel Goig
Aranea Editorial
--- Esta copia pirata NO EXISTE, y por lo tanto, puedes compartirla tanto como
quieras ;-)
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mucho mejor, puedes regalarle un millón de euros para que por fin salga de la
miseria y pueda criar a sus hijos :-)
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tarjeta de crédito, envíame un correo a hosemanuelgoc@gmail.com y dime de qué
forma te va mejor.
Muchas gracias, porque tu apoyo me servirá para poder sobrevivir y seguir
escribiendo :-) ---
Este libro está dedicado a todas las personas del mundo
interesadas en saber más allá de la superficie que nos cuentan.
Prefacio
Cuando tenía unos 10 años apareció en la programación matutina del sábado de la televisión pública
un programa llamado “La Bola de Cristal”. En éste existía un personaje llamado La Bruja Avería
cuyo lema era “Viva el mal, viva el capital”. Tambień había una sección corta que se llamaba
“aprende a desaprender”.
Aprender a desaprender, de eso va este libro. Soy consciente que para muchas personas, enfrentarse
al contenido de este libro va a ser difícil. Soy consciente que levantar la capa de propaganda
mediática con la que nos han estado domesticando todos estos años y mirar debajo a ver qué hay va
a ser complicado para muchos. Soy consciente de ello porque lo fue para mí.
En marzo de 2008, hace cuatro años cuando escribo estas líneas, decidí abrir el blog
secretosdeldinero.com para compartir con el resto del mundo lo que estaba descubriendo sobre el
verdadero funcionamiento de la economía. Éste fue el principio de este libro.
Resulta que había decidido crear mi propia empresa, allá por 2006, y me puse a investigar cuáles
eran las reglas del juego económico para no ir dando palos de ciego. Escogí unos libros al azar en
inglés y de éstos surgieron otros que también me leí, que me dirigieron a leer otros. Y lo que fui
descubriendo me dejó con la boca abierta: nada de lo que leía se parecía a lo que hasta ahora creía
saber sobre el funcionamiento de la economía.
Y llegó la crisis (estafa realmente), y muchas de las cosas que había leído que me habían parecido
increíbles, comenzaron a suceder en la vida real: rescates de bancos, recortes sociales, bajadas de
las bolsas, quiebras de estados, burbujas crediticias que explotan... todo estaba descrito en lo que había
leído.
Así pues, aquí está la base de lo que descubrí. Acceder a la información que contiene este libro permite
ver el mundo con nuevos ojos, y entender las cosas que los economistas nos dicen que “no están al
alcance de cualquiera”. Mentira, sí lo están.
He intentado usar un lenguaje sin demasiados tecnicismos, un lenguaje que cualquiera pueda entender. Y
no he querido extenderme demasiado, he querido que este libro fuera de lectura ágil y rápida. También
he incluído citas históricas de personajes que han influído en la economía o tenían acceso a lo que
realmente ocurría en su época.
Espero que al finalizar este libro puedas tomar tus propias decisiones basadas en la realidad, y no en la
ficción que nos han contado, como hemos hecho todos hasta ahora.
Muchas gracias por tu curiosidad.
José Manuel Goig Campoy (@jmgoig), 2 de abril de 2012.
“Los bancos pueden, y así lo hacen, crear dinero… Y quienes controlan el crédito de la nación dirigen
la política de los Gobiernos, y sostienen en las palmas de sus manos el destino de la población.”
Reginald McKenna, Ministro de Economía británico
(Chancellor of the Exchequer).
Si te caes, te levantas y sigues adelante
Hoy, antes de que mi hijo de tres años entrara en su clase, como siempre, se ha dedicado a correr dando
vueltas con otros compañeros suyos. En un momento, como es normal, ha tropezado y se ha caído. No ha
sido un gran golpe, sólo un poco de “pupa”. Me ha llamado para mostrarme dónde le dolía y yo le he
dado un par de besos, y hala, le he dicho que no era nada y que siguiera corriendo. En cambio, he
observado a otros padres que al caerse sus hijos les prohibían que continuaran corriendo. No quiero decir
que les culpe por ello. Sólo quisiera constatar que, aunque está claro que no deseo de ninguna manera
que mi hijo se dé un gran golpe, lo que si sé es que en este mundo es mejor darse golpes pequeños para
luego tener cuidado y no darse los más grandes. Y además, es un niño y no se puede evitar que se
comporte como tal. Y creo que le sirve de experiencia para la vida.
Lo confieso: no soy ningún experto financiero, pero esta crisis se veía venir de lejos.
No me dedico a las finanzas, excepto a las mías personales. Y pese a no estar dentro de las élites políticas
y económicas del mundo, ya me di cuenta hace tres o cuatro años que lo que ocurre hoy pasaría. Y lo
único que hice fue leer opiniones de otras personas en internet, comparar noticias en inglés, castellano y
catalán, mirar a mi alrededor y pensar un poquito por mí mismo. Tenía muy claro que si para comprar un
piso había que hipotecarse a más de 30 años y se necesitaba un sueldo completo para pagarla, es que algo
no funcionaba bien. Además, observé también que había una implicación social muy grave: al tener que
trabajar los dos largas jornadas, los padres no tenían tiempo para estar con sus hijos. Estos hechos me
llevaron a pensar que las prioridades de esta sociedad en la que vivo no eran las correctas, y no lo son
todavía en términos de calidad de vida. Es como si hubiéramos aceptado una clase de esclavitud
voluntaria. Por algún sitio tenía todo que petar.
No me creo que los grandes capitostes de la economía no supieran nada de la llegada de esta super-crisis.
No sólo eso, sino que estoy convencido de que esta crisis ha sido creada expresamente. Siempre he
tenido la sensación de que existe un grupo de gente que no tiene otra cosa que hacer que dedicarse a
jugar con el mundo como si fuera un videojuego. Sabemos que son ellos los que fabrican el dinero e
imponen sus reglas. Sabemos que son ellos los que usan los recursos naturales del mundo en su
beneficio. Sabemos que para ellos los países no existen y tienen carta blanca para ir donde quieran y
hacer lo que les venga en gana. Sabemos muchas cosas y otras las podemos suponer. Y lo más
interesante es que lo hacen al descubierto y sin ocultarse. ¿Piensas que es una teoría conspirativa? Creo y
afirmo que estoy constatando una realidad.
¿Y para qué sirve una crisis que conlleva el sufrimiento de millones de personas?
Vete tú a saber cuál es el propósito final. Hay quien piensa que las crisis son los períodos de cambio que
hacen progresar a la humanidad en la evolución humana. ¿Recuerdas la última crisis comparable? Fue la
excusa perfecta para crear la Segunda Guerra Mundial, borrar del mapa a millones de humanos e inventar
una tecnología de la que ahora nos beneficiamos. ¿Estarán estas cabezas pensantes, este grupo de autonombrada
élite humana pensando en algo similar? En el fondo espero que no. Lo que sí es cierto es que
hemos llegado a un nivel tecnológico en el que las reglas del siglo XX ya no nos sirven, y que se necesita
un cambio de mentalidad para crear reglas nuevas que nos permitan adaptarnos a las nuevas
oportunidades. En lo que no estoy de acuerdo es que este cambio de mentalidad se intente precipitar por
obligación. Pienso que deberíamos dejar de correr, parar un rato, reflexionar y tomar un nuevo rumbo
mundial con las repercusiones más suaves para todos. Sin embargo, creo que la realidad no va por este
camino.
Así que, si te caes, te levantas y continúas adelante.
Porque los que no somos parte de esa élite que domina el mundo, como la mayoría, hemos sobrevivido
así a través de los siglos. Cuando hemos perdido un trabajo, hemos buscado otro, o nos lo hemos
inventado siendo emprendedores. Porque cuando en un lugar no nos han ido bien las cosas, hemos
emigrado a otro donde tuvieramos mejores perspectivas. Porque si hoy sufrimos, mañana reímos. Y
porque deseamos que nuestros hijos tengan las oportunidades que nosotros no hemos tenido, sea como
sea.
“Creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos en
pie. Si el pueblo americano alguna vez permite a los bancos privados el control de la emisión de su
divisa, primero por inflación, luego por deflación, los bancos y corporaciones que crecerán alrededor
de estos bancos privarán a la gente de toda propiedad hasta que sus hijos se despierten sin hogar en el
continente que sus padres conquistaron. El poder de emisión debería ser arrancado de los bancos y
restaurado al pueblo, a quien pertenece apropiadamente.”
1802, Thomas Jefferson en una carta al Secretario del Tesoro, Albert Gallatin.
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