TRATADOS DE LIBRE COMERCIO. T.L.C.

TRATADOS DE LIBRE COMERCIO. T.L.C.

Los tratados de libre comercio se iniciaron hacia los años sesenta del siglo XX  con el objetivo de ampliar el mercado entre los países desarrollados y los subdesarrollados o en vía de desarrollo, por ejemplo Estados Unidos y Canadá  realizaron convenios sobre el comercio automotriz, con el fin  de ampliar la compra y venta de bienes y servicios, donde trataron de minimizar los impactos de los aranceles entre los países pactantes. Estados Unidos también realizo pactos con México, bajo la modalidad de las maquilas, empleadas en el norte de México.

Los 3 países del norte, Estados Unidos, México y Canadá hacia 1990 a través de los presidentes acordaron iniciar este proceso bajo el logotipo de NAFTA.

NAFTA se convierte en un incentivo importante para la atracción de capital extranjero a México lo que ayuda a mejorar su calidad de vida y PIB, sin embargo la gran entrada de empresas extranjeras acaban poco a poco con la industria nacional, obligando a los empresarios a competir con estas grandes empresas en su país o buscar oportunidades en tierras extranjeras para  sus productos.

Aparentemente los T.L.C. son beneficiosos, más cuando de inversión se trata pero las políticas de la potencia norteamericana son otras, por ejemplo frenar las inmigraciones hacia su paz y a través de las exportaciones de productos de diversión  y espectáculos entrelazados con su cultura buscan grandes ganancias; tratando la cultura como una industria más.

Los T.L.C. también se involucran en asuntos como el medio ambiente y los asuntos laborales de los trabajadores, también buscan que no haya diferenciaciones entre los productos nacionales y los importados.

El economista Arturo Santamaría Gómez expone en su obra, a quién favorece los T.L.C. lo siguiente:

“Una de las razones por las cuales los norteamericanos no celebraron un tratado y, en cambio celebraron un acuerdo comercial son:

La existencia de menos exigencias jurídicas para la celebración de un acuerdo comercial, que para la celebración de un tratado.

La posibilidad de que se apruebe un acuerdo es mayor a la de un tratado, que frente a los jueces norteamericanos, el Tratado tiene mayor fuerza frente a la legislación interna; en cambio, cuando existe un acuerdo comercial, éste se encuentra por debajo de las mandatory rules."

Los tratados de libre comercio no han favorecido las economías nacionales como tampoco las democracias de los países, como ha ocurrido en México donde los obreros han visto disminuidos sus ingresos y desmejoras en su calidad de vida, como los procesos de  privatización empleados por los gobiernos de turno.

Los países latinoamericanos también han entrado a la aplicación de  los T.L.C. como una medida adoptada desde la globalización para ampliar el comercio internacional, pero se ven las grandes desventajas en las negociaciones que se dan entre las importaciones y las exportaciones, donde muchas de las pequeñas y medianas empresas no alcanzan a competir con los precios de los productos extranjeros.

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