Talavera

Descripción del producto

En 1997 se promueve en la declaración general de protección de la denominación de origen que solo se puede llamar talavera poblana a aquellos productos que cumplan con las especificaciones establecidad en la norma oficial mexicana (NOM-132_SCFI-1998, Talavera-Especificaciones), la cual dice que el productor o comercializador no puede comercializar talavera que no cuente con certificado expedido por un organismo de certificación acreditado y aprobado.

Actualmente el proceso del talavera, es tal y como se ha hecho desde siglos atrás, se hace completamente a mano con barro y arcillas de una variedad de colores.

La producción de alfarería de Talavera contempla seis procesos distintos de meticulosa aplicación técnica que duran aproximadamente seis meses. Cada etapa se cubre con dos o tres pasos con delicadeza. En conjunto, el proceso integral suma quince pasos, sin incluir su embalaje comercial. En promedio cada proceso se realiza en dos o tres pasos.

El primer proceso consiste en preparar la mezcla de los dos barros; segundo, deshidratación y amasado; tercero, moldeo de piezas a mano, en tornos de patada y moldes; el cuarto se refiere al jahuete o primera horneada; quinto, decoración, diseño y pintura; y sexto, segunda horneada, la cual se hace a mil 50 grados centígrados. La pintura y dibujo de cada pieza se hace a mano con finos pinceles de pelo y plumas.

Para dar una idea del cuidado que requiere la cerámica de Talavera, puede decirse que una vez mezclados los barros blanco y negro, el amasado debe colarse para quitarle arenilla, luego retirarle por decantación el agua excedente y más tarde se pone a secar en cuartos oscuros y sin ventilación para evitar que seque por fuera. El aire y la luz son los peores enemigos para el barro. Solamente este proceso dura entre un mes y mes y medio.

La elaboración incluye también acciones específicas de desaireación, amasamiento, almacenamiento de bloques y bolas, secado en cámaras especiales, sancocho o sahueteado y esmalte o vidriado. El sancocho (término español) o el jahuete (término mexica) se hace a una temperatura media de 800 grados centígrados durante siete u ocho horas.

Las pinturas con que se decoran las piezas se elaboran con productos minerales o industriales de desecho. Por ejemplo, el azul cobalto se hace con tequesquite (óxido de cobalto) y arenilla. Esta mezcla se coloca en cazuelitas que sirven de moldes. El amarillo se obtiene con antimonio, arenilla y salmonete; el naranja con piedra de riñón y tequesquite en mazacote. El verde con vidrio molido y caspa de cobre.

El término azulejo, aplicado específicamente a las lozas que decoran pisos y paredes, no proviene del

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