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Trabajo De Investigación

Roalby26 de Abril de 2014

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INTRODUCCIÓN

El proceso de integración económica en Centroamérica, además de ser el pionero en América Latina y el Caribe, fue el más exitoso en términos del desarrollo del comercio intraregional y del impacto en la transformación productiva y la modernización industrial de los países integrantes. Sin embargo, desde inicios de los setenta dió claras muestras de agotamiento. En la década de los ochenta, a las debilidades estructurales del esquema se unió una profunda crisis política que hizo desaparecer virtualmente las estructuras de la integración, en el marco de importantes cambios en la economía mundial, de la recesión internacional y de la crisis de la deuda externa en América Latina y el Caribe.

Sofocados los conflictos políticos regionales y verificándose cierta recuperación en el sector externo, a inicios de los noventa los países de la región retomaron con entusiasmo los esfuerzos por reconstruir el sistema de integración regional. No obstante, la forma de funcionamiento de las economías de la región y el escenario económico mundial al que Centroamérica se enfrenta son muy distintos a los prevalecientes a inicios de la crisis: retrocesos irreversibles en los mercados de productos primarios vis a vis un visible dinamismo de los mercados de bienes y servicios con altos componentes tecnológicos, fragilidad de la estabilidad macroeconómica, un elevado poder de las instituciones financieras internacionales en la gestión de la política económica y las reformas estructurales, un paradigma dominante que objeta la integración Sur-Sur como alternativa de desarrollo y una falta de claridad por parte de los gobiernos centroamericanos sobre las potencialidades de la integración, y sobre los pasos y mecanismos necesarios para promoverla.

Hay varias hipótesis sobre los efectos de la crisis de la Eurozona y su expansión hacia otros países y regiones del mundo. Se prevé un impacto moderado en economías con mayor grado de desarrollo, mayor oferta exportable y un alto índice de industrialización.

Si los canales de transmisión afectan la actividad económica de los EEUU y la recesión se generaliza en ese país, el efecto en la economía guatemalteca sería más fuerte, aunque menos severo que el generado en la crisis económica de 2008-2009.

El sector financiero es el más vulnerable por los efectos de una expansión de la crisis sus principales implicaciones se observarían en contracción del crédito, alza en las tasas de interés y menor liquidez tendrían implicaciones directas en el comercio.

El proceso de integración centroamericana ha enfrentado varias crisis profundas desde su inicio en la década de los años cincuenta. Sin embargo, la actual crisis económica se distingue de las anteriores en tanto que se originó fuera de la subregión y, particularmente, ha afectado el comercio con los Estados Unidos y los flujos de IED. Por esta razón, es importante analizar los vínculos más significativos de la subregión con la economía internacional. En este documento se estudia la situación y futuro de las zonas francas, incluidas el dilema de los incentivos a la IED, las negociaciones comerciales con terceros países, y los efectos de la crisis de precios alimentarios y de la crisis financiera. Además se abordan algunos de los principales retos del proceso de integración centroamericana, que podrían delinear una futura agenda subregional de trabajo.

Integración Centroamericana, Sistema Mundo y Crisis Económica

Queremos situar la discusión sobre la integración centroamericana en el contexto de la crisis mundial, examinar su impacto sobre América latina, para concluir planteando los retos que tiene la región. La crisis, a diferencia de lo mucho que se ha escrito, presenta nuevas oportunidades que deben aprovecharse. Los cambios a nivel mundial deben ser asumidos con cierta audacia para situar la región en una posición más favorable. No se trata de utopías o discursos meramente ideológicos. En el último cuarto de siglo XX fuimos testigos como la correlación de fuerzas en la región se transformó con el triunfo de la Revolución sandinista y la victoria del FMLN. Asimismo, como Panamá obligó a EEUU a levantar sus estacas coloniales, evacuar sus bases militares y ceder la administración del Canal de Panamá.

En los últimos dos años hemos estado discutiendo la crisis económica en el contexto de la crisis de hegemonía del sistema mundo, entendiéndolo como un cambio de época en el desarrollo capitalista. Muchos de los problemas teóricos que son objeto de debate en los círculos marxistas se han convertido en temas de discusión cotidiana. Por el lado más concreto, la crisis económica de Estados Unidos ha disminuido las inversiones, el empleo y el consumo a escala mundial. Además, ha generado inseguridad entre los actores sociales y turbulencia en los mercados internacionales.

La combinación de lo político y lo económico es objeto de cuidadosos análisis, especialmente cuando se trata de explicar el comportamiento de uno a partir del otro. Aún cuando muchos relacionan la crisis económica con el abuso y la mala administración de los recursos mundiales (neoliberalismo), en realidad estas supuestas causas son también consecuencia de una crisis aún más profunda.

Cualquier salida a la actual crisis (aún lejos de resolverse) arrojará como resultado una nueva organización social y espacial de la sociedad y una correlación de fuerzas distinta entre las clases sociales. El colapso financiero y, más aún, la disminución de la tasa de ganancia nos acerca a lo que algunos llaman una crisis de hegemonía. El grupo de trabajo sobre Estados Unidos de CLACSO plantea que la competencia económica mundial le hace cada vez más difícil a Estados Unidos conservar su posición hegemónica sobre los demás países, tanto desarrollados como “emergentes”.

El primer libro del grupo en 2007 ya planteaba la pérdida de competitividad económica de EEUU y, también, un deterioro en la planta científico-tecnológica. El deslizamiento, sin embargo, aún no se sentía en otras áreas claves como la cultura y el poderío militar. Desde aquella fecha para acá, la crisis económica que era inminente estalló como consecuencia del colapso de uno de los andamiajes de la estructura: la burbuja inmobiliaria.

Durante varias décadas muchos estudios apuntan a la crisis que acecha al desarrollo del capitalismo tal como se conoce en la actualidad. Se trata, según algunos, de un sistema mundo capitalista que nació en ciertas circunstancias y, cumplidas todas sus etapas, está llamada a perecer. En el caso de Giovanni Arrighi, su enfoque difiere algo en la medida en que relaciona la crisis actual de sobreproducción a una crisis de hegemonía de Estados Unidos. Este país, que se constituyó en eje central y motor principal de la acumulación capitalista desde mediados del siglo XX, será pronto desplazado por un nuevo centro hegemónico.

También se destaca en esta línea de pensamiento, Samir Amin, quien plantea que el sistema unipolar de desarrollo capitalista tiende a ser reemplazado por relaciones internacionales que darán lugar a un mundo multipolar. Cada región estará integrada estrechamente a las demás, pero guardando su especificidad cultural y autonomía política.

Quien se ha destacado en los estudios del sistema mundo capitalista es su principal gestor, Immanuel Wallerstein. En el marco de su obra que cubre un periodo de casi 40 años, Wallerstein plantea que el modo de producción hegemónico actualmente está a punto de fenecer como resultado de sus contradicciones internas insalvables. Wallerstein, a diferencia de otros, no postula un modelo de sociedad que sustituya al capitalismo. Según el sociólogo norteamericano, enfrentamos un futuro lleno de incógnitas donde predominará la incertidumbre.

Pero si la desconfianza es el menú del día entre los miembros de la clase capitalista, entre los trabajadores no hay señales de que la situación sea diferente. El neoliberalismo –política concebida para debilitar a la clase obrera– aparentemente tuvo el éxito esperado entre sus arquitectos. Sin embargo, no resucitó al capitalismo como sistema.

Un capitalismo vigoroso hace nacer una clase obrera con igual entusiasmo. Es una relación dialéctica cuyas contradicciones esconden el dilema de la clase capitalista, incapaz de resolver el conflicto que la pone al borde del abismo en forma permanente. La clase trabajadora, por su lado, se quedó con las lecciones del profesor Marx: Son las contradicciones del crecimiento capitalista incapaz de generar excedentes en forma continua que finalmente lleva al sistema al colapso. Sin embargo, se olvidó que Marx también tenía su lado militante. El Palacio de Invierno no es un símbolo ni un eufemismo. Es una realidad. La clase obrera tiene que asumir su rol como sujeto social y organizar el conjunto del pueblo para asumir las riendas del poder.

En poco más de dos años de crisis (2008-2011), los grandes Estados capitalistas han destruido más del 10 por ciento de toda la propiedad basada en la explotación del trabajo y el mercado. Probablemente, continúe destruyendo la propiedad inservible por varios años adicionales. (En la crisis de 1930 destruyó el 50 por ciento).

América latina

En el caso de América latina, el comercio exterior con EEUU y Europa se ha estancado (el comercio con China es la excepción). Igual suerte ha tenido la producción nacional, las inversiones, el empleo, los ingresos y los salarios. Las grandes transformaciones que atraviesan el tejido social de los países capitalistas han impactado

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