Yamaha y el kando

Kando es una palabra japonesa creada por la corporación Yamaha que expresa sentimientos de profunda emoción y satisfacción cuando se encuentra algo de valor excepcional. Kando es alegría, una profunda alegría que inspira a asumir cada reto. Y esta es la principal razón de porque Yamaha ha podido sobrevivir en el mercado, desde sus inicios con productos musicales y llegando a la época actual como fabricante reconocido de motocicletas, desde funcionales de bajo cilindraje hasta experimentadas con altos cilindrajes, que proporcionan a sus dueños experiencias únicas de conducción, estabilidad, confort, y una increíble satisfacción por conducir este tipo de motocicletas.

 Es como así que la empresa Yamaha instauro ante sus posibles compradores una técnica de mercadeo inspirada en la satisfacción funcional y emocional de los productos que le podían ofrecer, respetando los gustos de los potenciales consumidores, y exaltando la funcionalidad de las motocicletas que se les vendían. Con la instauración de esta filosofía lo que realmente quería Yamaha era darle una experiencia al consumidor de detenerse a admirar la belleza de sus productos, pero también de poder adquirirlos para vivir experiencias inolvidables compartiendo la belleza con la funcionalidad.

Desde inicios de la compañía con sus productos musicales, quiso ofrecer a sus compradores calidad en sus productos musicales, logrando acaparar una gran parte del mercado musical, pero con la guerra, cambia su producción y ve la oportunidad de construir y vender en su territorio maquinas que satisfagan necesidades básicas de transporte, generando una apertura de mercado importante; y aplicando disciplina e innovación de producto a su compañía logra diseñar motocicletas de alto cilindraje que pueden llegar a un público más específico, pero siendo un nicho de mercado amplio de personas queriendo satisfacer necesidades de conducción extrema pero pensando en la seguridad de sus máquinas.

La compañía logró ampliar sus ventas impactando los sentidos de las personas con motos diseñadas de una manera impresionante para los consumidores, vendiendo ergonomía, estilo, potencia y funcionalidad. Siempre pensó en cómo se puede impactar la percepción de las personas ante productos que les pueden vender y así crearles una necesidad de adquirir estos productos, como una experiencia satisfactoria de recordar esta marca como líder en el diseño, y que los compradores adquieran emociones al adquirirlas.

Hay que tener en cuenta que Yamaha ha querido tener todo controlado, especialmente como los compradores potenciales o los que ya son fieles a la marca recuerden el impacto de ver este sello y es ahí donde el logo hace parte fundamental de fijación de la empresa y sus productos; Los tres diapasones del logotipo de la marca Yamaha representan la relación de cooperación que vincula a los tres pilares de la empresa: la tecnología, producción y ventas.

También evocan la robusta vitalidad que ha forjado una reputación por el sonido y la música en todo el mundo, un territorio indicado por la que remite el círculo. La marca también simboliza los tres elementos esenciales de la música: melodía, armonía y ritmo.

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