Ética En Los Negocios
JuanDaCarvajal9420 de Febrero de 2014
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ÉTICA APLICADA A LOS NEGOCIOS
El mundo de los negocios está lleno de controversias, hablar de ética en los negocios es motivo de un amplio debate en los que nacen dos extremos que dan puntos de vista, ya sean arbitrarios o con intentos de fundamentar con objetividad, donde se condena o se justifican los actos de las empresas en la nueva economía global. La ética en los negocios nace de la ética para tratar de dar una respuesta contundente a estos dilemas. Pero el motivo de su estudio se impulsó hace poco tiempo y aún quedan muchas preguntas por resolver. Sin embargo, la principal de ellas ha tomado un giro más razonable y se puede argumentar desde un punto de vista teórico si existe o no la ética en los negocios.
Para tratar de dar respuesta a esta incógnita es conveniente saber el propósito del estudio de la ética en los negocios. Una afirmación sobre esto, de aceptación común, es que la ética en los negocios les suministra a los gerentes, cabeza de las organizaciones , herramientas para tomar decisiones adecuadas en la complejidad de las decisiones estratégicas (Cuevas, s.f.). Es decir, da unas pautas y sirve como guía, pero no ejerce como imperativo. La importancia de esto es que en esas decisiones se puede ver involucrada una buena parte de la comunidad y a raíz de esa decisión van a nacer consecuencias que pueden determinar el rumbo de la sociedad misma.
Ahora bien, se sabe que hay estudio que trata de dar un rumbo moral o ético a las organizaciones, pero el problema no está en que existan códigos, cartas éticas y demás documentos deontológicos que sirvan para dar a las organizaciones conciencia sobre la sociedad sino en que no se sabe que tanto van a querer las organizaciones a cumplir o a atenerse a esos códigos.
El principal motivo por el que se castigue los negocios es por su ideal capitalista, en el que se cree que lo que mueve realmente a los negocios es el beneficio y la satisfacción individual. Esto es lo que sacrifica todos los esfuerzos de las organizaciones por dar una buena imagen a la sociedad.
En ese sentido, una organización que deje atrás la administración tradicional “taylorista- frodista”, donde la toma de decisiones es cerrada y las acciones que se tomen en ella tienen que venir de arriba para conservar la jerarquía, para entrar a una administración más moderna y ser un poco más flexible para brindarle motivación a los empleados no va a ser canonizada por la comunidad y se va a pensar siempre que esta acción se hizo con el fin único de aumentar sus utilidades (Resico, s.f.).
Del mismo modo, se cuestiona a las empresas que tratan de emprender campañas de responsabilidad social (Solomon, 1995). Se tiene la creencia o mito de que lo único que impulsa estas campañas y lo que da su origen es ver en ello una utilidad reflejada, ya sea en reducción de costos o en la misma imagen positiva que gana la compañía que es un intangible que de seguro va a generar beneficios en un futuro.
Lo que hace que la sociedad castigue tanto a las organizaciones es la mala experiencia que ha dejado el capitalismo en el mundo, donde la ley del más rico se cumple (Solomon, 1995). Esto es lo que estigmatiza a los empresarios, inversionistas, accionistas y demás. En donde se les culpa por la gran desigualdad que existe en el mundo entre ricos y pobres, además de que se culpe a las más grandes multinacionales del deterioro ambiental.
En conclusión, es un tema de percepción y de esa mala imagen que han venido ganando las organizaciones por las fuertes declaraciones que lanzan sociólogos, activistas y personas que van en contra del sistema capitalista. No importa que tanto se esfuercen las organizaciones por hacer que sus acciones se vean limpias, honestas y con responsabilidad social tratando de cierta manera actuar en beneficio de la sociedad porque la misma sociedad es la que se va a encargar de darle un
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