Enfoques de aprendizaje y satisfacción con la educación en estudiantes universitarios de la Universidad de Talca

Introducción

El sentimiento de bienestar o placer que se adquiere en el ámbito educativo, es decir, la satisfacción estudiantil, ha sido descrito como uno de los indicadores más válidos para medir el grado de calidad de la enseñanza (Gento, 2003). En este sentido, resulta atingente el investigar los factores que influyen en este proceso, y así de esta forma se generen metodologías orientadas a el incremento de la calidad de enseñanza. Esto acorde al descubrimiento de la existencia de factores psicológicos propios de cada individuo que tienen su propio efecto en el aprendizaje. Biggs (2005) plantea que los estudios anteriores centraban su atención en la predicción del desempeño académico por variables tales como el coeficiente intelectual, situación socio-económica, entre otras. El desempeño académico era concebido de manera diferente de los otros tipos de desempeño; un estudiante era caracterizado como la intersección de diversos continuos de variables cognoscitivas y afectivas (Biggs, 1987). Hoy en día existe una gran variedad de investigaciones para explicar cómo los estudiantes desarrollan su aprendizaje. Marton y Säljö (1976) plantean: ¿Cómo podemos explicar las diferencias cualitativas en el resultado de aprendizaje? ¿Cómo es que, al leer un texto, se dan tantas diferencias en su comprensión?, sentando las bases para la descripción de las diferencias en el proceso de aprender y cómo influye en el posterior rendimiento.

La motivación es uno de los aspectos más relevantes para que se dé el aprendizaje, existiendo certeza de que si no existe este fenómeno, a los estudiantes se les dificulta mucho el aprender (Ospina, 2006). Referente a este proceso, resulta importante el distinguir el origen de la motivación que orienta la conducta, existiendo dos principales agentes motivantes: motivación intrínseca y motivación extrínseca. La motivación intrínseca tiene su origen a partir del propio sujeto, es decir que está bajo su merced y dominio, y por otro lado tiene como objetivo la autorrealización, por el logro de la meta, movido especialmente por la curiosidad y el descubrimiento (Naranjo, 2009). En contraste, la motivación extrínseca es el efecto de acción o impulso que producen en las personas determinados estímulos provenientes del exterior, que las llevan a la realización de actividades o acciones (García y Doménech, 1997).

En cuanto al proceso de aprendizaje, diversos autores han identificado diferentes enfoques por los cuales los estudiantes realizan la actividad educadora. El término enfoques de aprendizaje fue acuñado inicialmente por los anteriormente mencionados Marton y Säljö refiriéndose adaptación de estrategias de estudio que llevan a cabo los alumnos para afrontar distintas tareas a lo largo de su vida como estudiantes (Recio, 2005). A partir de esto, les fue posible identificar dos tipos de enfoque que los estudiantes realizaban a partir de los experimentos que realizaron. Por un lado estaba el enfoque superficial, donde los estudiantes no trataron de entender el texto sino de memorizarlo, es decir, su conciencia se deslizó por la superficie del texto. En contraparte algunos alumnos no memorizaban y sin embargo recordaban muy bien el contenido del texto, se introdujeron bajo la superficie del texto para interpretar ese significado, usando un enfoque profundo. Siguiendo este modelo Entwistle y Ramsden agregaron otro enfoque basándose en el modelo anteriormente mencionado, este es el enfoque estratégico, que hace referencia a obtener el éxito por los medios que sean (Hernández Pina, 1993). Biggs estudió tres motivos distintos: mantenerse sin problemas con el menor esfuerzo, involucrarse en una tarea apropiadamente, y mejorar las notas. Cada uno de estos motivos se vio asociado con una estrategia congruente con los objetivos y causas de la acción: memorización selectiva, búsqueda de significado y manejo

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