Educación en valores de estudiantes Universitarios

Educación en valores de estudiantes Universitarios

El proceso maestro educativo está concebido para educar valores, especialmente en alumnos universitarios; para lograrlo es necesario encaminar el mismo hacia el modelo ideal de formación, desarrollar el parentesco con la verdad por medio de la formación socio humanista y decidir tácticas didácticas que involucren a los galenos en una actividad consciente, protagónica y comprometida.

 En la actualidad los valores tienen que ser contextualizados y dirigidos hacia los alumnos universitarios; son cualidades de la personalidad profesional que manifiestan significaciones sociales de redimensionamiento humano y que se expresan en relación a los métodos de actuación.12 Sus principios interiorizados componen la esencia del modelo de representaciones particulares, conforman el contenido del sentido de vida y de la concepción de todo el mundo, permiten la comprensión, interpretación y valoración del individuo; brindan la probabilidad de conceptualizar el plan de vida incluido por fines y finalidades para la actividad escolar, profesional y social.

 La enseñanza en el trabajo en la educación universitaria tiene como fines la contribución a la reafirmación de conocimientos y educación de valores, el fortalecimiento de capacidades y hábitos prácticos que caracterizan las ocupaciones de los alumnos universitarios, se le dedica un cúmulo de horas relevantes dentro del diseño curricular.13  

 La enseñanza de valores en los alumnos universitarios está dirigida hacia el desarrollo de la profesión y constituye un pilar importante en la educación profesional Es fundamental para educar valores la acción planificada, intencionada y dirigida que ejercen el núcleo familiar, escuela y sociedad por medio del ejemplo personal en las actuaciones de los adultos responsabilizados con el encargo social de la formación de las novedosas generaciones,15 las cuales asegurarán el aumento y desarrollo justo de la sociedad, así como la educación y transmisión de vivencias a las futuras generaciones.

 Para lograr transformar a Cuba en una gigantesca universidad, se necesita que todo profesional sea, potencialmente, un instructor universitario.16 Por lo cual se debería promover a partir de fases tempranas del pregrado, la formación pedagógica y de valores en los alumnos.

 En la averiguación de la excelencia profesional y de valores se necesita conseguir un desarrollo constante de la educación universitaria sobre bases científicas que sustenten la toma de elecciones y el quehacer diario de la enseñanza preeminente. En aquel proceso, el trabajo educativo resulta ser un componente importante donde se planifica, organiza, regula y controla el proceso curricular18 involucrando no sólo a alumnos y docentes, sino además el efecto de medios de educación y tecnológicos aplicados hacia la enseñanza de valores de forma racional y consciente.

El mismo tiene por base el reconocimiento de los diversos tipos y niveles de la educación en el proceso formativo de valores; hace hincapié en el papel de las especialidades y asignaturas en la magnitud curricular y reconoce el sitio relevante correspondiente a las metas de las ocupaciones extracurriculares.

 El maestro sirve de modelo profesional a reproducir por el estudiante, lidera y corrige su relación con el objeto y la averiguación y asimilación de la teoría pertinente, asume primordialmente una labor paradigmática, sirve de modelo profesional a los alumnos y además de orientación y dirección de su aprendizaje, básicamente de la formación de valores.24 Es por esto que maestros, escuela, familia y sociedad conforman referentes que requiere el alumno universitario para conformar y realizarse integralmente.

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