Freud: Sobre las teorías sexuales infantiles.
portadores de la nocheApuntes14 de Octubre de 2017
785 Palabras (4 Páginas)481 Visitas
Freud: Sobre las teorías sexuales infantiles.
La existencia de dos sexos es el hecho básico como punto de partida para las investigaciones de los niños sobre los problemas sexuales. El niño pasa a ocuparse del primer problema de la vida y se pregunta: ¿de dónde vienen los hijos?, hay una pulsión autónoma de investigar, pero ante esto recibe una respuesta evasiva o una reprimenda por su apetito de saber, a partir de ese engaño alimentan desconfianza hacia los adultos, estos le dicen: “la cigüeña trae a los hijos”( este es el primer engaño). De esta manera adquieren como una señal (poco clara aun) de que hay algo prohibido que los grandes no quieren que sepan, por lo que van a rodear de secreto todas sus ulteriores investigaciones. Pero así también han vivenciado la primera ocasión de conflicto psíquico, pues sus opiniones “pulsionales” no son correctas para los adultos, entran en posición con otras sustentadas por la autoridad de los grandes pero que a ellos mismos no les resultan gratas. De este conflicto puede desenvolverse una escisión psíquica, done una de las opiniones , la que conlleva el ser “bueno”, pero también la suspensión del reflexionar, deviene la dominante, consciente; la otra, para la cual el trabajo de investigación ha aportado entretanto nuevas pruebas que no deben tener vigencia , deviene sofocada, inconciente. Queda de esta manera constituido el complejo nuclear de la neurosis.
La fábula de la cigüeña no se cuenta entre las teorías sexuales infantiles, sino que es mas bien la observación de los animales, tan poco escondedores de su vida sexual. Llega a esta conclusión al sostener, en el caso de un niño, que él a un determinado tiempo puede establecer alguna relación entre el engrosamiento de la panza de la madre y la aparición después del hijo nacido. Este temprano discernimiento (distinción) se mantendrá siempre en secreto , y luego será reprimido y olvidado en conexión con los ulteriores destinos de la investigación sexual infantil.
La PRIMERA de estas teorías se anuda al descuido de las diferencias entre los sexos, que es característico del niño, consiste en atribuir a todos los seres humanos, aun en las mujeres, un pene como el que el varoncito conoce en su propio cuerpo. El pene es ya en la infancia la zona erógena rectora, el principal objeto sexual autoerótico. Si el varoncito llega a ver los genitales de una hermanita, niega la falta, o piensa que como es pequeña ya le va a crecer. El niño gobernado por la excitación del pene ha sabido procurarse placer estimulándolo con la madre, sus padres lo aterrorizaron con la amenaza que este seria cortado, el efecto de esta es la amenaza de castración, los genitales de la mujer, percibidos luego y concebidos como mutilados, recuerdan aquella amenaza. En la niña se puede observar que comparte por entero aquella estimación de su hermano. Desarrolla un gran interés por esa parte del cuerpo en el varon, interés que pasara a ser comandado por la envidia del pene. Se siente perjudicada, intenta imitar al niño , como orinar parada.
Una SEGUNDA teoría, el pene ha tenido su participación en los procesos la creación del niño, con esa excitación se conectan unas impulsiones que el niño no se sabe interpretar, unos impulsos oscuros a un obrar violento, a penetrar, abrir en algún parte un agujero, pero cuando el niño parece estar así en el mejor camino para postular la existencia de la vagina y atribuirle al pene del padre esa penetración en la madre como aquel acto por el cual se engendra el hijo en el vientre materno, en ese punto la investigación se interrumpe, pues la obstaculiza la teoría de que la madre posee un pene como el varón. Su ignorancia de la vagina posibilita al niño convérsense también de la segunda de sus teorías sexuales, si el hijo crece en el vientre de la madre y es sacado de ahí, ello ocurriría por la única vía posible: la abertura del intestino. Es preciso que el hijo sea evacuado como un excremento, una deposición. Esto no hacía más que activar su erotismo anal.
...