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Fundamentos psicosociales del desarrollo personal

Lisette SanhuezaEnsayo26 de Mayo de 2025

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Postítulo en Orientación Educacional

Fundamentos Psicosociales del Desarrollo Personal

Profesor: Nicolás Torres Games

Integrantes: Javiera Gallardo - Lisette Sanhueza

Marisel Velozo - Karina López

¿Y si nos atrevemos a sentir?

La Revista Impulso Docente (2025) plantea que “ el 35% del profesorado reporta sentirse frecuentemente saturado por el trabajo, el 34% declara un alto nivel de desgaste emocional y el 31% se siente agobiado por el trabajo, especialmente durante el primer trimestre del año escolar”. Lo anterior se menciona porque existe un claro deterioro y desgaste en la salud mental docente chilena y esto nos hace pensar ¿Cómo enseña y prioriza un docente aspectos de salud mental si este tampoco cuenta muchas veces con las herramientas? ¿Será un proceso de resiliencia o se aprende a vivir con burnout?. Los docentes que enseñamos en aulas regulares en Chile no estamos preparados para profundizar, enseñar o guiar procesos relacionados con la emocionalidad y el aprendizaje, esto se explica por la falta de formación en las instituciones, así como en las escasas oportunidades de capacitación en esta área y la falta de consciencia en los colegios para poder aplicar de manera efectiva estrategias que contribuyan a la mejora de estos aspectos, más aún considerando la deficiente salud mental en el país, más específicamente de estudiantes y profesores. Es importante considerar que este texto es una reflexión temática de autores, pero también un desafío docente en la forma en que conocemos y nos acercamos a las emociones, lo que despierta desafíos constantes para enfrentar con estudiantes esta problemática.

Todos nosotros, alguna vez en la vida hemos experimentado diversas emociones, las cuales inciden en cómo nos comportamos y relacionamos con nuestros pares. Durante muchos años se ha debatido sobre el origen de las emociones, pero es hoy que gracias a los avances científicos, y a la neurobiología podemos comprender cómo las emociones nacen en lugares específicos del cerebro y cómo estas, modelan el comportamiento del ser humano y su desarrollo emocional.

Para comprender adecuadamente estos procesos, hablaremos del sistema límbico, el que se encuentra una de las regiones que cumple un rol fundamental dentro de los procesos que regulan las emociones: la amígdala. Esta  es una zona cerebral y centro clave para el desarrollo de estímulos emocionales, para la detección de amenazas y respuestas rápidas. Además de presentar respuestas fisiológicas básicas como: sudoración, dilatación de pupilas y  aceleración del ritmo cardiaco.  De esta manera la amígdala trabaja junto al Hipotálamo, glándula encargada de ayudar a mantener el equilibrio  del cuerpo (homeostasis) a través del sistema endocrino. Nuestro cerebro está diseñado para identificar amenazas y estímulos  y si detecta alguna zona sensorial, éste nos alerta a través de mensajes químicos que conforman las emociones y que viajan a través del sistema nervioso por todo nuestro cuerpo, liberando de esta manera hormonas como : la  adrenalina y cortisol (hormona de estrés), pero ¿qué pasa cuando ocurren situaciones placenteras o satisfactorias? nuestro cerebro genera dopamina, Oxitocina o Serotonina, químicos que nos hacen sentir bien y nos impulsan  para continuar con nuestro comportamiento.

Otra de las regiones más avanzadas del cerebro humano es la corteza prefrontal la cual está ligada al pensamiento racional, la toma de decisiones, planificación y el control de las emociones. Su correcto trabajo es fundamental para el comportamiento social. La corteza prefrontal está implicada en diversas funciones cognitivas o también llamadas funciones ejecutivas, en las que podemos destacar: control inhibitorio, flexibilidad cognitiva y memoria de trabajo. Dichas habilidades nos permiten regular, analizar  y controlar nuestras acciones actuando de manera racional. Ahora es interesante pensar ¿qué ocurre si alguna de estas zonas se dañan? Esto fue lo que ocurrió con Phineas Gage ,el cual sufrió un accidente mientras manipulaba una carga explosiva, y una barra de metal atravesó su cráneo pasando por los lóbulos frontales del cerebro, dañando la corteza prefrontal del individuo,generando cambios fuertes en la personalidad de Gage, ¨luego de la catástrofe, se apreció en él un trastorno notable en el carácter: se tornó obstinado, caprichoso, irrespetuoso, vacilante, impaciente, violento, profano e irresponsable, mostraba crueldad y poca deferencia hacia sus compañeros; ahora era incapaz de llevar a cabo los planes que proponía, se mostraba descuidado en sus hábitos personales, se quejaba de una disminución de su impulso sexual pero se mostraba desinhibido al hablar de sexo, empleaba palabras soeces y las damas eran advertidas de no permanecer en su presencia …¨ (Muci-Mendoza, 2007)

¿Qué nos deja reflexionando este caso? desde esta visión podemos comprender que el desarrollo de la corteza es fundamental en el  cerebro humano, permitiendo desarrollarnos en sociedad y manejando nuestras emociones. Además, en etapa adolescente con esta área en desarrollo, los jóvenes actúan impulsivamente y les cuesta tomar decisiones, siendo más arriesgados.

Ahora bien, el ser humano es hermosamente complejo. ¿Por qué hermoso? Simplemente porque todo funciona perfecto: la amígdala hace su trabajo y tiene de colaborador al hipotálamo. Sin embargo, no todo es color de rosa, debido a que nuestro comportamiento nos lleva a analizar diariamente nuestras decisiones y conductas. Al finalizar el día, podemos realizar una reflexión sobre si nos “sentimos bien” o si “nos gustó el día”, y pareciera que constantemente estamos pensando en diferentes acciones: tanto las pasadas, las presentes o las que aún no ocurren.

Pero la vida va más allá, y es que las emociones están constantemente guiando nuestro comportamiento humano. Son quienes facilitan la interacción con el otro; si no supiéramos qué sentimos, no podríamos ser seres sociales y, a su vez, mucho menos sintientes. El ser, en su totalidad, demuestra muy poco de lo que es, porque es que vamos aprendiendo a comportarnos en diferentes situaciones a través de nuestra conciencia y razón. Si bien las emociones no nacen de un solo lugar, sino de un conjunto de estructuras, nuestro comportamiento humano tampoco nace de una sola situación, sino que es un conjunto de normas al que nos vemos enfrentados, experiencias personales, historia de vida, contexto cultural, salud, etc. No podríamos definirnos como un ser dividido en cuerpo, mente y emoción; somos un conjunto de estructuras que funcionan en conjunto y colaboración unas con otras.

Pensemos en un día cualquiera de nuestra rutina: nos levantamos, salimos a trabajar, nos conectamos a redes sociales, conversamos con nuestros compañeros, tenemos tiempo en familia y luego dormimos. ¿Te diste el tiempo de procesar las emociones vividas en el día? O si pasaste un momento desagradable en el trabajo, ¿te diste cuenta qué provocó tu desagrado, qué emoción estaba invadiendo o tomando el control? ¿Qué cosas realizaste que responden a una norma del lugar? ¿Por qué hay problemas de comunicación generalizados en el mundo? Somos personas sociables que compartimos gustos e intereses con otros, metas que nos han hecho coincidir con un grupo humano que puede ser familia, amigos, colegas, pero aun así no hemos sido capaces de ir mejorando nuestro comportamiento. Pareciera que la gente está cada vez más agresiva, más sensible y mucho más contestataria o con menos paciencia. Esto nos da paso a pensar inmediatamente en la convivencia escolar y cómo los estudiantes tienen poca tolerancia a la frustración.

El comportamiento responde, como dijimos anteriormente, a múltiples factores, y son las emociones y este proceso de respuesta cognitiva que se ve reflejado en acciones. A medida que nos desarrollamos, nos vamos ocupando de diversas tareas diarias y van cambiando y cumpliendo metas a medida que vamos creciendo y hemos pasado por varias podas neurales. El aprendizaje del comportamiento está directamente relacionado con lo que siento. No culpemos al enojo por gritarle a alguien que hizo una mala maniobra conduciendo; es que, al parecer, esa emoción llamada ira no ha sido analizada, reflexionada y procesada. El aprender cómo comportarse cuando dicha emoción no ha sido evaluada... ¿Te has preguntado por qué hay cosas o situaciones que te enojan y otras no? ¿Qué tienen en común? Tal vez a tu pareja le enojan cosas distintas que a ti. ¿Hay algo malo en mí que no me enoja lo mismo? Somos complejos, pero eso nos hace seres únicos. Pero cuando hablamos de emoción a nivel neurobiológico, somos semejantes, y es en la respuesta, es lo que pienso cuando tengo una emoción, es lo que analizo, es cómo soy con esa emoción, es que nos va definiendo como personas. Nuestros gustos e intereses, las motivaciones personales y nuestras decisiones están profundamente enraizadas en la emoción.

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