La ética del Deseo
Carla AgustinaApuntes12 de Abril de 2022
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La ética del Deseo
Resaltar la Noción de Goce y el estatuto al que Lacan lo eleva en su relación al conjunto de conceptos que estructuran la teoría Psicoanalítica es generar la posibilidad de revisar los fundamentos mismos que le proporciona una posición ética al psicoanálisis que lo aleja definitivamente de la posibilidad de establecer algún tipo de universalidad en relación al sujeto que recibimos en análisis. Y por lo tanto hace objeción a cualquier práctica que se sustente en ideales tales como aquellas que proponen la adaptación, la felicidad, el bien común o cualquier bien que intentáramos donar bajo la forma de algún tipo de saber.
En la lengua común este término se asocia a estos sinónimos: Deleite, Placer, Satisfacción, Solaz, Delectación, Felicidad
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En psicoanálisis y esto se lo debemos a Lacan este termino, es un concepto, y la comprensión del mismo no nos lleva a algo equiparable al uso común que dé él se hace.
Freud pensaba a lo que después Lacan llamara goce, como un placer que no puede ser sentido como tal.
Lacan pone fuertemente el acento en diferenciar goce y placer, El goce no proporciona placer, el goce es antinómico con el bienestar, para Lacan el principio del placer, equivale, al temor a Gozar.
Volvamos entonces al momento que Lacan desprende de Freud DAS DING, la Cosa.
En el Seminario de La Ética del Psicoanálisis Lacan hace una relectura del Proyecto de Psicología para Neurólogos y lo rescata particularmente ya que si bien el aparato psíquico descrito allí lo construye tratando de adscribir a los postulados fiscalistas y mecanicistas de su época,( no podemos olvidar que Freud participaba de esa concepción como medio de investigación y construcción de saber) los condicionamientos epistemológicos de la época lo llevan a construir una especie de aparato en donde todo parece estar explicado y de repente se transforma (para el mismo Freud) en un mamotreto impresentable a los ojos de la comunidad científica “Ya no atino a comprender mi propio estado de ánimo cuando me hallaba dedicado a incubar la Psicología, ya no puedo comprender como fui capaz de enjaretarte ese embrollo. Creo que sigues siendo demasiado amable; a mí me parece una especie de aberración mental” confiesa Freud a su amigo Wilhelm Fliess en su carta del 29/11/95
Lacan se ocupa de articular de un modo más complejo las relaciones entre principio del placer y principio de Realidad y concluye que esta oposición y conflicto en el corazón del aparato psíquico, es más del orden de una experiencia ética que del orden de la Psicología.
En la Clase del 25/11/59 en el seminario de La Ética Lacan plantea un esquema que le permite representarlas relaciones de estos dos principios en relación al Sujeto, al proceso que allí se cumple y al objeto en cada instancia
“ Hay primero, digamos, una sustancia o un sujeto de la experiencia psíquica, que corresponde a la oposición Principio de Realidad, - Principio del placer.
Hay luego un proceso de la experiencia que corresponde a la oposición del pensamiento con la percepción, este proceso se divide según se trate de la percepción, ligada a la actividad alucinatoria, al Principio del Placer o del pensamiento ligado al Principio de Realidad” 1
podríamos pensar que el principio de realidad es una prolongación del principio del placer, pero por el contrario, esta posición reducida y dependiente parece hacer resurgir más allá algo que gobierna, en el sentido más amplio, el conjunto de nuestra relación con el mundo, este hallazgo es el más allá del principio del placer.
La ley moral es aquello por lo cual en nuestra actividad en tanto estructurada por lo simbólico se presentifica lo real, el peso de lo real, y la ley moral se afirma contra el placer.
El principio del placer tiende a ejercerse en base a una identidad de percepción, el principio de realidad se ejerce en base a una identidad de pensamiento y todo pensamiento se ejerce por vías inconscientes, nada llega a la conciencia, solo sus signos.
“ Lo conocido solo puede ser conocido en palabras, lo desconocido se presenta como teniendo una estructura de lenguaje” 2
El inconsciente solo lo captamos a fin de cuentas en su explicación, en lo que dé él es articulado, en lo que sucede en palabras, ese inconsciente mismo tiene como única estructura, en último término, una estructura de lenguaje.
Finalmente a nivel del objeto o de la objetivación se oponen lo conocido, y lo desconocido. Por qué lo conocido solo puede ser conocido en palabras, lo desconocido se presenta como teniendo una estructura de lenguaje.
Lo que a nivel del p. del p. se presenta al sujeto como sustancia, es su bien en la medida en que el placer gobierna la actividad subjetiva, es el bien, la idea del bien la que lo sostiene.
Pero enfrente. Como calificar el sustrato de realidad de la operación subjetiva?
el ding es el elemento que es aislado en el origen por el sujeto, en su experiencia del prójimo, como siendo por naturaleza extranjero “FRENDE” aquello que desde el interior del sujeto, resulta llevado a un primer exterior, esa Cosa que capta en el otro y que luego va a constituirse como su núcleo más íntimo y desconocido
A fin de cuentas sin algo que lo alucine como sistema de referencia, ningún mundo de la percepción llega a ordenarse de modo valedero o constituirse de manera humana, el mundo de la percepción nos es dado por Freud como dependiente de esa alucinación fundamental sin la cual no habría ninguna atención disponible.
Lo buscado es el objeto en relación al cual funciona el Principio del placer.
- Jacques Lacan,Libro 7 del Seminario, Buenos Aires,Ediciones Paidos 2009
- Jacques Lacan, libro 7del Seminario , Buenos Aires Paidos 2009
Si el fin de la acción específica que apunta a la experiencia de satisfacción es reproducir el estado inicial, volver a encontrar a das ding el objeto,(gozar)
Este primer paso dado, extraer Das Ding, le permite a Lacan darle un estatuto al objeto que permite luego seguir ahondando en eso que hace al sujeto un buscador constante de aquello que no puede ser hallado en ninguna parte.
La cosa no solo nos da la idea de un distanciamiento del objeto (no puede ser alcanzado) sino que va más allá, lo que no puede ser alcanzado en La Cosa, es Das Ding y no un objeto.
El Goce como concepto, refuerza y se afirma en conceptos Freudianos (Mas allá del Principio del placer, pulsión de muerte, Repetición, reacción terapéutica Negativa etc., sin olvidar el malestar en la cultura donde queda resaltada la mala relación del hombre con su prójimo y consigo (mismo) que tienden históricamente a ser borrados por diversas generaciones que interpretan y dicen representar al psicoanálisis.
Hay una ética que se desprende de esta conceptualización que es antinómica con cualquier ideal (siempre) articulados a la idea del bien, el placer, la felicidad) los que suelen abundar en la práctica de muchos psicólogos y que actualmente son empujados por la política y aceptados acríticamente por aquellos que insisten en adscribir al psicoanálisis a pesar de portar y representar en sus funciones dichos ideales (salud mental) prácticamente planteando que el motor de su práctica es la bondad
El Goce, también nos muestra un límite para la práctica.
En el seminario XVII En envés del Psicoanálisis se propone pensar las relaciones del goce con el significante.
El axioma de Lacan, "el deseo es el deseo del Otro", hace del deseo una función dialéctica, el Otro esta implicado desde el vamos en su constitución. Allí la operación analítica tiene su posibilidad de intercambiar, introducir, representar, significantes.
El goce por el contrario, no es una función dialéctica. El punto de partida, tratándose del goce, es el cuerpo, el goce solo se aprende a través de lo que es cuerpo, solo un cuerpo puede o no gozar.
Las relaciones del goce con el significante son muy diferentes a las relaciones del deseo con el significante. El deseo esta ligado a la cadena significante y por ende a sus permutaciones, por eso es muy móvil, es dúctil, plástico al significante.
Por el contrario, las relaciones del goce con el significante son relaciones de exclusión.
Nuestras maniobras en el campo del significante y su determinación para el sujeto no muerden del lado de la pulsión, no operan sobre el goce como podrían operar sobre el síntoma
El nombre específico para la barrera que hace el significante al goce es el deseo. El deseo es una barrera al goce fundada en el lenguaje, el deseo es una defensa contra el goce.
El goce en si mismo, es una perturbación del cuerpo, una relación perturbada del animal que habla con su propio cuerpo, no hay, armonía del goce.
En este seminario (La ética del Psicoanalisis) y luego en los Escritos se refiere al Goce para pensar la perversión como estructura . Abordo a Kant y a Sade como teóricos que intentan cada uno a su modo darle al sujeto una Ley que lo aleje del dolor (en Kant, con su imperativo categorico que sustituye la ley natural por otra que debiera ir allí a suplantarla y por lo tanto convertirla en ley natural) no actuando en contra de la conciencia moral y asi no padecer la culpa)La comprensión original de los textos de Sade, lo llevaron ulteriormente a una teorización no Freudiana de la cuestión del Goce.
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