ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La depresión infantil en México con un grupo de pacientes ya diagnosticados con depresión dentro del rango de 7 a 17 años

gvillatoromApuntes23 de Enero de 2018

3.176 Palabras (13 Páginas)248 Visitas

Página 1 de 13

[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]

Tema

La depresión infantil en México con un grupo de pacientes ya diagnosticados con depresión dentro del rango de 7 a 17 años.  

Pregunta

¿La disforia y la autoestima negativa son factores que están presentes en todos los pacientes diagnosticados con depresión infantil?

Objetivo

Identificar los factores emocionales de disforia y autoestima negativa presentes en la depresión infantil para comprobar que hay factores que están siempre presentes en todos los pacientes diagnosticados con depresión infantil.

Marco Teórico

La niñez es el periodo de vida de los seres humanos que abarca desde su nacimiento hasta la llegada de la pubertad o adolescencia aproximadamente abarca hasta los 15 años de edad, de acuerdo con las etapas de desarrollo propuestas por Piaget. Durante esta etapa es cuando el niño logrará desarrollar su identidad, adquiriendo conciencia de sus capacidades y limitaciones, así como el desarrollo de actitudes y comportamientos de participación, respeto y tolerancia. El niño poco a poco va madurando en todos los ámbitos: psicológico, biológico, social, siendo un pilar importante el desarrollo afectivo-social para que logre un equilibrio emocional, que coadyuve al desarrollo de las otras áreas.  Sin embargo uno de los padecimientos que actualmente  se presentan durante la niñez es la depresión.

La depresión es uno de los principales trastornos mentales, según la OMS para el año 2020 se calcula que será la principal causa de baja laboral en países desarrollados y en el mundo la segunda enfermedad más recurrente.

La depresión en los niños y adolescentes ha ido en aumento en los últimos 50 años y una de las situaciones más preocupantes es la creciente incidencia en suicidios, depresión mayor y trastorno bipolar.

El estudio de los trastornos de estado de ánimo se remonta hasta la antigüedad, Hipócrates la definió como un estado de melancolía e hizo referencia a que estaba asociada a los “humores”. A lo que hoy entendemos como depresión la caracterizó junto con la manía, el delirio y la paranoia.

Posteriormente con la difusión de la revolución científica los investigadores de psiquiatría empezaron a estudiar los agentes fisiológicos relacionados con las enfermedades mentales, sin embargo aún no se consideraba la existencia de la depresión infantil. Fue hasta los años setentas que se aceptó el concepto de depresión enmascarada, en la que se aceptaba la depresión infantil, pero como síntomas de irritabilidad, problemas de conducta y agresividad.

La depresión y su historia es variable, el trastorno puede comenzar a cualquier edad, los síntomas pueden presentarse en días o en semanas, a veces aparece de forma imprevista a menudo asociado con algún factor de tensión psicosocial grave. Los factores familiares pueden ser un antecedente que desencadene la depresión. La duración de la misma es variable, sin tratamiento puede llegar a durar entre 6 y 18 meses.

Mientras algunos niños presentan un episodio de depresión con restauración completa del funcionamiento premórbido, más del 50% de los participantes que padecen dicho episodio eventualmente presentará otro. El curso de la depresión recurrente es variable; algunos pacientes presentan episodios separados por intervalos de muchos años de funcionamiento normal, otros presentan episodios agrupados y hay otros que tienen episodios cada vez más frecuentes a medida que crecen. (Ulloa, R; Peña, F; & Nogales, I. 2011)

Las estadísticas de nuestro país muestran que la presencia de depresión en niños y en adolescentes se ha incrementado significativamente. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indica que actualmente existen dos millones de niños y adolescentes que padecen de depresión. Por su parte  el Consejo Nacional de Población (CONAPO), señala que en los últimos 20 años se duplicó el número de suicidios entre los niños y adolescentes al pasar de 1.4 a 3.7 por cada 100,000 habitantes y en el 2006 constituyó la tercera causa de muerte infantil. (Langer, 2016)  

De acuerdo con Portilla (2006), la depresión es una patología perteneciente al grupo de trastornos del estado de ánimo, caracterizada por la pérdida del sentido de control del humor y una sensación subjetiva de malestar general significativo.

Los pacientes con depresión pueden experimentar anhedonia, astenia, sentimientos de culpa y autorreproche, en ocasiones ideas suicidas, pesimismo, disminución en la concentración y en la memoria. Generalmente se acompaña de trastornos somáticos como la disminución o aumento del apetito, trastornos del sueño como insomnio, terrores nocturnos, irritabilidad y en ocasiones agresividad.

Otro aspecto que hay que considerar en el trastorno que estudiamos es el biológico, con base en algunas investigaciones se ha encontrado que existe una relación con la carencia de sustancias químicas cerebrales, encargadas de la conducción nerviosa de estímulos, serotonina, la deficiencia de esta sustancia afecta el sueño, el apetito, genera ansiedad etc.

La disfunción de la acetilcolina impacta en la falta de memoria, sensación de cansancio, falta de energía y desánimo. Estos datos nos muestran la correlación que existe entre el sistema biológico, psíquico y ambiental.

En años recientes la depresión en los niños y adolescentes ha llamado la atención tanto de investigadores como de médicos y psicólogos. Actualmente ya se ha aceptado que la depresión infantil  es un trastorno que puede afectar las áreas cognoscitivas, conductuales y afectivas de los menores, en el que la experiencia subjetiva de tristeza es un punto central.

La depresión infantil es la aparición de síntomas del trastorno depresivo en niños. Se le conoce como depresión mayor cuando se presentan cinco o más de los siguientes síntomas durante un período de 2 semanas, que representan un cambio respecto a la actividad previa y uno de los síntomas debe ser el estado de ánimo depresivo o la pérdida de interés o de la capacidad para el placer.

  1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el propio sujeto (p. ej., se siente triste o vacío) o la observación realizada por otros (p. ej., llanto). En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable
  2. Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada día (según refiere el propio sujeto u observan los demás)
  3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (p. ej., un cambio de más del 5 % del peso corporal en 1 mes), o pérdida o aumento del apetito casi cada día. En niños hay que valorar el fracaso en lograr los aumentos de peso esperables.
  4. Insomnio o hipersomnia casi cada día.
  5. Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás, no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido).
  6. Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
  7. Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o casi cada día (no los simples autorreproches o culpabilidad por el hecho de estar enfermo).
  8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día (ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena)
  9. Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.

Se conoce como Trastorno Distímico al estado de ánimo crónicamente depresivo la mayor parte del día de la mayoría de los días, manifestado por el sujeto u observado por los demás, durante al menos 2 años. En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable y la duración debe ser de al menos 1 año y existe la presencia, mientras está deprimido, de dos (o más) de los siguientes síntomas:

1. Pérdida o aumento de apetito

2. Insomnio o hipersomnia

3. Falta de energía o fatiga

4. Baja autoestima

5. Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones

6. Sentimientos de desesperanza

Siempre y cuando no haya habido ningún episodio depresivo mayor durante un año años de la alteración. DSM-IV-TR (2000)

La depresión infantil se ha asociado a diversos factores tanto genéticos como psicosociales y para poder evaluarla se pueden utilizar diversos métodos, desde entrevista a los padres del menor o algunos otros adultos significativos hasta la aplicación de instrumentos diseñados para la identificación de síntomas.

Una vez identificada, hay distintas técnicas de tratamiento entre las que destacan la terapia psicológica, el tratamiento farmacológico y el tratamiento combinado.

Las Terapias Psicológicas más utilizadas son:

  • Cognitivo-Conductual: se basa en la premisa de que el paciente deprimido tiene una visión distorsionada de sí mismo, del mundo y del futuro. Tales distorsiones contribuyen a su depresión y pueden identificarse y tratarse con esta técnica.
  • Conductual: se basa en la aplicación de técnicas de modificación conductual, manejo adecuado de situaciones, etc.
  • Psicodinámica.
  • Interpersonal
  • Familiar.
  • Grupal y de Apoyo (Hernández, 2016)

DISEÑO

El tipo de diseño con el que se trabaja  es no experimental, descriptivo transversal, en éste el investigador no tiene el control sobre la variable independiente, ni conforma a los grupos del estudio. En estas investigaciones la variable independiente ya ha ocurrido cuando el investigador hace el estudio. En este caso el fenómeno de la depresión infantil que es nuestra variable independiente, ya ocurrió dado que los sujetos ya están diagnosticados con el trastorno, y en este estudio se trata de describir esa variable con respecto a la presencia de las variables de disforia y autoestima negativa.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (22 Kb) pdf (312 Kb) docx (275 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com