La psicología del dibujo
Ignacio PeraltaApuntes13 de Abril de 2019
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Alumno: Ignacio Antonio Peralta Muñoz
Materia: Comunicación
Profesora: Lic. Belinda Lizcano
La psicología del dibujo
Mérida, Yucatán, México. 12 de abril de 2019
Contenido
Introducción 1
Evolución del dibujo infantil 1
El garabato 1
Las primeras líneas 2
Las líneas toman forma 2
El detalle aumenta 3
La figura humana 3
Se consolida la forma 4
El personaje en situación 4
Conclusión 5
Referencia 5
Introducción
El dibujo como manifestación de la personalidad y del subconsciente se desarrolla desde las más tempranas edades, de manera que se parte de figuras sencillas pero que dan referencia de la realidad percibida por la persona, la cual debe ser interpretada desde su punto de vista.
En este trabajo se desarrollará el tema del dibujo infantil como medio de expresión psicológica, revisando las etapas por las que transita en su evolución.
Evolución del dibujo infantil
El garabato
Es la primera expresión gráfica antes de los trazos con forma y contenido; antecede al dibujo y a la escritura. Aparecen a partir del año y medio y no presentan intención ni capacidad para representar formas ni figuras, pero pueden permitir la exploración de detalles tempranos de afectividad y temperamento. El garabato es exploratorio y condicionado por la capacidad y maduración visomotora.
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Las primeras líneas
En el segundo año, el garabato toma forma y ya no se trata de líneas inconexas, se observan agrupamientos y contornos intentando representar objetos del mundo real, aunque no existe la definición de formas. Se da la experimentación con colores que deja distinguir algunos rasgos del temperamento del niño.
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Las líneas toman forma
Para los 2 años y medio aproximadamente, el niño es capaz de dibujar círculos y combinarlo con líneas para crear nuevas formas. Estos dibujos tienen parecido con objetos y figuras humanas, sin embargo, carecen de nivel de detalle suficiente para identificarlas.
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El detalle aumenta
Rumbo a los tres años aparecen las primeras formas de objetos o personas; se da la intención clara de comunicar situaciones, personajes y emociones. Se reconocen los primeros esbozos de la figura humana en forma de humanoides solo con piernas y cabeza, así como otros objetos de interés para el niño como autobuses, coches o casas.
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La figura humana
Entre los tres y cuatro años el dibujo se depurando y la figura humana evoluciona a una figura más completa con cuerpo y brazos; la cabeza y los ojos pueden aparecer desproporcionadamente muy grandes. También puede llegar al dibujo el cabello como un elemento más.
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Se consolida la forma
A los cinco años las diferentes estructuras cognitivas han ido madurando y con ellas, el dibujo. La figura humana es perfectamente identificable y presenta la mayoría de los elementos principales, como cabeza, cuerpo y extremidades superiores e inferiores. El rostro es más definido, con ojos, boca y cabello. Ocurre la diferenciación cuando se dibujan varias figuras humanas; esto es importante dado que es un síntoma de creatividad y de capacidad de observación del entorno.
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El personaje en situación
De los cinco a seis años el dibujo está consolidado y puede actuar como plataforma comunicativa de sensaciones y emociones, el mundo interno del niño; lo cual debe interpretarse según la clave particular de cada niño. En esta etapa, las figuras humanas y objetos interactúan dentro del papel y se pueden mostrar como parte de una escenificación o de una situación concreta.
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