AVANCES, LIMITACIONES Y RETOS ACTUALES DE LA EVALUACIÓN
ffffff01132Trabajo9 de Marzo de 2015
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INTRODUCCIÓN
La evaluación educativa ha pasado por muchos cambios para le mejora educativa, desde empezar a evaluar con tets, y llegar a evaluar por medio de los exámenes escritos, lo cual era más difícil y memorístico para el alumno retener toda la información que se le había estado proporcionando.
Por eso en este gran debate analizaremos como asido ese gran cambio que ha tenido la evaluación educativa, desde mencionar los avances tan grandes que ha tenido y alcance que hasta el dia de hoy nos hemos favorecido, como también esas terribles limitaciones que hacen que no llegue a un mejor resultado de la evaluación educativa y por ultimo mencionaremos los esos grandes retos que nos enfrentamos al momento de evaluar
La evaluación educativa ha sufrido por muchos cambios, ya que antes se evaluaba mediante la observación y test, en ellos arrojaban conocimientos o actitudes muy implícitos sin una teoría explícita y de ahí nace en la Edad Media los exámenes en los medios universitarios con carácter más formal, escritos y orales al término de una unidad o al final del semestre, lo cual era más difícil y memorístico para el alumno retener toda la información que se le había estado proporcionando y todo eso lo llevaba a un gran fracaso. Guba y Lincoln (1989) se refieren a esta evaluación como a la primera generación, que puede legítimamente ser denominada como la generación de la medida.
La educación se integra por diversos elementos, entre ellos, los educandos y los educadores, los programas y metodologías de estudio, las instalaciones en donde se desarrolla el hecho educativo, el conjunto de normas y principios que orientan la educación, las modalidades y tipos que adopta la impartición de los conocimientos y el desarrollo de las habilidades, así como los medios de que se vale el sistema en su conjunto para facilitar el proceso de enseñanza aprendizaje.
AVANCES, LIMITACIONES Y RETOS ACTUALES DE LA EVALUACIÓN
En los años veinte una corriente independiente conocida como docimología era un primer acercamiento a la verdadera evaluación educativa. Se criticaba el divorcio entre lo enseñado y las metas de la instrucción. La evaluación se dejaba, en último término, en manos de una interpretación totalmente personal del profesor. Como solución se proponía: a) elaboración de taxonomías para formular objetivos, b) diversificación de fuentes de información, exámenes, expedientes académicos, técnicas de repesca y tests, c) unificación de criterios de corrección a partir del acuerdo entre los correctores de las pruebas y d) revisión de los juicios de valoración mediante procedimientos tales como la doble corrección, o la media de distintos correctores. Tyler es el autor de esto, por eso se le denomina como el padre de la evaluación y si analizamos a fondo podemos observar que varias de estas técnicas todavía se encuentran vigentes. Este mismo autor da la iniciativa del curriculum el cual lo limita en cuatro cuestiones; a) ¿Qué objetivos se desean conseguir? b) ¿Con qué actividades se pueden alcanzar? c) ¿Cómo pueden organizarse eficazmente estas experiencias? d) ¿Cómo se puede comprobar si se alcanzan los objetivos?, y para que tuviera una buen evaluación proponía esto a) Propuesta clara de objetivos. b) Determinación de las situaciones en las que se deben manifestar las conductas esperadas. c) Elección de instrumentos apropiados de evaluación. d) Interpretación de los resultados de las pruebas. e) Determinación de la fiabilidad y objetividad de las medidas. Él ya proponía que la evaluación no fue solo una medición porque supone un juicio de valor sobre la información recogida, pero aun así fueron muy egoístas con Tyler.
Los años sesenta traerán nuevos aires a la evaluación educativa, entre otras cosas porque se empezó a prestar interés por algunas de las llamadas de atención de Tyler, relacionadas con la eficacia de los programas y el valor intrínseco de la evaluación para la mejora de la educación. Pero ya en los años setenta se dio esa gran consolidación de la investigación evaluativa, se trata de una época caracterizada por la pluralidad conceptual y metodológica. Guba y Lincoln (1982) nos hablan de más de cuarenta modelos propuestos en estos años, una segunda época en la proliferación de modelos es la representada por los modelos alternativos, que con diferentes concepciones de la evaluación y de la metodología a seguir comienzan a aparecer en la segunda mitad de esta década de los setenta.
A finales de los ochenta, Guba y Lincoln ofrecen una alternativa evaluadora, que ofrecen una alternativa evaluadora, que denominan cuarta generación, pretendiendo superar lo que según estos autores son deficiencias de las tres generaciones anteriores. La alternativa de Guba y Lincoln la denominan respondente y constructivista, integrando de alguna manera el enfoque respondente propuesto en primer lugar por Stake (1975), y la epistemología postmoderna del constructivismo.
En la actualidad el desarrollo curricular, está pasando por un proceso evaluador de triple naturaleza: la evaluación diagnóstica, la evaluación procesual y la evaluación de término.
Estos tres tipos de evaluación es necesario tenerlos muy presentes durante la práctica docente ya que permite saber desde dónde se puede iniciar, con qué conocimientos cuenta el alumno, qué es lo que falta por aprender, etc. Así como también es necesario llevar la evaluación procesual que es la que te permite saber si los alumnos han estado aprendiendo y de lo contrario permite regresar a tiempo para ver algún tema que no haya quedad claro y para finalizar la evaluación de término permite al docente ver los avances de los alumno y saber si se llegó a lo que se pretendía durante el curso, la unidad o el semestre.
Pero en tal proceso de la evaluación existe la patología general, que son desordenes de procesos y afecta a todas y cada una de sus vertientes; de igual forma está la patología social que afectan a colectivos y a relaciones entre individuos. La gravedad de la patología dependerá de su misma naturaleza y su intensidad.
Dicha patología se deben a que la evaluación puede ser manejada para servir los intereses del evaluador ya que éste puede llamar “evaluación” a la operación que desee, puede evaluar aquello que le interese, en las formas y momentos que determine, con los instrumentos que considere oportunos y para utilizarla en los fines que su particular interpretación aconseje.
El poder que tiene la evaluación es muy grande ya que permite atribuir casualidades arbitrariamente, catalogar éticamente, justificar decisiones y clasificar realidades.
Esto se debe a que personas catalogan a las instituciones como "excelentes", "buenas", "malas"; y de igual manera se catalogan así a los maestros y a los alumnos, los clasifican como "los alumnos burros", "los inteligentes", "los maestros que no enseñan nada", "los maestros buena onda", "los maestros que realmente aman su profesión". Pero la realidad es que no se dan cuenta de todo lo que implica llevar a cabo una evaluación que se base en el contexto de la escuela, en pocas palabras, en la realidad que se vive en la actualidad.
Por esta razón el docente debe centrarse en las necesidades de sus alumnos, en el contexto; y no sólo es necesario evaluar al alumno sino también al maestro para saber en qué se está fallando.
Pero lo cierto es que, en este mecanismo, sólo se incluye al alumno, quedando muchos otros responsables del proceso educativo sin esa consideración evaluadora y sin las consecuencias que llevaría aparejadas. Por eso se dice que la evaluación se convierte así en un proceso conservador y un proceso vertical que sólo se evalúa al alumno, y no horizontalmente evaluando a todos y a todo lo implicado en la educación.
La evaluación nada más evalúa los conocimientos, no considera actitudes, destrezas, hábitos y mucho menos valores. Si hay un individuo con un gran almacén de conocimientos, pero es incapaz de comunicarse no estaría auténticamente formado ya que le faltarían las cualidades para hacerlo, por tanto evaluar sólo conocimientos no se estaría formando una persona integral, ya que sólo se estaría desarrollando únicamente una parte de él, sin embargo faltarían otros logros como actitudes, destrezas, hábitos, valores, que se necesitan para estar auténticamente formado.
Por lo tanto, se observa también, que se evalúa sólo los resultados que se obtienen pero no se presta atención en el proceso educativo que se tuvo, es decir, no sólo importa lo que se ha conseguido sino el cómo, con que ritmo, con qué medios, con cuántos esfuerzos, para qué fines, que sin duda el proceso y sus implicaciones es parte importante de la evaluación y como forma de valorar ese resultado, de igual forma nos permite saber cómo mejorarlo partiendo desde su "raíz".
Un reto en la actualidad que es la reforma educativa "Plan de estudio 2011", se trata de trabajar la evaluación del aprendizaje bajo el enfoque de "competencias". el sistema educativo debe organizarse para que cada estudiante desarrolle competencias que le permitan conducirse en una economía donde el conocimiento es fuente principal para la creación de valor, y en una sociedad que demanda nuevos desempeños para relacionarse en un marco de pluralidad y democracia internas, y en un mundo global e interdependiente.
En el desarrollo de proyectos curriculares se toma en cuenta sólo los resultados pretendidos, y no la evaluación de los efectos laterales, secundarios e imprevistos, los cuales resultan ser importantes pues forman
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