Actuación paliativa de los centros frente al acoso e intimidación escolar
angelr.calvo25 de Junio de 2014
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ACTUACIÓN PALIATIVA DE LOS CENTROS FRENTE AL ACOSO E INTIMIDACIÓN ESCOLAR
Ángel R. Calvo Rodríguez
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación
Universidad de Murcia
arcalvo@um.es
angelr.calvo@gmail.com
Las propuestas preventivas evitan en muchos casos la aparición de conductas de acoso pero no impiden con total garantía que esas relaciones lleguen a producirse; por esa razón los centros deben tener previsto un plan de acción para cuando se detecte una situación de acoso. Este plan (véase gráfico 4) incluirá un protocolo sobre cómo actuar ante la denuncia una situación de acoso y las medidas complementarias posteriores que se desarrollarán con los alumnos implicados para evitar la reproducción de relaciones similares.
Gráfico 1. Acciones a realizar ante la denuncia de una situación de acoso escolar.
Conocimiento situación de acoso
Director
J. Estudios
Profesor
E.C.C.*
Adopción inmediata de medidas de protección
Actuación inmediata para valorar el hecho que se denuncia
Entrevistas con:
Víctima
Observadores no participantes
Padres de la víctima
Padres del agresor
Agresor
Informe de la situación
Propuestas sancionadoras
Propuestas paliativas
Propuestas preventivas
Valoración denuncia de acoso
* Equipo de Convivencia de Centro que formaría parte de la Comisión de Convivencia de Centro
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1. La actuación inmediata tras la denuncia de una situación de acoso escolar
Las primeras respuestas del profesorado ante la denuncia de una situación de acoso en el centro influyen notablemente en la resolución exitosa del conflicto, por ello es preciso tener establecido un procedimiento que oriente las actuaciones que han de seguirse en estas situaciones. Este procedimiento incluiría respuestas de protección hacia la supuesta victima, actividades de recogida de información en relación a los hechos que se denuncian y, si es pertinente, proceso de incoación de expediente sancionador.
1.1. Medidas de protección hacia el alumno presuntamente acosado
Se trata de comunicar cualquier denuncia al responsable de coordinar las actuaciones frente el acoso escolar de forma inmediata, para que se tomen medidas de protección hacia el alumno supuestamente victimizado. Estas medidas consistirán fundamentalmente en el incremento de la vigilancia en aquellas zonas y durante los momentos en los que se haya denunciado que se suele producir el acoso.
1.2. Recogida de información en relación a los hechos que se denuncian
Consiste en iniciar un proceso de entrevistas para contrastar los datos que se han aportado y conocer las relaciones que se han establecido entre los alumnos. Estas entrevistas se mantendrán con los alumnos directamente implicados, con sus padres y con otros alumnos que pueden haber observado el proceso.
a) Entrevistas con el alumno presuntamente acosado. El objetivo de estas entrevistas es recoger datos sobre los hechos que se denuncian y, si es necesario, ofrecer la primera ayuda para afrontar y superar la situación. La recogida de información debe incluir todos los datos posibles sobre como sucedió el acoso y los sentimientos que ese alumno tiene sobre los hechos. Estas entrevistas tienen un valor terapeútico añadido desde el momento en que el alumno puede expresar sus sentimientos y vivencias al profesor o persona que realice la entrevista. Durante estos encuentros es necesario evitar:
Que el alumno sienta miedo de que la situación de intimidación empeore porque sus acosadores lleguen a conocer que ha dado información al profesor.
Inducir respuestas al alumno sobre posibles conductas de acoso realizadas o personas que han participado en ellas.
Para facilitar la consecución de los objetivos propuestos se recomienda:
- No citar al alumno a realizar la entrevista en presencia de ningún compañero.
- Asegurar al alumno que lo que diga con relación a los hechos no va a empeorar la situación en la que se encuentra.
- Dar seguridad al alumno sobre la protección que va a tener y, en caso necesario, explicársela detalladamente.
- Iniciar la entrevista preguntando cómo se siente en relación con lo sucedido, y darle muestras de que podemos entender sus sentimientos. Suele ser de utilidad comentarle que hemos actuado en casos similares que ya se han solucionado.
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- Si el alumno ha sido obligado a realizar determinados actos (robos, actos sexuales, etc.), puede tener un miedo añadido ante la reacción de sus padres. Si observamos una negativa contundente a hablar puede resultar efectivo dar útiles de dibujo y pedir que pinte algo sobre él, sobre sus amigos, sobre lo que le gustaría que pasase en el colegio, en la calle o en casa; o sobre personajes y hechos que se pueda inventar. En el caso de niños más pequeños se les pueden dejar personajes de juguete (animales, personas, etc.) para que jueguen con ellos e inventen historias.
- Si no se observa negativa a hablar, pediremos sencillamente al alumno que nos cuente los problemas que tiene en el colegio. Como en el caso anterior el entrevistador evitará identificar previamente tanto las agresiones producidas como a los supuestos autores.
La información que se pueda obtener en la entrevista inicial varía notablemente entre diferentes alumnos. En general daremos prioridad a la obtención de aquellos datos que nos permitan verificar la situación de acoso y, en su caso, a la que nos facilite acabar con esa relación y dar apoyo a la víctima. Especialmente se identificarán:
Los alumnos agresores
Los observadores no participantes.
Los alumnos que, en ocasiones, les han protegido y ayudado a la supuesta víctima.
Los espacios y tiempos en los que suele producirse la agresión que se denuncia.
Las consecuencias de la situación para la supuesta víctima (asistencia escolar, rendimiento académico, repercusiones emocionales y físicas, etc.)
Al finalizar las entrevistas se acordará con el alumno a qué personas se comentarán los hechos (padres, director, etc.) y se le expresará que recurra a él en cualquier momento en que se sienta mal o cuando las cosas no vayan bien en el centro.
b) Entrevistas con observadores no participantes. Se trata de recabar información de aquellos compañeros que conocen los hechos y que nunca se han involucrado activamente en ellos. Especialmente interesa conocer:
Frecuencia con la que se produce el acoso.
Tipo de acoso.
Lugar donde se produce.
Sentimiento de seguridad que tienen los alumnos en la escuela.
Como se ha indicado anteriormente, al realizar estas entrevistas conviene tener en cuenta las siguientes precauciones:
Señalar el carácter confidencial de las mismas y, en todo caso, garantizar el anonimato del alumno sobre las informaciones que aporte.
No presentar la información sobre el acoso como un hecho probado y no identificar anticipadamente a ningún alumno como agresor. Se trata de
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evitar la posibilidad de que el entrevistador induzca a los alumnos algún tipo de contestación. Por ello, la información sobre los hechos se procurará obtener formulando preguntas abiertas que no predispongan al alumno entrevistado. Por ejemplo, “Parece que... (nombre de la víctima) lo está pasando mal en el colegio ¿Sabes qué le sucede?”
Para conseguir una mayor efectividad en estos encuentros resulta adecuado que las entrevistas sean realizadas siempre por el mismo personal (profesores adscritos al departamento de orientación, jefes de estudios o cualquier otro profesor que la dirección del centro designe).
c) Entrevistas con los padres de la supuesta víctima. En esta entrevista se informará a los padres sobre los hechos que se investigan, sobre las medidas preventivas adoptadas, sobre el proceso sancionador que podría derivarse y, en caso necesario, sobre las posibles medidas paliativas hacia su hijo. Además, esta entrevista permitirá identificar si la relación objeto de estudio ha afectado al alumno en su ambiente familiar y extraescolar y, en su caso, el momento en el que el alumno mostró en el seno familiar los primeros sintomas de estar sometido a una situación estresante.
En este primer encuentro es frecuente que los padres se encuentren especialmente preocupados porque no saben cómo actuar para ayudar a su hijo. Para disminuir la angustia que puede generar esta situción se recomienda explicar que, si es necesario, su hijo será objeto de atención especial en el centro, y se enfatizará que será observado para detectar si aparece alguna conducta anómala. Por otra parte se les orientará para que normalicen la vida familiar e introduzcan las siguientes medidas de apoyo al alumno en casa:
- Dar responsabilidades dentro y fuera del hogar.
- Introducirlo en actividades lúdicas y deportivas a través de las cuales pueda desarrollarse social y físicamente.
- Dedicar tiempo a escuchar activamente al hijo.
- Reforzar sus conductas positivas y sancionar los comportamientos desviados sin menoscabar su autoestima.
- Ser capaces de observar cualquier conducta anómala sin que el hijo se sienta especialmente controlado.
En ocasiones se puede considerar la conveniencia de que se entrevisten los padres del alumno supuestamente victimizado con los del alumno supuestamente agresor; como norma general entendemos que es preferible evitarlos al inicio, ya que suelen producirse bajo una situación emocionalmente
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