Aparato Psiquico
yidad20 de Abril de 2013
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DEDICATORIA
A las personas que nos apoyaron como
nuestros padres por darnos los estudios,
que nos guio a realizar este trabajo.
AGRADECIMIENTO
A Dios y a nuestros padres por
habernos dado la oportunidad de seguir nuestras metas propuestas.
Aquellas personas que nos apoyaron en esta investigación.
INDICE
1.- APARATO PSIQUICO
1.1 ELEMENTOS DEL APARATO PSIQUICO
1.1.1 Consciente.
1.1.2 Preconsciente.
• 1.1.3Inconsciente.
2.- INSTANCIAS DEL YO
2.1 DESARROLLO DEL YO
2.1 FASES DEL YO
2.1.1Fase de la omnipotencia incondicional
2.1.2 Fase de las alucinaciones mágicas
2.1.3 Fase de la omnipotencia con el auxilio de gestos mágicos
2.1.4 Fase de la superioridad del pensamiento
2.3 MECANISMO DE DEFENSA DEL YO
2.3.1Función sintética del yo
2.3.2 La Represión
2.3.3 La Regresión
2.3.4 La Formación Reactiva
2.3.5 Identificación
2.3.6 La Proyección
2.3.7 Cambio de un instinto por su contrario
2.3.8 Vuelta del instinto contra el yo
2.3.9 La sublimación
3.- MECANISMOS DE DEFENSA DEL YO CONTRA PELIGROS EXTRAPSÍQUICOS
3.1Negación en actos y palabras
3.2Negación en la fantasía.
3.3Limitación del yo
3.4Identificación con el agresor temido
3.4Renuncia altruista
4.- CONCLUSIONES
5.-BIBLIOGRAFÍA
APARATO PSIQUICO
Se denomina aparato psíquico, al sistema de integración de la vida de relación que adopta el individuo a su medio y que asegura su autonomía. Es decir, a la organización de todos los elementos del psiquismo, de todas las fuerzas de la vida psíquica de forma integrada para mediatizar el organismo con su medio.
El término "Aparato psíquico", fue utilizado por la teoría freudiana para subrayar ciertos caracteres que esta atribuye al psiquismo, tales como su capacidad de trasmitir y transformar una energía determinada y su diferenciación en sistemas o instancias.
El aparato psíquico funciona como regulador entre la energía interna y las energías externas del ambiente. Freud define el aparato psíquico de una manera equiparable a los aparatos ópticos en donde lo más importante no son los estímulos perceptivos, si no la interpretación que el aparato óptico hace de ellos.
El psicoanálisis ha intentado valorar, en el funcionamiento de la psique, la importancia del inconsciente, y especialmente la de los impulsos (primordialmente los sexuales) Sin embargo, la teoría freudiana se antoja un poco obsesiva a la hora de mencionar la sexualidad. A modo particular, parecería que la elaboración del cuerpo psíquico está fundamentada en el ciclo sexual.
El aparato psíquico está constituido por tres elementos:
• Consciente.
• Preconsciente.
• Inconsciente.
CONSCIENTE
Se trata de la parte del aparato psíquico más próxima al mundo exterior y se encuentra entre este y la memoria. Su función es fundamentalmente perceptiva, registra la información procedente del exterior y también la del interior. Propias de este sistema son también las funciones del pensamiento, razonamiento y rememoración. Es a él también a quien le toca el dominio y control de la motilidad, sin embargo el este no memoriza nada.
Pueden desarrollarse sin intervención de la conciencia del individuo.
El hecho de que para llegar a la conciencia tengan que pasar las excitaciones por una sucesión invariable, esto es, por una serie de instancias, hecho que nos fue revelado por las transformaciones que la censura les impone.
PRECONSCIENTE
El sistema preconsciente aparecería como una pantalla entre el sistema inconsciente y la conciencia. Comprende los pensamientos y vivencias que en un momento dado no son conscientes, pero que pueden convertirse en tales, mediante un esfuerzo de atención, a diferencia de lo inconsciente que indica los procesos y los contenidos psíquicos activamente rechazados de la conciencia por fuerzas como la censura y la represión.
Por lo tanto aunque sus contenidos no se encuentran en el campo de la conciencia pueden estarlo en cualquier momento. Sus contenidos son accesibles a la conciencia, sin que para ser parte de ella tengan que superar una censura represiva, sino más bien una censura de tipo selectiva ya que no caben todos los contenidos del exterior en nuestra memoria. Así pues cualquier información que llegue a nuestro sistema perceptivo, aunque luego sea reprimido, dejará de estar en el campo de la conciencia para pasar al preconsciente, al mismo tiempo que contenidos del preconsciente pueden pasar al consciente sin ningún esfuerzo.
INCONSCIENTE
Se considera como el habitáculo de los impulsos innatos, los sentimientos, los deseos, los recuerdos reprimidos, etc.; y se caracteriza porque, en general, sus elementos son inaccesibles a la conciencia, solo pueden acceder a esta a través del preconsciente, que cumple la función de censor o filtro, por medio de la crítica o represión, excluyendo los elementos inconscientes que pueden dañarle.
Los contenidos del inconsciente son contenidos reprimidos cuyo acceso al sistema preconsciente y consciente les ha sido negado por la acción de la represión. Estos contenidos tienen su origen, principalmente, de la vida del individuo concreto especialmente en su infancia. Estos contenidos se rigen exclusivamente por el principio del placer.
Entre lo consciente y lo inconsciente se halla una barrera energética llamada "censura". Así, se distinguen dos tipos diferentes de representaciones no conscientes: las preconscientes, que fácilmente pueden convertirse en conscientes, y las inconscientes, positivamente rechazadas pero eficientes, determinantes de la elaboración de los sueños, por ejemplo, de los actos fallidos o de los síntomas neuróticos o psicóticos.
INSTANCIAS DEL YO
Por el impacto o la interacción de las pulsiones internas y de los estímulos externos. De acuerdo con esta hipótesis, formulada desde el punto de vista psicológico, el Yo estaría constituido por una modificación del propio ello. Recurriendo a un ejemplo grosero pero sumamente objetivo, podría decirse que el Yo es algo así como la cáscara del queso, que se ha modificado por el contacto con el mundo exterior. Para Freud, el Yo no es más que una parte del ello modificado
Desarrollo del YO.
En el trascurso de su evolución, a medida que pasa por las diferentes etapas de su conformación, el Yo sufre trasformaciones en lo que respecta a su modo de actuar. Es útil señalar esta peculiaridad pues ayuda a la comprensión de algunos problemas y mecanismos patológicos.
Otro de los mecanismos del Yo primitivo es la tendencia a introyectar a lo agradable y expulsar lo desagradable. La primera realidad que percibe el niño es comestible y por lo tanto tiende a introyectar todo lo que ve y proyectar lo que le desagrade, lo cual permite comprender el profundo significado que tiene, psicológicamente, el vómito: es una expresión de desagrado incontestable.
El Yo primario de los periodos evolutivos iniciales es netamente, placentero, pues introyecta lo que es agradable y proyecta fuera de él lo que es desagradable, desde que está íntimamente unido a ello, donde rige el principio del placer. Lo que predomina pues es el placer y nada más que el placer.
De acuerdo con un trabajo de Ferenczi se considera que el yo pasa, en el curso de su evolución, por cuatro fases de magia y de omnipotencia, que son las siguientes:
1. Fase de la omnipotencia incondicional, que correspondería a la del estado fetal. Esta es una etapa totalmente hipotética y que muchos autores no aceptan.
2. Fase de las alucinaciones mágicas, periodo que es más fácil de comprobar. Todo impulso en este estado de la evolución del yo es inmediatamente satisfecho por medio de alucinaciones. Así, cuando el lactante tiene hambre, se proporciona una satisfacción alucinando el pecho que desea. También en el adulto se percibe una situación semejante. En el periodo en que la regresión se produce durante el sueño, el Yo actúa de la misma manera. El deseo se transforma inmediatamente en una representación alucinada. Como ejemplo podría citarse el caso del sujeto que se despertó a medianoche con sed. Opino que hacía demasiado frio como para levantarse e ir a buscar un vaso de agua, razón por la cual optó por seguir durmiendo. Entonces soñó que caminaba por una plaza, en un lugar muy cálido y de pronto hallaba una, fuente en el que bebían varios camellos. Fue hacia ella, en sueños, hundió sus labios en el agua, que estaba muy fresca, y sacio su sed.
3. Fase de la omnipotencia con el auxilio de gestos mágicos. La reacción del niño frente a una necesidad corporal se ye acompañada generalmente
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