Aprender A Pensar
blankka12 de Julio de 2012
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INTRODUCCIÓN
Aprender a pensar en el jardín de niños representa la puerta de entrada hacia la construcción del conocimiento ya que es una competencia que refuerza las habilidades del pensamiento en la escuela con el objetivo de formar ciudadanos que piensen, actúen y hablen razonablemente, herramientas esenciales para que formen parte y participen de manera activa ante la sociedad cambiante y globalizada.
Con aprender a pensar en el aula se pretende que las niñas y los niños reciban una educación en donde pongan en juego la reflexión como el precursor de la metacognición, habilidad importante para la adquisición de aprendizajes y la construcción de conocimientos no solo en algunas competencias, campos formativos y áreas de aprendizaje sino más bien en generar un desarrollo integral.
Por otra parte aprender a pensar es una disciplina humanista porque no solo tienen una aplicación escolar inmediata, además trata cuestiones de la vida cotidiana para la asimilación del individuo al mundo que le rodea y con sus conceptos.
Aprender a pensar ofrece posibilidades para ejercitar destrezas mentales y algunos valores universales que ayudaran al individuo a construir su fábrica de conocimientos y competencias.
El proceso de comprensión es importante porque multiplica los conocimientos, el individuo a partir de la formulación de preguntas aprende respuestas para algunas situaciones concretas y, gracias a la comprensión, las nuevas situaciones se concierten en conocidas y las personas saben cómo actuar.
El acto de pensar está estrechamente unido al lenguaje por lo que aprender a hablar, a pensar y a razonar son actividades estrechamente ligadas entre sí
Por otra parte los docentes además de suministrar sólo conocimientos, tienen que ser el guía en la construcción de un pensamiento crítico y reflexivo.
Por otra parte el programa de educación preescolar está dedicado a favorecer en las niñas y los niños el desarrollo de las capacidades y actitudes que caracterizan al pensamiento reflexivo.
Por lo anterior es importante que desde la educación preescolar los niños aprendan a pensar y formen ideas propias acerca del mundo que les rodea. Estas ideas les ayudaran a explicarse aspectos particulares de la realidad y a encontrarle sentido.
Según M. Lipman, “pensar es una capacidad que, como todas, sólo se despliega con el ejercicio adecuado, reclama entrenamiento y, por lo tanto, disciplina.
Es una actividad natural, pero es necesario considerarla también como una actividad que se puede mejorar hay maneras más o menos eficientes de pensar y esto lo podemos afirmar con todo el convencimiento, por que poseemos unos criterios que nos permiten distinguir un pensamiento habilidoso de uno poco diestro.
Es un término que señala distintas operaciones o actividades, que a veces llevan a emitir un juicio o a tener una opinión”.
El ser humano es único e irrepetible. Esta singularidad establece una gran diversidad para percibir e interpretar la realidad, adquirir y procesar la información, pensar, hablar y actuar. Es decir que las personas aprenden a pensar a partir del entrenamiento y disciplina que los ayudara a realizar operaciones o actividades mentales.
Como docentes conocemos la realidad de lo que pasa en las aulas y es responsabilidad del profesor mejorar las habilidades de pensamiento en sus alumnos, esta mejora comprende, la posibilidad de hacer inferencias, ofrecer razones convincentes, definir, describir, formular preguntas, buscar alternativas, observar, anticipar consecuencias, elaborar hipótesis, etc.
Aprender a pensar es un conglomerado de pensamientos distintos ya que una persona puede ser diestra en resolver problemas matemáticos y otra en expresar sus sentimientos, sin embargo hoy en día los individuos tienen que desarrollar saberes distintos para que sean competentes, es decir que aprendan a desarrollar diferentes competencias o sean multifuncionales en la vida.
Esto tiene que ver con las competencias del programa PEP 2004 en donde sus creadores se plantearon y seleccionaron las competencias básicas que debe tener la niñez mexicana que en un futuro serán los adultos del mañana.
Dichas competencias tienen el objetivo o la expectativa de desarrollar un modelo de persona o un modelo de sociedad que cumpla con las expectativas o las necesidades de la sociedad o del país.
Por ello es necesario aprender a pensar en la escuela para que los individuos tengan un comportamiento personal, un buen comportamiento laboral, un buen comportamiento social
Por que aprender a pensar no sólo es tarea intelectual, también es una tarea moral por que como dice M. Lipman “podemos adquirir una habilidad, pero utilizarla incorrectamente”.....puede haber personas muy inteligentes pero que en ocasiones en las decisiones que toman en la vida cotidiana pueden ser muy incorrectas.
Por ejemplo, podemos aprender a usar la herramienta de la seducción de las palabras con habilidad y después emplearla como recurso de manipulación perjudicando a los que nos rodean o aprender a utilizar un cuchillo y después emplearlo de manera antisocial.
Debemos saber en qué contexto debemos usar estas habilidades y utilizarlas con mucha prudencia.
La práctica del pensar implica competencias y habilidades; habrá algunos niños que puedan tener determinadas habilidades, por ejemplo, formular preguntas, observar, buscar y dar razones pero no tener la competencia para usarlas en circunstancias apropiadas.
Por lo que es importante que la educación enseñe a pensar, ejercitando tanto las habilidades como su uso y esto tiene que ver con aprender a aprender y aprender a hacer en situaciones vitales de la vida cotidiana.
Por otra parte la inteligencia no solo es un acto meramente cognitivo e intelectual sino ético ya que además de tener un bagaje de conocimientos es importante que tenga un equilibrio integral capaz de establecer buenas relaciones con los demás, organizar una familia feliz, construir una sociedad justa, hacer compatible el trabajo con la familia.
Si se enseña a los alumnos a pensar en las aulas se estará propiciando a que sean autónomos capaces de pensar por ellos mismos, a que sean críticos y reflexivos, competencias fundamentales para integrarse en una sociedad y resuelvan problemas personales y colectivas a los problemas comporta vivir y convivir.
Enseñar a los niños a pensar por ellos mismos, en lugar de aprender de manera mecánica y aceptar simplemente la autoridad de los otros sin que cuestionen, conseguiremos una calidad del pensamiento y evitaremos a que otros piensen por ellos.
Por ello como docentes tenemos que dar solución a un pensamiento irreflexivo y abrir espacios tanto de tiempo como de espacio en las aulas para propiciar o favorecer esta habilidad y cuando se dice dar solución a las cosas es por qué deberíamos de ser la conciencia de la educación.
Enseñar a pensar no es lo mismo que el enseñar sobre el pensar, por que enseñar el funcionamiento del pensamiento no asegura las habilidades de pensamiento. Enseñar a y sobre el pensar, en cambio, sirve para que los niños sean autónomos, que piensen por ellos mismos expresando sus propias ideas, preguntas que surgen de sus reflexiones, formulen preguntas, realicen explicaciones, que exploren alternativas a sus puntos de vista y que encuentren razones para sus propias creencias.
El lenguaje verbal es un instrumento de comunicación básico y eficiente con el cual los seres humanos expresan sus necesidades y puntos de vista.
Existe una gran relación entre pensamiento y lenguaje porque todas las actividades que refuerzan al lenguaje también ejercitan el pensamiento.
El lenguaje oral es el motor del uso de las habilidades mentales y en la escuela se deben dar oportunidades para desarrollarlas y despertar el interés para comunicar sus sentimientos, sus opiniones, para que a través de sus experiencias con el dialogo y la construcción de conceptos comprenda que cuanto mejor seleccione las palabras podrá construir las frases emitiéndolas con una secuencia lógica y organiza, mejor se hará entender
Comenta M. Lipman que “La comunicación lingüística en la familia durante la primera infancia prepara a los niños para que piensen en el lenguaje escolar, y esto a sus vez los proyecta a pensar en el lenguaje a través de las disciplinas. Pero si la conversación familiar es deficiente, como suele suceder, es entonces cuando la escuela pueda proporcionar una conversación coherente y ordenada. La conversación comunitaria es la clave para que se opere la transición de la vida familiar a la vida reglada de las aulas”
Por ello los docentes de la educación infantil deban estimular las habilidades que por madurez personal o estimulación temprana del contexto familiar ya están empezando a usar, por ejemplo motivara investigar, proporcionar experiencias lúdicas que ayuden a reflexionar, analizar las posibilidad real de las hipótesis que son capaces de hacer, trabajar con ilusiones ópticas, afinar entre las semejanzas y diferencias.
Para hacerlo requiere un espacio un tiempo y paciencia, en donde los docentes se den a la tarea de acondicionar un espacio en el aula para favorecer las habilidades mentales o las integren en la planeación.
Dar oportunidades de pensar requiere un clima afectivo que hay que potenciar en el aula para poder trabajar en un ambiente
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