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Aprendizaje Y Familia


Enviado por   •  13 de Febrero de 2015  •  2.436 Palabras (10 Páginas)  •  368 Visitas

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¿Qué es la atención?

La atención desempeña un importante papel en diferentes aspectos de la vida del hombre, tal es así que han sido múltiples los esfuerzos realizados por muchos autores para definirla, estudiarla y delimitar su estatus entre los procesos psicológicos.

Atención dentro de la familia

Se refiere a un enfoque emocional, debido a que los padres muestran interés o la preocupación por procurar el bien hacia los diversos factores que rodean a sus hijos.

¿Qué es la familia?

Lafosse (1984) define la familia como un grupo de personas unidas por lazos de matrimonio, sangre o adopción, constituyendo una unidad doméstica, interactuando y comunicándose entre ellas en sus funciones sociales respectivas de marido y mujer, madre y padre, hijo e hija, hermano y hermana, creando y manteniendo una cultura común.

En sentido amplio, se puede decir que la familia es el modo en que los seres humanos siguen viviendo una serie de vínculos, siendo preciso establecer cómo se constituye, entre quiénes, con qué alcance, la obligatoriedad del vínculo, la continuidad del mismo, la duración y el hecho de compartir un hogar y la existencia de lazos conyugales y/o paterno-filiales. No obstante, estas dimensiones contribuirían a definir los límites pero no supondrían definir la esencia de qué es la familia.

Desatención de los padres

En ocasiones algunos padres transfieren a otras instituciones las tareas familiares, no porque la familia sea incapaz de cumplir con su deber, sino porque piensan que esas actividades pertenecen exclusivamente a las instituciones; pero en realidad se requiere del apoyo de los padres para permitir un desarrollo eficaz y conseguir los propósitos planteados. Entra las más importantes se señala a la escuela.

El Rendimiento Escolar

El rendimiento escolar es considerado por Martínez González, (1992) como las “aptitudes y habilidades cognoscitivas que el alumno desarrolla en su ambiente familiar, que modelan la información que el alumno posee acerca del mundo, el lenguaje que utiliza, la forma de razonar, de relacionar la información, la motivación y constancia, en el trabajo, etc. “ Cada una de estas destrezas que el niño/a va desarrollando está relacionada con las expectativas que los padres tienen hacia los hijos, favoreciendo de mejor manera su desarrollo escolar.

Un alto rendimiento escolar hace referencia; a un entorno emocional equilibrado, disciplina basada en el razonamiento, calidad de relaciones del niño con sus padres, hermanos y profesores (Gómez del Castillo, 2000). Los resultados de estas investigaciones llevan a pensar que la importancia de la familia es fundamental, no sólo para determinar sus causas, sino también para tratar de combatir el problema del bajo rendimiento y fundamentar la acción educativa posterior (Fueyo, 1990).

Factores familiares vinculados al rendimiento escolar

El Ambiente familiar: En las investigaciones realizadas por Fullana, (1996); Rico Vercher, (1990); Ridao García, (1985); Campos Luanco, (1988), se ha comprobado que ciertas características del medio familiar, favorecen un ambiente educativo y de afecto que motiva y estimula a los niños y niñas en el desarrollo de sus tareas escolares. Considerando que el ambiente familiar es el conjunto de relaciones que se establece entre los miembros de la familia que comparten el mismo espacio, no podemos dejar de señalar que cada familia vive y participa en estas relaciones de una manera particular, de ahí que cada una desarrolle unas peculiaridades propias que le diferencian de otras familias.

Los que integran la familia crean el ambiente y pueden modificarlo y de la misma manera, el ambiente familiar debe tener la capacidad de modificar las conductas erróneas de sus hijos y de potenciar al máximo aquellas que se consideran correctas.

La situación económica: Respecto a la situación económica como factor de influencia, Pungello, Kuppersmidt (1996) señala que la condición socioeconómica es un factor fundamental en el aprovechamiento educativo, la calidad de la escolaridad y la forma como los padres educan a sus hijos e hijas.

Tres de cada cuatro niños pobres viven con una familia cuyos padres o miembros familiares trabajan por lo menos el medio tiempo (CDF, 2001), siendo probable que estos “niños no tengan la supervisión adecuada porque sus padres trabajan, (J.L Brown, 1987) específicamente la pobreza “perjudica el desarrollo de los niños tanto en lo emocional como en las prácticas de crianzas que tienen los padres.

(Brooks- Gunn y Duncan, 1997;) Los padres que se encuentran en “tensión económica probablemente supervisen menos los actividades de sus hijos, y la falta de vigilancia se asocia a un desempeño escolar y a una adaptación social más deficiente“. Por su parte Doherty (1998) afirma que el fracaso o el éxito de los padres, afectan o fortalece las relaciones con los hijos. Muchos padres de posición económica baja, “tienen trabajos fatigantes que los vuelven pesimistas y más deprimidos que los padres de las familias de mejor posición económica.

El nivel educativo de los padres: La posición social y el nivel educativo de los padres son fundamentales para garantizar los derechos educativos de los hijos, empezando por el acceso y la permanencia en el sistema educativo, hasta la influencia y apoyo en las actividades escolares y extracurriculares de los niños y niñas. Cuando los intereses de sobrevivencia de la familia están por encima de los intereses educativos, las oportunidades educativas de los niños y niñas disminuyen y muchas veces dejan de existir. Por el contrario, los padres con un nivel social y educativo medio o alto, dan mayor importancia a la educación y al rendimiento académico de sus hijos, brindándoles “la mayor posibilidad de éxito escolar”.

Según Estebaranz y Mingorance, (1995), Los padres de nivel intelectual medio y alto, demuestran más preocupación por sus hijos e hijas, los comentarios, las preguntas, el vocabulario son de atención y apoyo, que favorece el buen desarrollo académico del alumno. De igual manera Cooper, Lindsay, Nye y Greathouse (1998) señalan que los padres que tienen un buen rendimiento laboral son los que crean un ambiente adecuado para el aprendizaje, organizando horarios para comer, dormir, y hacer la tarea; supervisan cuanta televisión ven y lo que hacen después de la escuela sus hijos; muestran interés por la vida de sus hijos al platicar con ellos sobre la escuela y participan en las actividades escolares.

La estructura familiar: La estructura familiar suele definirse a través de la dimensión de la familia y de la custodia paterna (Gómez Dacal, 1992) la mayoría de los niños y niñas crecían en familias tradicionales, constituidas por dos padres biológicos.

La modificación de la estructura familiar tradicional es provocada por el divorcio/separación de los padres los cuales crean conflictos interpersonales entre los miembros, es aquí cuando los niños y niñas presentan problemas de rendimiento como posible reclamo de la atención que sus padres parecen haber desviado hacia otros aspectos. (Amato 1993) “Los niños en edad escolar son sensibles a las presiones y conflictos de lealtad de los padres (...) llegando a sentir abandono y rechazo,” (Bray, 1991) los niños se desempeñan mejor cuando “el progenitor que recibe la patria potestad crea un entorno estable, estructurado y formativo y no esperan que los hijos asuman más responsabilidades de las que pueden”. (Hetherington, 1989).

Conductas producto de la desatención de los padres.

El ambiente familiar influye de manera decisiva en la personalidad de los niños y niñas. Las relaciones entre los miembros de la familia, determinan la convivencia, la responsabilidad, la solidaridad, la comprensión y la reflexión, que son elementos indispensables para la formación en valores, afectos, actitudes y modos de ser que el niño va asimilando desde que nace; por eso, la vida en familia es un eficaz medio educativo al que debemos dedicar tiempo y esfuerzo.

En la sociedad son necesarias las relaciones parentales para fortalecer el hogar; sin embargo, la actividad laboral de los padres en busca de mejores días, entre otros factores, provoca el “desajuste y la inestabilidad de la unión de parejas y como resultado la desatención parental”. Es indudable que los niños requieren ser estimulados, guiados y supervisados por sus padres, o por adultos de su familia, que les permita sentirse seguros y protegidos, y así conseguir una buena salud mental que se vea reflejada en la vida cotidiana (Paredes K., 2008)

Las conductas de los niños y niñas, que se dan por la falta de atención de los padres, ya sea por la situación laboral o por causas anteriormente citadas, las más frecuentes en los niños en edad escolar son las siguientes:

La falta de motivación: Es el conjunto de procesos implicados en la activación, dirección y persistencia de la conducta (Good y Brophy, 1983; Beltrán, 1993; Hernández y García, 1991), juega un papel tan decisivo en el rendimiento del alumno como los conocimientos y capacidades que posee.

Para Miserandino (1996), la motivación comienza desde los padres y puede ser extrínseca o intrínseca, la primera cuando se da dinero a los niños o se satisface sus gustos por las buenas calificaciones obtenidas, y ocurre todo lo contrario cuando las calificaciones no satisfacen. La segunda, cuando se elogian los esfuerzos. La desmotivación de los niños y niñas puede afectarlos en su desarrollo emocional y en su rendimiento escolar (Good y Brophy, 1983; Beltrán, 1993; Hernández y García, 1991), pues juega un papel tan decisivo en el rendimiento del alumno como los conocimientos y capacidades que posee (Núñez y González-Pumariega, 1996). Se ha comprobado la alta correlación entre rendimiento y motivación (Rogers, 1987).

Baja autoestima: La autoestima es el juicio que los niños y niñas hacen sobre su valía general, se basa en la capacidad cognoscitiva para describirse y definirse. La autoestima en la niñez temprana suele expresarse como soy bueno o soy malo. Cuando el grado de autoestima es elevado el niño o niña está motivado y se desempeña bien; sin embargo la autoestima es contingente al éxito, los niños pueden percibir el fracaso o la crítica como censura a su valía y sentirse incapaces de desempeñarse mejor (Burhans y Dweck, 1995).

Agresividad: Por lo general, los niños que son intensamente emocionales y que tienen poco autocontrol, suelen expresar su enojo en forma agresiva, esta conducta es común en los niños y niñas que viven sin estímulos, en medio del desafecto familiar y la disciplina estricta. Al ambiente familiar se suma el contexto social y la exposición de los niños a distintas formas de violencia de forma real o virtual. Bandura demostró en un experimento con dos grupos de niños; uno grupo observó un modelo agresivo donde el expositor pegó al muñeco que tenía y ellos actuaron de la misma forma, mientras que el otro grupo de niños observaron un modelo más tranquilo que manifestó menos agresividad, llegando a la conclusión que este tipo de comportamiento agresivo si pueden ser modelado por los padres.

Actualmente los padres tienen como objetivos mejorar su situación económica, años atrás era el padre quién buscaba ese bienestar para la familia hoy en día, son los dos progenitores que llevan el sustento a su hogar, en esta época se ve que un solo padre está a cargo de la educación de sus hijos, ellos son los pilares fundamentales de la familia porque ellos brindan amor, salud, protección, educación a sus hijos.

La falta de atención de los padres influye en los niños y niñas creando un desinterés hacia lo que está en su entorno perjudicando su desarrollo en lo personal, lo social, lo física, lo cognitiva y lo emocional.

Los padres no tienen tiempo para compartir con sus hijos ya sea por su trabajo que los ocupa todo el día o por situaciones que le impide estar en convivencia con sus hijos, como puede ser un divorcio, la viudez, ser madre o padre solteros, la migración, el trabajo, entre otras; todo esto influye en el interés de los niños y niñas por estudiar, afectando su desarrollo cognitivo por lo tanto su desempeño en el aula será diferente.

Dependiendo de la situación los padres dejan en manos de la escuela y del docente la responsabilidad de la educación, transfiriendo su deber a otras personas sean estos hermanos mayores, tíos, abuelos o en el mejor de los casos a instituciones de control de tareas escolares.

El docente ayuda también en la formación del niño, por medio de ellos podremos verificar su rendimiento escolar y por lo general es quien llama la atención de los padres para saber por qué su hijo tiene un bajo rendimiento o también se puede dar el caso que el niño tiene buenas calificaciones, pero esta retraído, triste, agresivo, etc. En los centros que he trabajado he visto la despreocupación de los padres por las actividades escolares, la mayoría no se acerca a preguntar qué es lo que pasa con su hijo e hija si está aprendiendo bien o si hace sus tareas; ni se acercan a ver sus libretas de calificaciones, solo cuando es llamado por la maestra vienen, pero siempre presurosos.

Justificación:

Las calificaciones se ven reflejadas por las acciones, toma de decisiones, y desempeño de los alumnos en la escuela, por lo tanto, es fundamental la atención que se imparte de padres a hijos, comenzando por la formación del carácter de los alumnos, seguido de la atención que demandan los hijos. Se suele pensar que las calificaciones que obtienen los alumnos pueden ser causa de factores como: mala enseñanza, biológicos, falta de interés en el estudiante, entre muchas otras; pero se deja de lado que la ausencia de padres es notoria en alumnos con bajas calificaciones, al demostrar esto se podrá dar mayor énfasis al apoyo que requiere el alumno de los padres de familia y trabajar más con este factor que se ha descuidado bastante en nuestro mundo moderno, ya que muchos padres tienen la certeza de que lo principal es que sus hijos tengan objetos materiales para así obtener mejores calificaciones.

Las calificaciones tienen cuatro usuarios principalmente, uno de ellos es el alumno quien las utiliza para conocer si aprueba o no, su preocupación se centra en obtener calificaciones aprobatorias sin ponerse a analizar cuál fue la razón de la calificación que obtuvo, otros usuarios son los padres quienes las utilizan para informarse sobre cómo están sus hijos en cuanto a aprendizaje, en caso de salir bajos en sus calificaciones, los padres desatan una cadena de castigos pero esto también sirve para que se acerquen al maestro y conozcan las causas de las calificaciones lo cual es muy positivo, finalmente otros dos usuarios son los maestros quienes dan a conocer mediante esta su opinión sobre el alumno y la escuela quien las utiliza para promover o beneficiar con alguna beca al estudiante. (Quesada, 2002) Sin embargo, para esta investigación lo que se considerará es el alumno y el padre de familia.

Nord (1998), afirma que “el involucramiento de los padres en la educación de su hijo es importante para el éxito escolar, pero no todos los niños tienen padres quienes se involucren en su escuela”

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