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Guía de Aprendizaje . Conflictos en la familia


Enviado por   •  26 de Agosto de 2015  •  Apuntes  •  1.376 Palabras (6 Páginas)  •  242 Visitas

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Objetivo:   - Reconocer conflictos dentro de la familia y proponer soluciones. – Reconocer los conflictos entre hermanos – Comprender la importancia que tiene el amor y el perdón en la familia.

  1. Lee compresivamente la siguiente historia.

Historia de José y sus hermanos. (Génesis capítulo 37)

José era el hijo favorito de su padre Jacob, porque era hijo de su amada Raquel. Jacob tenía siempre muchas atenciones con José, por eso sus hermanos le tenían envidia. Un día Jacob le regaló una hermosa túnica de colores. José estaba feliz.

 A veces les contaba extraños sueños como éste:  “Estábamos todos los hermanos en el campo atando gavillas de espigas cuando vi que se levantaba mi gavilla y se tenía en pie, y los vuestros lo rodeaban y se inclinaban ante el mío, adorándole” Ellos le contestaban: “¿Es que vas a reinar sobre nosotros y vas a dominarnos?”.  Otro día les decía: “mirad, he tenido otro sueño, he visto que el sol, la luna y once estrellas me adoraban” Ellos pensaban: “¡Qué soberbio!”. En el fondo le detestaban.

Un día, su padre le envió al campo para ver si todos sus hermanos, que estaban cuidando el ganado, se encontraban bien. Cuando lo vieron acercarse dijeron: “Aquí viene el soñador, vamos a matarle y lo arrojaremos a uno de estos pozos y diremos que le ha devorado una fiera; así veremos de qué le sirven sus sueños”. Pero Rubén, que era el mayor y quería salvarle dijo: “No lo matéis, arrojadle en ese pozo que no tiene agua” Sus hermanos lo apresaron, le quitaron la túnica de colores que le había regalado su padre, y lo arrojaron al pozo. Después se pusieron a comer tranquilamente.

Pasó por allí una caravana de camellos que se dirigía a Egipto y entonces Judá, otro de sus hermanos, preocupado por José y temiendo que muriera tuvo una idea mejor: “Vamos a vendérselo a esos mercaderes, pues al fin y al cabo es de nuestra misma carne y dentro del pozo se morirá sin remedio” Todos estuvieron de acuerdo y lo vendieron por veinte monedas de plata.  José fue llevado como esclavo al país de Egipto.

Luego tomaron la túnica que le habían quitado y la mancharon con sangre de un cabrito, y cuando llegaron a su casa dijeron a su padre: “A José le ha devorado una fiera” Cuando Jacob reconoció la túnica de su hijo y la vio manchada de sangre, creyó la historia y lloró y se entristeció muchísimo pues quería a José con todo su corazón.

En Egipto, José debe de haberse sentido sólo y temeroso, tal vez anhelaba su casa. Pero no podía escaparse. Era un esclavo en la casa de Potifar, un egipcio importante. Potifar vio que José siempre trabajaba bien y era confiable. “Todo lo que haces sale bien”, le dijo Potifar a José un día. “Dios está contigo y Quiero que seas mi siervo principal, a cargo de todos mis negocios y jefe de todos mis demás sirvientes” Dios dio a Potifar buenas cosechas y muchas riquezas por José. Ahora era un hombre importante que todavía confiaba en Dios y le servía fielmente. Pero vino la dificultad a José y fue enviado a la cárcel injustamente porque la mujer de Potifar acusó falsamente de pretender atraerla.  Tal vez estaba aprendiendo de sus dificultades que no importaba adonde estaba, si honraba a Dios, Dios le honraría a él, aún en la cárcel.

José aun en la cárcel, fue obediente y ayudador, y fue un lugar mejor para todos, tanto el panadero como el copero del rey estaban en la cárcel. - ¿Por qué están tan tristes? Les preguntó José un día. Le respondieron: - Nadie nos puede mostrar el significado de nuestros sueños. - ¡Dios puede! Dijo José, Cuéntame tus sueños. “Tu sueño significa que en tres días estarás de nuevo en el favor del rey, - José le dijo al copero. “Recuérdame y pide a Faraón que me liberte”. El sueño del panadero tenía malas noticias. “Morirás en tres días”, Los dos sueños se cumplieron. Un día el faraón se despertó molesto diciendo: - “He tenido un sueño”. Ninguno de sus hombres sabios pudo mostrarle su significado. Entonces el copero se acordó de José en la cárcel. Le contó a Faraón acerca de él y lo mandó a llamar. José pudo interpretar el sueño del Faraón, y él reconoció que era un mensaje de Dios, “que Egipto tendrá siete años de abundancia, luego siete años de hambre terrible”. “Planee ahora guardar comida durante los siete años buenos”. Aconsejó José a Faraón.

El Faraón puso a José como gobernador de Egipto después de él. Vinieron los siete años de abundancia, Luego los siete años de hambre y faltaba comida en todas partes menos en Egipto. En la tierra lejana de José, la familia de Jacob, estaba pasando hambre. Personas de todos los países fueron a Egipto para comprar maíz y  Jacob también mandó a sus hijos, sino morirían de hambre. Llegando a Egipto los hijos de Jacob se inclinaron ante la persona encargada. No reconocieron a José su hermano, pero José los conoció a ellos y recordó los sueños de su Juventud en donde Dios lo había levantado más arriba de sus hermanos. José fue muy sabio, les habló bruscamente y tomó como rehén a su hermano Simeón. “Lleven comida, vayan a su casa y vuelvan con su hermano menor” ordenó. Entonces sabré que no son espías. Los hermanos pensaron tal vez Dios les estaba castigando por vender a su hermano José como esclavo hacía tantos años. Jacob y sus hijos estaban confundidos “Nuestro dinero nos fue devuelto en el maíz y el gobernador dijo que tenemos que traer a Benjamín” Jacob no permitiría que fuera Benjamín. Pero pronto se acabó la comida. Los hermanos tuvieron que volver a Egipto y Benjamín fue con ellos. Cuando José vio a Benjamín, ordeno que sus sirvientes preparasen una gran fiesta y los hermanos fueron invitados. ¿Está vivo y bien su padre? Preguntó. Tal vez estaba pensando en cómo podría juntar a toda la familia. José también quería saber si sus hermanos realmente estaban arrepentidos por su pecado esos años atrás. Después del banquete les acusó de haberle robado. “Para castigarlos yo tomaré a Benjamín como mi esclavo, dijo José” “Mi señor, tome mi vida y no la de él”, rogó Judá. José supo entonces que Judá, que había sugerido que lo vendieran, verdaderamente había cambiado. No pudiendo esconder más su amor por su familia, José mandó a todos los egipcios que salieran. Entonces comenzó a llorar y les dijo: “Yo soy José, su hermano, quien ustedes vendieron a Egipto.” Asombrados y temerosos, los hermanos no dijeron nada. José animó a sus hermanos diciendo “Dios me hizo señor en Egipto para salvar sus vidas de esta hambre, vayan traigan a mi padre. Yo los cuidaré” Jacob y José fueron reunidos en Egipto y toda la familia vivió allí en paz y abundancia.

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