Auto Concepto: Quien Soy?

Psicología Social de la Interacción

Auto concepto: quien soy?

“Soy, lo que pienso, siento y actúo”.

El Yo es el que organiza nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, nosotros nos regimos por esquemas o patrones mentales, éstos organizan nuestro mundo y nos influyen en la forma de percibir, recordar y evaluar a nosotros mismos y a los demás. De ésta forma podemos recordar nuestras vivencias.

Efecto de autorreferencia, la información que a veces percibimos la procesamos rápidamente y la recordamos mejor. Todos nuestros recuerdos se forman en torno a nuestro interés, siempre que gire en nosotros mismos la recordaremos mejor. Siempre pensamos que todo mundo nos ve y al mismo tiempo nos están evaluando, eso significa que nuestro sentido del yo es el centro del universo.

Efecto de foco de atención, cuando nosotros pensamos que todo el mundo nota cuando estamos ansiosos, irritados, decepcionados o atraídos hacia alguien, pero la realidad es otro pues hay menos gente que se da cuenta de la que suponemos.

Ilusión de la transparencia, en cuanto somos más conscientes de nosotros mismos, más creemos en ésta ilusión.

Individualismo, se da más en la cultura Occidental, la identidad está muy auto contenida, la identidad independiente es personal y el mayor amor de todos es quererse a uno mismo. El individualismo florece cuando la gente vive en un entorno de movilidad, medios de comunicación de masas y riquezas. Su felicidad proviene más de emociones independientes; se siente eficaz, superior y orgulloso.

Colectivismo, Se da más en Asia y países del tercer mundo, manejan una identidad interdependiente y la gente es más critica de si misma y necesita menos tener una opinión positiva de si misma. Su identidad se define más en relación a los demás. Su felicidad viene de una relación social positiva, necesitan sentir que pertenecen, que se tiene amistad y recibe respeto.

Yo interdependiente, las personas tienen mayor sentimiento de pertenencia, si se les separara de su familia, trabajo y amigos, ésta pierde la conexión social que la define como el quien es. No tiene un único yo, sino que éste lo complementa con los padres, con el trabajo, con los amigos, está mezclado con la pertenencia social. Lo que le importa son las metas del grupo y la solidaridad; nuestras responsabilidades y relaciones sociales, no aprueban a la gente egoísta.

Yo independiente, son más personales, se definen por las características y metas personales. Lo que les importa es la realización personal, sus derechos y libertades. Saben separar el yo personal de lo social, no aprueban la conformidad.

La autoestima es más personal y menos relacional. Si se amenaza nuestra identidad personal nos sentiremos más enfurecidos y apesadumbrados que cuando se amenaza nuestra identidad colectiva.

Sócrates decía “Conócete a ti mismo”, pues nadie sabe más que uno mismo.

Nuestra conducta, se dice que cuando las causas son sutiles, nuestras autoexplicaciones suelen ser incorrectas. La mayoría de la gente niega su vulnerabilidad. Cuando se predicen conductas negativas como llorar o mentir, las autopredicciones son más precisas que las predicciones de los amigos o de la familia del individuo, resulta difícil hacer predicciones, incluso para uno mismo. Cuando se predice la conducta, el mejor consejo que se puede dar es que se analice la conducta anterior en situaciones similares para predecir el futuro, se tiene que tener en cuenta el pasado.

Lao- Tsé afirmaba “el que conoce a los demás es un instruido, el que conoce a si mismo es un ilustrado”, entonces, la mayoría de la gente, al parecer, es más instruida que ilustrada.

Muchas de las grandes decisiones de la vida requieren que preveamos nuestros sentimientos futuros, a veces sabemos como nos sentiremos si sabemos que es lo que nos alegra y que nos aburre o angustia. La gente tiene mayor dificultad para predecir la intensidad y duración de sus emociones futuras.

Los acontecimientos negativos son los que nos hacen especialmente propensos a sobre estimar la duración del impacto de los acontecimientos emocionales. Al encontrarnos en un acontecimiento negativo descontamos la importancia de todo lo demás que contribuye a la felicidad, y, por ello, predecimos en exceso la duración de nuestra desgracia “nada de aquello en lo que se centre marcará una diferencia tan grande como la que usted cree”

La inobservancia inmune hace que la gente menos precie la rapidez y potencia se su sistema inmunológico psicológico, que incluye sus estrategias para racionalizar, desestimar, perdonar y limitar el trauma emocional. Al ignorar esto nos adaptamos a las discapacidades, rupturas románticas, suspensos

...