BIEN

ensayo de los bienes públicos, las externalidades y los free-ridersEn los últimos años, en la medida que se han ido agudizando los problemas fiscales y presupuestarios de los Estados, han ido tomando impulso ciertas iniciativas en contra de la colectividad de las cargas tributarias, olvidando algunos que las cargas públicas se basan en dos principios, la equidad y la igualdad.

y privados, lo cual incluye la imposibilidad de determinar a priori cuándo una externalidad es o no deseada.

Se tiene que la producción óptima es la que ponen de manifiesto las partes contratantes en los procesos de mercado y por otro lado la producción sub-óptima tiene lugar cuando los gobiernos alteran los mecanismos de mercado, es decir, cuando las partes gubernamentales se apropian de los bienes y servicios y hacen que su valor comercial o económico aumente o disminuya según su condición o requerimiento.

En consecuencia, si fuera correcto que los gobiernos debieran internalizar las externalidades, la solución consistiría en una propuesta socialista, con lo cual no habría precios y, consecuentemente, no habría forma de conocer los resultados de las asignaciones de factores productivos, pero este parámetro afectaría al sector privado ya que lo aislaría de la economía en el sector.

Desde otro punto de vista se tiene que no hay fundamento económico, jurídico ni moral para imponer coactivamente contribuciones o subsidios a terceros a los efectos de evitar responsabilidades.

Quienes desean la provisión de un bien buscarán la financiación correspondiente y sopesarán el beneficio que le reporta dicho bien frente al eventual disgusto debido a que otros se benefician. Para la ejecución del proyecto se podrán establecer arreglos contractuales que aseguren los referidos aportes.

En un proceso evolutivo la tecnología permitirá internalizar las externalidades que se consideren convenientes.

Se suele criticar al régimen liberal por estimular criterios egoístas y, simultáneamente, se lo ataca debido a que terceros se benefician sin pagar por esos beneficios.

Un largo debate presenta argumentos y contraargumentos referentes al rol gubernamental los cuales se encuentran registrados en una copiosa bibliografía, discusión que promete extenderse en el tiempo, pero, en todo caso, los bienes públicos, las externalidades y los free-riders no explican ni dan sustento a la intervención del monopolio de la fuerza.

En suma, el artículo comentado señala elocuentemente la inutilidad para la teoría económica de la expresión “bien público” creo que esta criterio es correcto. Entiendo que ha sido una expresión creada para dar una justificación económica a la intervención pública y como tal tiene un contenido puramente dogmático.

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