Bullying en las universidades?

¿Bullying en las universidades?

El vínculo y las costumbres con los iguales son imprescindibles para el buen desarrollo de niños y adolescentes. Este tipo de relaciones, junto a los familiares y escolares, contribuyen al bienestar, la confianza y ajuste social. Como en toda relación humana, la relación con los iguales implica conflictos que pueden tener un efecto positivo o negativo. El acoso escolar es un fenómeno que siempre ha existido pero actualmente ha adquirido gran importancia. La intimidación entre semejantes es una problemática social muy compleja, que afecta no solo a los personajes en contexto escolar, sino que también penetra en un entorno universitario, siendo este un dilema a nivel sociedad. Esta intimidación, hostigamiento, provocación, amenaza, es una terminología que indica un acoso o bullying, que es entendido en la actualidad como un fenómeno multicausal, complejo que se presenta con una causante desproporcional de índices de suicidio en la población juvenil. Por consiguiente, es importante establecer el punto de partida de este término, bullying, para contextualizarlo en el ámbito universitario.

Cuando hablamos de bullying, nos referimos a un proceso complejo de victimización de otra persona que va más allá de las simples discusiones o malas relaciones entre compañeros, y que se diferencia de éstos por su naturaleza, su duración, su intensidad, sus formas, sus protagonistas, sus consecuencias y sus ámbitos. “Subconjunto de conducta agresiva en la que hay un desequilibrio de poder y donde el acto agresivo es repetido todo el tiempo” ( Olweus,1 1978; 1991; Smith y Thompson, 1991).

El primer término que se utilizó fue “mobbing”. Se empleó en las primeras investigaciones realizadas en la década de los setenta en el norte de Europa ( Olweus 1973), haciendo referencia al ataque colectivo que emprende un grupo de animales contra un animal de distinta especie, con frecuencia más grande y considerado enemigo natural del grupo (Lorenz, 1963). Pero el mobbing, se limitó a designar conductas grupales, con lo cual no podía usarse para designar las agresiones individuales, que es una modalidad sumamente frecuente, si no la más, entre las agresiones escolares. Para superar esta limitación comenzaron a utilizarse los vocablos anglosajones bully y bullying.

Se ha detectado que en el ámbito escolar son más palpables los movimientos y actitudes de rechazo, aislamiento, discriminación, opresión, en los que de manera consciente participan miembros de la institución. Pero también se ha identificado esto mismo en otro escenarios, como se vio en Universidad Industrial de Santander el 25 de abril del 2013, donde el consejo de bienestar de esta misma universidad expreso su ‘’ total rechazo a la intimidación y violencia de cualquier gremio o grupo social para lograr sus fines’’, esto porque ‘’estudiantes de la Facultad de medicina

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