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CIENCIA Y SENTIDO COMÚN


Enviado por   •  22 de Mayo de 2012  •  2.894 Palabras (12 Páginas)  •  2.809 Visitas

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CIENCIA Y SENTIDO COMÚN

SENTIDO COMÚN: Carece de conciencia en lo que se hace ya que lo obtiene de un sentido empírico, es incompleto ya que se ignora la existencia o el surgimiento de por qué ocurre ese fenómeno.

CIENCIA: Se basa en la sistematización del conocimiento mediante un método válido respaldado en una lógica formal. Busca abarcar la generalidad de las cosas.

Aunque a primera vista nos refieren que pueden ser contrarias, en realidad se complementan mutuamente en la concepción de la realidad. Es de hecho a través del debido común que surge la ciencia, la cual se desarrolla a partir de una observación que se introduce al sentido común y se ayuda de las repeticiones y prácticas empíricas, cuándo surge el cuestionamiento del por qué del acontecimiento, cuando se encuentra para ello una lógica formal y válida, es cuando se da inicio a la ciencia.

“Por pensamiento cotidiano se entiende, en primer término, toda aquella actividad intelectual que se da en la mayoría de las personas, de manera habitual, todos los días, y que no pretende llegar a explicaciones profundas… algunos autores lo denominan saber vulgar, sentido común, pensamiento ordinario, pensamiento no científico, conocimiento ordinario”. LÓPEZ CANO, José Luis, “Método e hipótesis científicos”, 2da. ed., México D.F.,TRILLAS: 1978, p. 13.

Mostrando y diferenciando características en ciencia y sentido común, podríamos decir que la ciencia tendría características puramente cuantitativas, mientras que las características del sentido común serían cualitativas, diferenciadas así porque la ciencia mide lo que conoce, mientras que el sentido común solo se dedica a lo más ligero del hecho conocido: sus cualidades. Cuando mencionamos estas características separamos ciencia y sentido común, pues sus herramientas a la hora de manejar el conocimiento son distintas, sin embargo no se puede negar que varias ciencias especializadas han emergido de las preocupaciones cotidianas del hombre; claro que no todas las ciencias tienen su origen así, pero si cabe hacer una mención honorífica a las que en el sentido común encontraron su raíz; el sentido común es el punto de partida de la ciencia, pues antes de cualquier investigación científica lo que captamos por los sentidos posee específicamente el estatus que el sentido común le da, y claro que esa primera aprehensión de las cosas no es cien por ciento comprobable, porque carece de muchas premisas necesarias para serlo; tal vez te de un juicio inmediato del objeto en cuestión, pero después la revisión afirmará o negará lo que se entendió.

Cuando el sentido común te ofrece explicaciones, lo hace sin demostraciones críticas por el hecho de ser la experiencia su única herramienta para su demostración y tales explicaciones, por tanto, no pueden destacar la importancia del hecho que se quiere explicar. Cuando se quiere explicar lo anterior y se utilizan para esto explicaciones metódicas y controlables con el hecho fáctico en cuestión, es cuando decimos que se genera la ciencia. Debemos aclarar, sin embargo, que la ciencia no es meramente una prolongación del pensamiento cotidiano, aún cuando coinciden, rápidamente se muestran sus diferencias.

Por otra parte, si cuestionamos la noción de que haya una y sólo una visión filosófica, o científica, o de conocimiento común, sobre la ciencia o sobre cualquier otra cosa. Podría pensarse en una visión de la ciencia del hombre común; presumiblemente, tal visión nos describiría a la ciencia como la verdad al alcance del hombre en un momento determinado, definitiva por una parte, en lo ya logrado, limitada por otro, en cuanto no ha logrado descifrar todavía todos los secretos del universo. Pero ésta no sería más que la visión personal de lo que pudiera ser la visión del hombre común sobre la ciencia, de ninguna manera la visión del hombre común sobre la ciencia, si es que ésta existe, o si es que del todo existe el "hombre común".

Y los hombres, como los científicos, como los filósofos, tienen cada uno sus propias ideas y su propia visión sobre las cosas, que pueden no coincidir. Puede haber diversidad de opiniones entre los hombres, resultado tanto de su inteligencia y de la medida en que la hayan podido ejercitar, como de multitud de influencias a que han estado sometidos durante su vida. Lo mismo vale para las distintas comunidades humanas. Dejemos, pues, abierta la cuestión de si hay una sola visión del mundo que sea propia del filósofo, del hombre de ciencia o del hombre común, o si por el contrario, tal conformidad de opinión no es realizable, o tal vez ni siquiera concebible.

Supongamos entonces que para comenzar a trabajar, que ese ser mitológico que llamamos "hombre común" tiene una visión del mundo, que podríamos llamar la visión ingenua de las cosas. El contraste más profundo e interesante entre la visión ingenua y la visión científica del mundo no consiste primordialmente en una diferencia de opiniones, sino en algo bastante distinto y más fundamental: una diferencia de conceptos básicos, es decir, de lenguaje. El científico y el hombre común no hablan ni lejanamente el mismo lenguaje, y ambos no pueden comunicar sino por medio de un complicado proceso que llamamos educación y que implica la adquisición y dominio de nuevos lenguajes, y la habilidad de moverse entre ellos.

Pero por otro lado surge un cuestionamiento válido, que acerca aún más estas dos concepciones de conocimiento: ¿puede existirla ciencia del sentido común? Ante situaciones problemáticas se deben observar los hechos, generar hipótesis que iluminen el teatro de los acontecimientos, investigar las causas generadoras y hallar la solución. Hay que aprender a pensar, anticipando y creando el futuro, no viviendo al día y reaccionando cuando la realidad nos obliga. Problema es la cara positiva de la crisis, es oportunidad y es motor del pensamiento. El pensador está siempre alerta, se protege y previene, contrata seguros, alarmas, controles y si no tiene problemas los inventa porque los valora como instrumentos de la inteligencia.

En el ámbito que nos ocupa; es decir, al interior de la psicología, su origen se remonta a los comienzos del pensamiento racional, en el mundo griego, allá por los siglos VI o V antes de Cristo. La psicología era aquella parte de la filosofía que indagaba sobre la naturaleza del alma, su composición y sus funciones. La voz griega psique posiblemente haya tenido un origen onomatopéyico, relacionado con el sonido que el alma produciría al escaparse por la boca del moribundo como si se tratase de un fluido o un gas que al abandonar el cuerpo produce su muerte (de hecho aún le damos al término

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