Circo Fantastico

EL CIRCO FANTASTICO

Naci el 17 de febrero de 1990 era una pequeña niña hermosa, quien era hija de los dueños de un circo llamado “EL CIRCO FANTASTICO” a mi padre le decían Sonrisas y a mi madre le llamaban Lizzie; mi padre era el domador de leones y mi madre era dancista de baile aéreo. Me llamaron Alegría Vera Ruiz.

Desde que naci fui una pequeña muy risueña con todo mundo era graciosa y simpática, nunca les negaba una sonrisa o un abrazo a las personas. Desde entonces era muy alegre y compartía mi felicidad con los demás.

Comencé a crecer en el bello y mágico lugar donde trabajaban mis padres y yo desee comenzar a repartir mi alegría (como mi nombre lo dice) a las personas, entonces desde que tenía 6 años quise ser una payasita y llamarme como mi nombre y lo qué me caracteriza “Alegría”. Fue así que comencé mi gran trayectoria como payasita participaba con los amigos de mis padres quienes también eran payasitos; ayudándoles en lo que necesitarán. Cuando yo tenía 10 años nació mi pequeño y hermoso hermano llamado Betillo era un niño hermoso e indefenso, al poco tiempo me convertí como su madre ya que nuestra madre trabajaba en el circo todo el día y yo me encargué de cuidarlo, amarlo y criarlo; era la persona que más amaba en este mundo.

En mi adolescencia sobresalía por la sonrisa que siempre tenía, ya que todo mundo me decía que por qué no dejaba de sonreír; y en realidad era porque por más problemas que tuviera siempre deseaba darle al mundo una buena cara ya qué siempre hay personas que sufren más que uno y Dios nunca nos da pruebas que no podamos superar y por un motivo es por lo cual nos pone ciertas pruebas. Además de mi participación en el circo entre a un grupo de jóvenes que se encargaban de servirle a Dios, y ahí conocí gente maravillosa la cual nunca creí conocer eran tan amables, generosos y amorosos que hacían que te gustara estar ahí.

Crecí y decidí estudiar un curso de psicología y estudiar la carrera de medicina pero claro que nunca deje de lado el circo ya que hay descargaba toda mi energía. Terminé y decidí especializarme en pediatría de niños terminales; era una carrera muy cruel pero creí que si combinaba mis conocimientos y aparte daba mi Alegría que tantos años compartí y practique con otras personas les daría una mejor calidad de vida el mucho o poco tiempo que les quedará a estos pequeños seres y así fue como lleve mi vida, haciendo feliz a los familiares y a sus hijos en el tiempo que les restaba, lo único que yo deseaba es que ellos vivieran felices a pesar del lo dolorosa vida que vivían cada uno de ellos.

En poco tiempo en el Hospital conocí a un maravilloso hombre llamado Omar, era doctor de mi mismo departamento Pediatría, nos conocimos un día en la cafetería mientras yo conversaba con mis amigas el llegó y preguntó que cuál era el nombre de la bella mujer

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