Ciudadania Critica
Luisa13954 de Noviembre de 2013
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http://www.oei.es/pdf2/mejor_educ_mejor_sociedad.pdf
El modulo de Formación Ciudadana y Democrática, responde a la intencionalidad de formar educadores como sujetos reflexivos, de saber y poder pedagógico, para animar procesos educativos que contribuyan al desarrollo humano y cultural y a la generación de una cultura política proclive al reconocimiento de la multiculturalidad, el ejercicio activo de la ciudadanía y la responsabilidad democrática en el marco del Estado Social de Derecho Colombiano y del mundo Globalizado.
Dada la importancia que tiene la Formación Ciudadana y Democrática para contribuir en la construcción del Desarrollo Humano, Social y Político de un Estado; se hace necesario reflexionar sobre la responsabilidad de la educación en este proceso, el papel de las instituciones educativas y de los educadores en la construcción de sociedades democráticas, la importancia de saber leer desde perspectivas teóricas y críticas la relación entre contexto e intencionalidad formativa de la ciudadanía, y apropiarse de las propuestas y debates en torno a la formación ciudadana, para reconstruir las prácticas educativas, y formular alternativas adecuadas a los contextos locales de las y los participantes
Todos estos aspectos serán ordenados a través de cuatro unidades de trabajo, en cada una de las cuales, se agrupan preguntas orientadoras, los contenidos, la reflexión sobre la práctica, la bibliografía y los recursos específicos de apoyo para su desarrollo.
OBJETIVOS
Conocer y apropiarse de los referentes teóricos y normativos para fundamentar y orientar la formación ciudadana en los ámbitos educativos.
Reconocer el contexto de la formación ciudadana en lo local y lo global y los retos que se derivan para la educación.
Discutir las propuestas de formación ciudadana del sector educativo y proponer nuevos itinerarios para consolidar sus procesos.
Generar un espacio de reflexión sobre la práctica pedagógica que integre los presupuestos teóricos de la formación ciudadana, y la relación con el contexto.
CONTEXTO
El contexto de la Formación Ciudadana y Democrática, es multidimensional y complejo, se configura a partir de la interrelación entre realidad social y política, la práctica de la ciudadanía en la cultura social y política específica, y las concepciones educativas sobre ciudadanía y formación ciudadana, que se establecen para guiar esta práctica educativa.
El momento actual de la sociedad Colombiana se caracteriza por su alta complejidad en todos los órdenes del desarrollo, en donde se entrecruzan la larga historia de desigualdad, violencia y corrupción, con el impacto del mundo globalizado, caracterizado por la instalación hegemónica del modelo neoliberal, la exclusión de grandes sectores de la población, la supremacía del mercado como modelo de bienestar, junto a la débil cultura de la civilidad del Estado, de la sociedad civil y del ejercicio ciudadano. La economía globalizada ha creado además una sociedad indolente, frívola, y mercantilizada , que ha conducido a la pérdida de sentido de las identidades individuales y colectivas, el debilitamiento de los sistemas tradicionales de integración y cooperación social , el incremento de la vulnerabilidad social y el deterioro de las instituciones básicas de la sociedad.
El país experimenta el conflicto armado, la ausencia de un proyecto colectivo de nación, el narcotráfico, la pérdida de credibilidad en lo político, el desplazamiento forzado, el deterioro de la convivencia, y la opinión generalizada de que es necesario construir el Estado Social de Derecho, la democracia, el sentido de lo público, y el fortalecimiento de la cultura de la civilidad .
El sector educativo frente a este panorama, ha realizado un recorrido hacia la formación ciudadana que se puede ubicar de manera cercana en la Constitución del 91, en la que la educación cívica se afianza como educación en y para la democracia, superando los enfoques que abordaban la cívica como urbanidad y aprendizaje memorístico de la institucionalidad política.
Después, la Ley General de Educación 115 del 94, propuso democratizar el escenario escolar, mediante la educación para la convivencia democrática y ciudadana y el gobierno escolar, estableciendo este propósito, como una de las prioridades de los planes, programas y proyectos educativos de las distintas instituciones de educación primaria, básica, y media y en los estatutos orgánicos de los planes de desarrollo nacional, departamental y local.
De manera reciente, el Ministerio de Educación promovió la implantación de estándares básicos de calidad, con el fin de que las instituciones educativas cuenten con un referente común que asegure a todos los colombianos el dominio de conceptos y competencias básicas, para alcanzar desempeños satisfactorios en su actividad personal y laboral, vivir en sociedad y participar en ella, en igualdad de condiciones, promoviendo además, el desarrollo de competencias ciudadanas. La promoción de estas competencias, configura una de las prioridades de las instituciones educativas en los planes de mejoramiento, que deben girar en torno a: el respeto y defensa de los derechos humanos, la convivencia y la paz, la participación y la responsabilidad democrática, y la pluralidad y valoración de las diferencias .
Este conjunto de elementos contextuales, se enriquece a demás por los aportes de investigadores y expertos que en los últimos 15 años, ha cumplido un papel significativo en la reflexión en torno a este campo de conocimiento tanto a nivel teórico, y empírico como en la innovación pedagógica, aspectos que aportan un campo propicio para el debate, la apropiación de sus avances, el debate crítico de sus tendencias y la necesidad de seguir tejiendo y articulando sus múltiples aspectos en la educación Colombiana.
FUNDAMENTACIÓN
Uno de los actos vinculados a la dimensión social, cultural y política de la educación, es el que relaciona la educación con la formación ciudadana, como un campo temático específico en donde es posible construir conocimientos, actitudes, valoraciones, razonamientos, elecciones, que posibiliten el bienestar individual y el bien común.
Para potenciar este desarrollo es necesario reflexionar sobre la educación como agente principal de la formación ciudadana; como derecho colectivo y como bien público, que dentro de un proceso ético político, debe favorecer la inclusión social, el desarrollo de la civilidad y la convivencia, la consolidación de la democracia y la construcción de lo público.
El conocimiento ciudadano y democrático, configura un saber que se construye y se reconstruye en los procesos formativos, a través de prácticas de socialización, educación, comunicación, convivencia, organización y gestión social; aspectos que trascienden el ámbito de la educación formal y se instalan en los diversos escenarios en donde las normas, las leyes, los pactos y los acuerdos, tienen presencia cultural, moral y jurídica.
Esto implica una formación ciudadana a través de procesos, basados en el reconocimiento del otro y la multiculturalidad, la construcción de valores cívicos, y de un ethos ciudadano democrático que posibilite la interlocución válida, la participación y la cooperación para la acción pública, elementos que requieren ser desarrollados de manera intencional y coherente a través de procesos de educación formal y no formal.
El qué , el para qué y el cómo de la formación ciudadana, supone la interacción de un conjunto de actores, conformados por educadores y educandos, cuyos propósitos son los de construir conocimientos, valores y actitudes para dinamizar, crear y mejorar las prácticas de formación ciudadana en sus espacios de docencia, y/o trabajo institucional y comunitario.
La formación ciudadana apunta a contribuir con la inserción social y política de las personas en la sociedad. La condición de ciudadano trasciende un estatus jurídico y el ejercicio del voto, implica la construcción de subjetividades ligadas a lo público, la democracia, el bien común, para ello, es fundamental como lo señaló Dewey , que la educación despierte en cada ciudadano/a la iniciativa y la disposición, por los intereses de la colectividad, para convertir al ciudadano, e un actor motivado y capaz de incidir en los procesos sociales y políticos, y de esta manera ir superando la pasividad, la indiferencia, y la manipulación de intereses, que terminan imponiendo la lógica del mercado y del capital , sobre cualquier otra consideración de solidaridad y bien común.
En el campo de la educación, la preocupación por la construcción de una ciudadanía deseable y posible, requiere la construcción de conocimientos, valores, actitudes, y habilidades, para el ejercicio activo, competente, y crítico de deberes, derechos, y la realización de agenciamientos sociales y políticos en torno al desarrollo de lo privado y lo público.
En este sentido se entenderá como :
Conocimientos, las nociones y concepciones en torno a la historia de la civilidad, la fundamentación de la ciudadanía y la democracia, la identidad y la pertenencia al territorio, y la interpretación y ejercicio
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