ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

“Colombia: Una Mira Hacía La Ética Virtuosa”


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2022  •  Ensayos  •  3.973 Palabras (16 Páginas)  •  30 Visitas

Página 1 de 16

Ensayo

“Colombia: Una Mira Hacía La Ética Virtuosa”

 

 

 

 

 

 

Por:

Yerli Karine Bonilla Plata, David Fernando Suárez Mendoza, Natalia Yohana Yaya

 

 

 

Corporación Universitaria Minuto De Dios

Docente: Raúl Norberto Téllez Villamil

NRC: 4103

 

 

 

Bogotá, Colombia

07 de septiembre de 2022

“Colombia: Una Mira Hacía La Ética Virtuosa”

Aristóteles, en su obra Ética a Nicómaco muestra su consideración acerca de lo que es la virtud. Principalmente para este pensador la virtud es el modo de ser por el que un individuo se hace bueno (Aristóteles, Ética a Nicómaco, 2005, 1106a). El autor comprende que la educación es vital en tanto a la adquisición de las costumbres. En resumidas palabras, Aristóteles piensa que la virtud es resultado de los mejores movimientos y acciones del alma, y es por ese modo de ser que somos capaces de realizar buenos actos, que nos dispone a el “obrar bien” según la recta razón. Este texto tiene como fin ahondar en el pensamiento de Aristóteles, principalmente en su obra Ética a Nicómaco, con fin de entender qué comprende por virtud (areté), qué es una persona virtuosa, qué virtud (o virtudes) sobresalen según el Estagira. También se pretende ahondar en la Constitución Política de Colombia, para resaltar las principales virtudes sociales que deben tener los individuos. Y al final se hablará de cómo debería ser el perfil ético profesional virtuoso colombiano.

Para Aristóteles, la virtud (areté) es una disposición, estado o modo de ser que tiene como función o fin el buen vivir, es decir, la felicidad; que es considerada el mayor de los bienes que dispone el alma. Aristóteles define la virtud como:

“Un estado electivo que se encuentra en la condición media relativa a nosotros, el cual se define con la definición con que lo definiría un hombre sensato. Y es una mediedad entre dos vicios: el uno por exceso, el otro por defecto. Y lo es por el hecho de que los unos se quedan cortos y los otros exceden lo conveniente tanto en las afecciones como en las acciones, mientras que la virtud encuentra y elige el término medio. Por lo cual, en lo que toca a su entidad y a la definición que pone de manifiesto su esencia, la virtud es una condición media, por más que con respecto a lo mejor y a la excelencia sea un extremo”.  (Aristóteles, Ética a Nicómaco, 2005, 1107a8)

De modo que, la virtud hace que el individuo actúe de forma correcta en tanto que este realiza sus funciones propias. Por ende, podemos decir que un individuo es virtuoso cuando “ha adquirido como hábito la realización correcta de sus funciones individuales y sociales, en términos de buscar siempre beneficios y de evitar perjuicios” (Garcés & Giraldo, 2014, p. 71). De modo que, la virtud es un modo de ser en el que el individuo se hace bueno y forja el carácter (ethós). Teniendo en cuenta lo anterior, se puede denotar que, para Aristóteles, no se nace siendo virtuoso, pues, la virtud no es algo innato en los individuos, sino que es algo que se adquiere por medio del hábito, es decir que se va aprendiendo por costumbre y repetición del “bien obrar”: el individuo virtuoso no nace, se hace.

Así mismo, Aristóteles en su libro Ética Nicómaco, explica que la felicidad se alcanza por medio de la recta razón, de la virtud y esta a su vez se va forjando a medida que crecemos por medio de los hábitos. El hábito es una naturaleza, pues lo ejercemos con mucha facilidad, y justamente por ello, de allí radica la clave para el éxito de la felicidad. Al hablar de virtud, hablamos de hábitos y Aristóteles los clasifica en virtudes éticas y dianoéticas. La primera hace referencia a perfeccionar la voluntad, entrenando al ser humano para no dejarse llevar por las pasiones. Y la segunda, se refiere a perfeccionar la inteligencia, entre ellas están: La sabiduría, la inteligencia y la ciencia.  Para Aristóteles los hábitos son la clave para dominar cualquier actividad, técnica o conocimiento. Cuando esto se realiza con excelencia decimos que hemos alcanzado la virtud; misma que es el camino para alcanzar la felicidad. La virtud está ligada a la moral, de tal forma, que la virtud es un hábito, una disposición o una actitud para elegir el justo punto medio, evitando el exceso y el defecto, por ejemplo, la valentía es el punto intermedio entre la cobardía y la impetuosidad irreflexiva.

Según Aristóteles, toda persona debe manejar en la vida pasiones, potencias, hábitos, virtudes y vicios, perversión, emociones. Las emociones para Aristóteles son facultades emotivas en los seres humanos, sostiene que las pasiones en general van acompañadas de sensaciones de placer o dolor. Del mismo modo, Victoria Camps contrasta que la felicidad es la vida buena, es decir, actuar éticamente y ser virtuoso y que la mejor vía para ello es la riqueza, el honor y el éxito. En la actualidad, esa búsqueda se ha convertido en un derecho inalienable. Para Victoria, el objetivo del gobierno de emociones es cultivar los sentimientos, lo que hay que buscar y evitar, es decir, cuando llorar o reír.  Este es el verdadero aprendizaje que se necesita para la búsqueda de la felicidad; la toma de decisiones, esas ganas de vivir y estar en constante búsqueda del ser virtuoso.

Vivir plenamente como un ser virtuoso es demasiado complejo, pero no es imposible. Pues, aunque los individuos tomen hábitos que le permitan ser mejor persona, hay situaciones donde se le presentan adversidades que ponen en juego la toma de decisiones, de tal forma que puede contribuir a tomar otro camino sin darse cuenta. Además, actualmente, vivimos en una sociedad pensante con capacidad de raciocinio y criticidad, sin embargo, no lo llevamos a la acción, solo nos limitamos a la conceptualización o pensamiento sin llevar a cabo la práctica. Es así, como la sociedad tiene un papel importante para ayudar a alcanzar la felicidad, la cual conlleva a ser un ser virtuoso éticamente, desde el educar. Así mismo, Victoria Camps mencionaba en el vídeo de “filosofando”, que realmente no hay una fórmula para encontrar la felicidad, sino que es un esfuerzo continuo y constante del individuo a raíz de unas bases mínimas de superación, esfuerzo personal y colectivo. No debemos buscar recetas fáciles, la felicidad es cuestión de cada uno, y que la verdadera autoayuda está en la cultura, porque esta se mantiene, es una cultura de consumo. De tal manera, se debe educar en libertad, extraer lo mejor del otro para potenciar esos conocimientos. La educación debe ser conservadora, pues desde allí, deben prevalecer los valores fundamentales para ser transmitidos a los jóvenes del futuro, puesto que la educación es un ascensor social, todos tienen al alcance de su mano el poder estudiar; por otro lado, desde el educar está el enseñar a reflexionar y poner la duda como parte del pensamiento, Kant menciona, que podemos lograrlo en base a tres preguntas fundamentales: ¿Qué podemos conocer?, ¿Qué debemos hacer? Y ¿Qué podemos esperar si hacemos lo que debemos? En síntesis, la educación es una construcción de todos, permite la reflexión, critica y la comunicación, pero a pesar de ello, vivimos en una paradoja porque la educación debería ser fundamental y no lo es.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (24 Kb)   pdf (129 Kb)   docx (17 Kb)  
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com